Echaron a dos trabajadoras de salud por transfusión de sangre con VIH a un niño

El Ejecutivo provincial decidió la cesantía de dos trabajadoras del sistema de salud tras una investigación que reveló graves irregularidades en el manejo de hemocomponentes en el Centro Especializado de Hemoterapia. La decisión fue tomada luego de confirmar que, debido a fallos en los procedimientos de desbloqueo y control de sangre, un niño derivado al Hospital Garrahan recibió una transfusión de sangre contaminada con VIH, pese a un análisis previo negativo.
El caso salió a la luz en noviembre de 2019, cuando el Hospital Garrahan alertó al Hospital Pediátrico Avelino Castelán sobre la serología reactiva de VIH en un paciente, un niño que había sido derivado desde Chaco. Un análisis pretransfusional realizado antes de la derivación había resultado negativo, lo que generó dudas sobre los controles realizados en la provincia.
Mandanos tu info o reclamo por WhatsApp al 3624393128
La investigación evidenció que la sangre que se transfundió al niño provenía del Centro Especializado de Hemoterapia provincial, y que la unidad de hemocomponentes había sido entregada sin el debido control.
La investigación administrativa determinó que las trabajadoras Graciela Verónica Encina y Bárbara Maura Molina no cumplieron con los protocolos establecidos para el manejo de las unidades de sangre contaminadas.

En concreto, se identificó que durante el proceso de desbloqueo de hemocomponentes, las unidades con serología reactiva para VIH y Chagas no fueron descartadas correctamente. Estos errores, cometidos en septiembre y octubre de 2019, provocaron que sangre contaminada fuera entregada a hospitales de la provincia.
Además, se descubrió que el procedimiento de desbloqueo se realizaba de forma manual desde 2013 debido a la falta de un sistema informatizado, lo que aumentó el riesgo de error humano. La falta de tecnología en el centro especializado fue uno de los factores que facilitó las fallas en el control y la posterior transfusión de sangre contaminada. Esta situación subraya la falta de recursos adecuados en el sistema de salud provincial, lo que resultó en un grave incumplimiento de los protocolos de seguridad.
El sumario administrativo también reveló que, además de la transfusión de sangre con VIH, otro hemocomponente con serología reactiva para Chagas fue entregado al Hospital Perrando y transfundido a un paciente allí. Las investigadoras implicadas, Encina y Molina, no lograron justificar el incumplimiento de los procedimientos y, por lo tanto, fueron despedidas del servicio público por sus graves negligencias.