Recortaron un 79% el financiamiento estatal de la Iglesia Católica en 2024
El Gobierno recortó los gastos a la Iglesia, pero asignó fondos para sus programas de asistencia alimentaria.
El Gobierno implementó un ajuste generalizado en las cuentas públicas en 2024, lo que incluyó un recorte del 79% en términos reales de los fondos destinados a la Iglesia Católica a través de la Secretaría de Culto. Este ajuste se da en el contexto de un debate sobre los aportes estatales que comenzó en 2018, relacionado con la legalización del aborto, y se acentuó con la decisión de la Conferencia Episcopal de optar por la autosustentabilidad.
Aunque los fondos se redujeron, el presupuesto nacional de 2024 mantiene partidas destinadas a la Iglesia, como los $ 132,3 millones para el programa "Registro y Sostenimiento de Culto", lo que refleja una caída nominal de 32%.
Desde diciembre de 2023, los arzobispos y obispos dejaron de recibir una asignación mensual de $ 55.000, lo que marcó una fuerte decisión simbólica por parte de la Iglesia, que había renunciado a este complemento en 2018.
A pesar de la disminución en los fondos, la Iglesia sigue recibiendo "Asistencia Financiera al Culto Católico", que beneficia a 143 arzobispos, 600 sacerdotes y 1.000 seminaristas, aunque la asignación de los gastos queda en manos de la institución. También se destinan recursos a comedores y programas de asistencia alimentaria, como los más de $ 3.661 millones mensuales a Cáritas.
La Iglesia reforzó su financiamiento propio a través del programa de Financiamiento Eclesial (FE) y la ayuda de fieles, empresas y organizaciones internacionales. A pesar de la reducción de fondos públicos, la Iglesia sigue presente en barrios populares con proyectos relacionados con la educación, asistencia alimentaria, vivienda y apoyo a los más vulnerables.
