Un hombre de Santa Fe realizó 22 denuncias contra su expareja en 17 días
La víctima se trata de un traumatólogo quien debió recurrir a la Justicia para que interceda en el caso de violencia vive debido a las agresiones de su expareja. Tras un conflicto a plena luz del día, la mujer quedó detenida.
Un traumatólogo de Santa Fe llamada Sebastián Grin atraviesa hechos de violencia, amenazas y hostigamiento por parte de su ex pareja desde hace ya varios meses. Ante estos hechos, el hombre debió realizar 22 denuncias en solo 17 días. Incluso, el damnificado dio cuenta que la agresora había falsificado documentos con la firma del profesional para conseguir medicamentos recetados.
A pesar de cada uno de los descargos judiciales, la mujer se hizo presente en el domicilio del médico y tras un llamado a la Policía y una persecución lograron detenerla.
A lo largo de ocho meses, Grin mantuvo una relación con la mujer identificada con las siglas M.E.L, de 36 años. Sin embargo, en octubre del año pasado se separaron y a partir de ese momento, el médico vive una pesadilla. En aquel entonces "me revoleó cosas en mi casa, me dijo que me iba a denunciar…yo entonces vivía en la zona del puerto, con la seguridad llamamos a la Prefectura", recordó.
El hecho de violencia motivó a que Grin decidiera presentarse en los tribunales de Familia el pasado 28 de octubre. Allí solicitó una medida de distancia y prohibición de contacto que fue otorgada por seis meses. Si bien la calma se mantuvo durante un tiempo, el 12 de noviembre se registró otra agresión.
A su vez, en una de las ocasiones el damnificado recordó: Ese día M.E.L "me abordó en mi auto, me agredió, me robó el celular, un vecino llamó al 911, vinieron dos policías mujeres, me arrinconan a mí; les explico que soy yo el que está denunciando. Me llevaron a declarar como testigo y les pedía que por favor le sacaran mi celular que lo tenía ella", indicó en diálogo con el programa Ahora Vengo de Aires de Santa Fe.
Mientras él era interrogado en la comisaría, la mujer aprovechó el tiempo para hackear el celular de su ex pareja y les envió fotos a sus contactos. Allí les dijo "que yo le había pegado, ahí ya estaba vigente la medida de distancia", relató el médico. Y detalló que tiempo después la mujer lo abordó en una fiesta y volvió a agredirlo.
A raíz de los hechos ocurridos, Grin es representado por la abogada Celeste Roa Hertelendi, con quien radicó las 22 denuncias por medio del sistema online del MPA dado que "me amenaza a mí, amenaza a mis padres, tengo miedo por mi hija", sostuvo.
Por su parte, la abogada advirtió a Aires de Santa Fe que a pesar de la medida de distancia otorgada por la jueza Claudia Brown, la mujer la incumplió en reiteradas oportunidades. "Más cerca de Navidad empezaron a empeorar las cosas, siguieron las amenazas y las coacciones", resaltó la abogada.
Al respecto, Roa Hertelendi recordó que la agresora sustrajo recetas de Grin y adulteró las prescripciones médicas para obtener determinados psicofármacos como clonazepam y antipsicóticos. "Ha fraguado la firma y el sello del médico para hacerse de esas medicaciones y le ha enviado amenazas por WhatsApp diciéndole que lo hacía responsable si a ella le pasaba algo", detalló la abogada sobre la situación que debió enfrentar su cliente.
Luego de varios meses de amenazas, el pasado lunes la mujer acudió al lugar de trabajo de Grin y lo sorprendió de manera agresiva. Varias personas fueron testigos filmaron el momento en que ella dañó su auto y lo golpeó en la cabeza. Si bien se retiró del lugar, a la noche se dirigió al domicilio de él.
Al notar la presencia de su expareja, el traumatólogo llamó de emergencia a la policía de manera que la agresora intentó darse a la fuga. Sin embargo, luego de una persecución policial, donde incluso llegó a agredir a una agente, quedó detenida.
Frente al violento caso, la abogada se lamentó por la falta de protección y respuesta que tuvo la víctima. Y es que "de las 22 denuncias que hizo mi cliente, nadie las ha querido recepcionar. Los fiscales no le dieron ninguna solución. Fue a la Comisaría Primera y ahí se burlaron de su condición: lo toman como un hombre golpeado que se tiene que aguantar el problema, eso es lo que le dijeron. Y en la Comisaría Segunda le dijeron que no tenían jurisdicción para tomarle la denuncia".