El aumento en la AUH y la caída de la inflación hicieron que disminuyan los índices de pobreza
En el tercer trimestre de 2024, la pobreza y la indigencia habrían disminuido significativamente al 38,9% y al 8,5% respectivamente, según los datos del INDEC y las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. Estos valores fueron confirmados también por el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
La pobreza, que en el primer semestre del año había alcanzado el 52,9%, retrocedería a niveles similares a los de 2023 (38,5%), y por debajo del 44,9% del último trimestre de 2023. La indigencia, por su parte, se redujo al 8,5%, comparado con el 10% en el tercer trimestre de 2023 y el 18,1% de principios de 2024.
Esto implicaría que alrededor de 18 millones de personas viven en la pobreza, de las cuales 4 millones son indigentes. En comparación con el primer semestre de 2024, cuando había 24,9 millones de pobres y 8,9 millones de indigentes, hay una disminución de casi 7 millones de personas en la pobreza y 5 millones en la indigencia.
El especialista Leopoldo Tornarolli destacó que la pobreza en el semestre abril-septiembre de 2024 estaría por debajo del 45%, una caída de 8 puntos en comparación con el primer semestre del año. Esto se debe a que las canastas básicas de alimentos y pobreza crecieron menos que la inflación y los ingresos familiares.
Además, el aumento de la AUH (Asignación Universal por Hijo) y las tarjetas alimentarias, que superaron la inflación, también ayudaron a mejorar la situación. La AUH, por ejemplo, pasó de $20.661 en diciembre de 2023 a $93.281 en diciembre de 2024, un aumento del 351,5%.
Agustín Salvia, director del Observatorio de la UCA, explicó que se logró salir de la crisis de finales de 2023 y principios de 2024, alcanzando niveles de pobreza similares a los de 2015, pero con un equilibrio fiscal y baja inflación que generan expectativas de recuperación en 2025.
Sin embargo, la situación sigue siendo frágil para las clases populares y medias, que aunque mejoraron respecto al primer semestre de 2024, aún permanecen por debajo de la línea de pobreza. La mejora en la medición de la pobreza se debe también a la desaceleración del aumento de las canastas básicas y el crecimiento de los ingresos familiares por encima de la Canasta Básica Total (CBT).
Por último, la desigualdad de ingresos se mantiene, aunque con una leve mejora: el 10% de la población con mayores ingresos gana 18 veces más que el 10% más pobre, frente a las 19 veces del año anterior. El coeficiente de Gini, indicador de desigualdad, se mantuvo casi igual en el tercer trimestre de 2024 (0,435) respecto al mismo periodo de 2023 (0,434).