Geremias, de la batalla contra el cáncer a la sonrisa de la esperanza: un testimonio de vida
El titular de la Fundación Ciudad Limpia, Carlos Alabe, recordó la historia de superación de Geremias, un niño que logró atravesar un diagnóstico difícil acompañado por los trabajadores de Casa Garrahan Chaco.
"La Fundación Ciudad Limpia emprendió hace más de 15 años su proyecto más grande y ambicioso para la provincia y el norte argentino: una Casa Garrahan a 1.000 kilómetros de Buenos Aires. Como recurso económico fundamental, contó con la participación ciudadana y el reciclado de materiales que muchas veces se desechaban. Hoy, este esfuerzo exhibe uno de sus logros más importantes, que justifica su existencia y su necesidad", destacó Alabe.
El titular de la Fundación recordó que, en mayo de 2017, la Casa de la Madre y el Niño, más conocida como Casa Garrahan Chaco, recibió a uno de sus primeros pacientes ambulatorios del Hospital Pediátrico Dr. Avelino Castelán. Celeste, trabajadora de Ciudad Limpia, contó: "Todos fuimos a la recepción para recibir a un nuevo niño y contener a su mamá, como nos instruyeron en Buenos Aires".
"Ingresaba Geremias, un hermoso morochito con su mamá, quien estaba al borde de las lágrimas porque a su hijo le habían diagnosticado leucemia en la médula ósea, una noticia devastadora para ella. Desde el Servicio Social del hospital nos habían advertido que no nos encariñáramos demasiado, ya que su expectativa de vida era de apenas tres o cuatro meses", relató Alabe.
A pesar del doloroso pronóstico, su familia no se rindió. Su mamá, Noelia, recibió la noticia en un momento difícil, ya que también estaba embarazada de su tercer hijo. Su esposo Germán, desesperado, pensó en quitarse la vida, pero ella se convirtió en el pilar de la familia y lideró la lucha por la vida de su pequeño.
"UN MILAGRO EN CASA GARRAHAN CHACO"
Después de cuatro meses de internación, Geremias fue trasladado a Casa Garrahan Chaco para continuar con sus cuidados. "Todos los días, al llegar, lo primero que hacíamos era preguntar por Gere. Era un calvario vivir con la incertidumbre de si estaría mejor o peor", recordó Vilma, otra integrante de la Fundación.
Con el apoyo de un equipo médico comprometido y el cariño del personal de la Casa, la salud de Geremias comenzó a mejorar. "El Dr. Fernando Matera siempre nos decía: ‘La medicina sola no cura, los pacientes necesitan amor, contención, diversión y charlas. Eso en un hospital es imposible de brindar, por eso una casa de rehabilitación posthospitalaria es la solución’", mencionó Alabe.
UNA NUEVA OPORTUNIDAD Y UN REGALO ESPECIAL:
Hoy, siete años después, Geremias volvió a Resistencia junto a su madre y sus hermanos Marcos, de 13 años, y Gael, de 7, para un control médico en el Pediátrico. Los médicos le confirmaron su excelente estado de salud, una noticia que llenó de alegría a su familia y a todos los que lo acompañaron en su lucha.
Para celebrar este gran logro, Geremias recibió una bicicleta de regalo de parte de Nina y Emilio, en reconocimiento a sus buenas calificaciones y su esfuerzo. "Hicimos todo lo que nos recomendó en vida el Dr. Fernando Matera y funcionó. Hoy podemos ver a Geremias feliz y saludable, al igual que a muchos otros niños que pasaron por nuestra Casa", concluyó Alabe.
