Asesinaron a los dos jefes de la barra de Rosario Central: les dieron entre 7 y 10 disparos
Ambas víctimas fueron trasladadas al Hospital Centenario, donde constataron su deceso a causa de las heridas de bala.
Una vez más, la pasión y rivalidad del fútbol argentino se vieron empañadas por la tragedia y la violencia. Tras el partido en el que Rosario Central cayó 1-0 ante San Lorenzo, una noticia sacudió la noche: Andrés "Pillín" Bracamonte y Daniel "Rana" Atardo, líderes de la barra brava del equipo rosarino, fueron asesinados a balazos en las cercanías del Estadio Gigante de Arroyito.
Según los primeros informes, ambos recibieron entre siete y diez disparos por parte de al menos dos personas que se desplazaban en una motocicleta, mientras se trasladaban en una camioneta.
La violenta emboscada tuvo lugar en la intersección de las calles Reconquista y Avellaneda, a pocas cuadras del estadio. Las primeras versiones indican que la moto interceptó el vehículo en el que iban Bracamonte y Atardo, y abrió fuego. "Rana" Atardo, presuntamente el conductor, fue el primero en ser declarado fallecido.
Minutos después, se confirmó también la muerte de Bracamonte. Ambos fueron trasladados al Hospital Centenario, donde se intentó asistirlos sin éxito, según confirmó el periodista Mauro Szeta en un video que compartió con detalles de la situación.
El incidente generó un caos en el hospital, donde familiares y amigos de los fallecidos se congregaron en medio de la conmoción y exigieron respuestas, obligando al Ministerio de Seguridad a reforzar la vigilancia policial en el centro de salud. La investigación, encabezada por el fiscal Alejandro Ferlazzo, titular de la Unidad de Homicidios Dolosos, comenzó de inmediato. Desde la fiscalía informaron que han solicitado el relevamiento de las cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, en las inmediaciones del crimen, además de la toma de testimonios de posibles testigos y el levantamiento de rastros en la escena.
Varios hinchas, aún saliendo del estadio en el momento de los disparos, confirmaron haber escuchado entre siete y diez detonaciones, y aseguran haber visto a los tiradores escapando en una moto. Aunque aún se desconoce el motivo exacto detrás del asesinato de ambos líderes de la barra brava, las primeras hipótesis apuntan a un posible ajuste de cuentas.
La institución de Rosario Central había aplicado sobre él un derecho de admisión, por lo que ya tenía prohibido ingresar al estadio desde hace varios meses. A pesar de ello, solía hacerse presente en los alrededores cada vez que el equipo jugaba de local.