Condenaron a policías de Resistencia y un gendarme por alertar a narcos y asesorarlos a cambio de favores
Además, una dealer, quien proveía de estupefacientes a los tres agentes de la Comisaría 12°, también recibió una pena.
Tres policías, un gendarme y una dealer fueron condenados por el Tribunal Oral Penal de Resistencia por asociación ilícita que quedó comprobada hace dos años y reveló la confabulación entre los agentes de las fuerzas de seguridad y narcos.
Fue mediante un juicio abreviado entre los acusados y el fiscal federal Federico Carniel. Frente a los jueces Juan Manuel Iglesias, Enrique Boch y Fabián Cardozo, los policías Rubén Molina y Matías Frete admitieron su culpabilidad y fueron condenados a 4 años y 2 años de prisión en suspenso, respectivamente, además de ser inhabilitados para ocupar cargos por cuatro años.
Por su parte, el gendarme Miguel Paniagua también fue a juicio abreviado y fue condenado a un año de prisión en suspenso y dos de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por el delito de revelación de secreto oficial.
Sin embargo, el policía Leandro Cocco continuó el juicio y fue condenado a 3 años y 6 meses de prisión por cohecho pasivo, abuso de autoridad, encubrimiento agravado y asociación ilícita. También fue inhabilitado especialmente de forma perpetua para ejercer cargos públicos.
Finalmente, en el caso de Ester de la Cruz Pereña, quien es la única detenida en la causa, fue condenada a 4 años de prisión por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, cohecho activo y asociación ilícita en calidad de coautora.
EL CASO
El hecho se descubrió el 12 de enero de 2022, cuando personal de Gendarmería fue interceptado por Molina mientras realizaba una investigación en el barrio Santa Catalina. Allí, el policía se presentó agresivamente ante los gendarmes y obstaculizó su trabajo.
Esa noche, Molina y Cocco confrontaron al personal en la Unidad de Reunión de Información (URI) y exigieron explicaciones sobre lo investigado. Esto derivó en allanamientos en los domicilios de ambos policías.
En la vivienda de Molina encontraron dos gramos de clorhidrato de cocaína, armas y municiones. Además, allanaron la Comisaría 12°, donde Molina, Cocco y Frete eran oficiales y se hallaron más de 400 gramos de marihuana que no estaba registrada.
Tras esto, el Ministerio Público Fiscal investigó y descubrió que los policías eran parte de una organización criminal que operaba desde 2021 junto al gendarme Paniagua y Pereña.
Esta última era quien se encargada de proveer los estupefacientes a los funcionarios policiales a cambio de protección. Durante el allanamiento de su vivienda, secuestraron 95,5 gramos de clorhidrato de cocaína distribuidos en 211 envoltorios. Se supo que los policías utilizaban la droga brindada por la dealer para armar causas fraudulentas.
El trío de agentes policiales encubrían las actividades ilícitas de Pereña y, a cambio de drogas, omitías las denuncias y hasta alertaban a otros narcotraficantes de los operativos policiales. Incluso, daban "tips" a delincuentes sobre cómo ejecutar robos y recibían favores a cambio de solucionar problemas administrativas.
Por su parte, el gendarme fue señalado de proporcionar información confidencial a los policías sobre los operativos de la URI. En enero de 2022, Paniagua detalló las operaciones a Molina y Cocco, con el objetivo que eludieran los allanamientos.