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Cómo funciona el Tribunal de Cuentas de Chaco: control, transparencia y desafíos en la gestión pública
Este organismo desempeña un rol fundamental en el control de los recursos públicos, asegurando su uso transparente y adecuado. En diálogo con Diario TAG, su presidente, Elda Pértile, brindó detalles sobre su funcionamiento, estructura, alcance y hallazgos, entre otros aspectos.
El Tribunal de Cuentas de la provincia del Chaco desempeña una función clave en el control de los recursos públicos, garantizando que el dinero del Estado sea utilizado de forma adecuada y transparente.
Su papel como órgano de control externo lo convierte en un actor fundamental para la gestión pública, especialmente en un momento en que el sistema necesita adaptarse a los desafíos de la digitalización y la modernización. Diario TAG dialogó con Elda Pértile, presidente del organismo, quien detalló el trabajo y los proyectos en curso que buscan no solo fortalecer el control de la hacienda pública, sino también hacer más accesible y transparente su labor.
Un control externo al servicio del Estado
Pértile define al Tribunal de Cuentas como el "órgano de control externo" del Gobierno provincial. Su función principal es inspeccionar el uso de los recursos públicos, asegurándose de que las cuentas del Estado, tanto a nivel provincial como municipal, se manejen correctamente y se ajusten a la legalidad.
El rol del Tribunal se extiende más allá de la simple fiscalización. A partir de la reforma constitucional de 1994, se le otorgaron funciones jurisdiccionales, de asesoramiento, información y control de gestión. "El control no tiene que ver con esperar a que haya un error para actuar, sino con acompañar la gestión para prevenir fallos y daños a la hacienda pública", señala Pértile.
Estructura y función del Tribunal de Cuentas
En cuanto a la estructura interna, el Tribunal está compuesto por más de 300 personas que a su vez, su conducción la integran cinco miembros, con una presidencia rotativa que cambia anualmente. Está organizado en dos grandes salas: una que se ocupa de la administración provincial y otra de la municipal. En total, se controlan más de 146 cuentas provinciales y 72 municipales, además de 120 causas pendientes de resolución.
A pesar de ser un organismo de control, Pértile destaca que el Tribunal debe trabajar de manera abierta y comunicativa, acercándose tanto a los responsables de las cuentas como a la ciudadanía: "Queremos que nos vean como un organismo que contribuye a la gestión pública, no como un ente alejado y distante que solo espera el error para actuar".
Transparencia digital y agilidad en los procesos
Una de las innovaciones en la que está inmersa el Tribunal de Cuentas de Chaco hoy es la digitación de sus procesos. La presidente del organismo destacó que la tecnología es una herramienta crucial para hacer más ágil y transparente el trabajo del Tribunal. A través de un sistema digitalizado, las rendiciones de cuentas y los informes pueden ser procesados de manera más eficiente, reduciendo los tiempos y mejorando la trazabilidad de los controles.
Hallazgos recientes
En cuanto a los hallazgos de irregularidades, el Tribunal identificó casos donde la documentación presentada por los responsables de las cuentas es insuficiente o desorganizada, lo que obliga a formular cargos y abrir investigaciones más profundas. En casos de mayor gravedad, cuando se encuentran irregularidades que pueden implicar delitos, el Tribunal pone los hechos en conocimiento de la Justicia, para que se investigue si existe algún delito que deba ser penalizado.
Desafíos a enfrentar
Pese a los avances, el Tribunal enfrenta importantes desafíos. Uno de los principales es la escasez de personal, explica su máxima autoridad. Con más de 140 entidades que controlar —que incluyen 70 municipios, organismos autárquicos, fideicomisos y empresas públicas como SAMEEP y SECHEEP— la carga de trabajo es enorme. "Es ambicioso con la dotación actual pretender abarcar todo lo que implica controlar el funcionamiento de los tres poderes del Estado, las empresas del Estado y los organismos autárquicos", asegura Pértile.
Este año, el Tribunal logró un refuerzo en su nómina con la incorporación de personal regularizado tras años de contratos temporarios. Aunque este avance es importante, Pértile menciona que aún se espera un mayor refuerzo presupuestario para 2025 y 2026, con el fin de consolidar un equipo más robusto y preparado.
"Utilidad y oportunidad"
Una de las características que diferencia al Tribunal de Cuentas de Chaco de otros organismos de control es su enfoque proactivo. "El control tiene que ser útil a la gestión, no reactivo", explica Pértile. Es decir, su objetivo no es solo detectar errores cuando ya ocurrieron, sino anticiparse a posibles problemas para evitar daños a la Hacienda Pública. Este concepto de "utilidad y oportunidad" es clave en la nueva gestión que lidera Pértile, buscando estar presentes en las primeras etapas de la gestión pública para orientar y asistir a los responsables de la administración.
Asimismo, el Tribunal no se limita a hacer auditorías. Su Dirección de Control de Obras Públicas verifica de manera física los avances de los proyectos de infraestructura, asegurándose de que se cumpla con los estándares de calidad y las mediciones correctas.
Un Tribunal en transformación
Pértile destacó que el Tribunal de Cuentas está atravesando una etapa de grandes transformaciones, tanto en términos tecnológicos como organizativos. Este proceso no solo incluye la modernización de los sistemas y la mejora en la capacitación del personal, sino también un cambio de enfoque en la manera en que se percibe el control público. "Hoy entendemos que el control no tiene que ser sólo punitivo, sino que debe ser una herramienta para la mejora continua de la gestión pública", concluyó.
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