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Viernes 31 de Enero, 2025
 
 
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Vocación pura: docentes chaqueños recorren más de 100 kilómetros diarios para enseñar a sus alumnos

Foto: TN. Maestras haciendo dedo.

En el interior de la provincia, la vocación docente se refleja en sacrificios diarios. Muchos maestros y profesores recorren más de 100 kilómetros para llegar a las aulas, enfrentando condiciones adversas, falta de transporte en algunos casos y largos tiempos de viaje. Estos educadores afrontan desafíos que ponen a prueba no solo su compromiso, sino también su vocación. Diario TAG se comunicó con dos de ellos para conocer sus experiencias.

SOBRE EL TRAYECTO DIARIO: ENTRE COLECTIVOS Y "HACER DEDO"

Paola, docente de cuarto grado de Capitán Solari, viaja a Resistencia diariamente en colectivo gracias al boleto gratuito otorgado por el gobierno. Sin embargo, el horario limitado de los servicios la obliga, en muchas ocasiones, a depender "hacer dedo" para regresar a casa. "El colectivo pasa por mi pueblo a las 5 de la mañana y llega a Resistencia a las 6:40. A la vuelta, si no alcanzamos el colectivo de las 12:50, tenemos que hacer dedo y llegamos a las 15:30 o 16:00, dependiendo del viaje", relató.

Paola, quien lleva ocho años ejerciendo la docencia, confesó que esta rutina genera incertidumbre y miedo. "No sabemos con quién ni en qué vehículo nos subimos, pero nos encomendamos a Dios para llegar bien. Pasamos más tiempo en la ruta que en el aula".

LAS ESPERAS Y LOS HORARIOS COMPLICADOS:

Néstor, docente de Machagai, enfrenta una problemática similar. Aunque el pasaje gratuito les permite viajar diariamente a Resistencia, los horarios de los colectivos dificultan su regreso. "El colectivo sale a las 20:00 de la terminal, y llego a casa a las 22:30. Por eso, prefiero hacer dedo; llego más temprano y puedo descansar más o dedicar tiempo a otras actividades", explicó.

El docente destacó que el desgaste físico y emocional de esta rutina se volvió parte de su día a día. A pesar de ello, no considera abandonar la profesión. "Trabajo porque me gusta, porque hay que mantener a la familia, pero sería ideal que los horarios de los colectivos se ajusten a nuestras necesidades".

Para estos docentes, la jornada laboral no termina en el aula. Las largas esperas en paradas de colectivo, las condiciones climáticas adversas y el riesgo de depender de la ayuda de desconocidos en la ruta son desafíos cotidianos.

Si bien el boleto gratuito es un alivio económico, los horarios y la frecuencia del transporte siguen siendo un problema. "Si cambiaran el horario del colectivo a las 19:00, sería espectacular", comentó el docente de Machagai.

A pesar de los inconvenientes, estos educadores mantienen su compromiso con los alumnos chaqueños, demostrando que la pasión por enseñar supera todas las barreras. La vocación docente en el Chaco no solo se refleja en las aulas, sino también en los kilómetros recorridos cada día, un esfuerzo silencioso que merece reconocimiento.

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