La comunidad católica de Sáenz Peña celebró la festividad de San Roque
Este viernes por la tarde se realizó la festividad en honor a San Roque, patrono de Sáenz Peña.
En el Día del Santo Patrono de Sáenz Peña, se llevaron a cabo diversas actividades en torno a la celebración de San Roque que culminó con una procesión y posterior Santa Misa que fue presidida por el Obispo de la ciudad, Monseñor Hugo Barbaro.
Una nutrida concurrencia de feligreses católicos acompañó la imagen de San Roque por las calles de la ciudad, procesión de la que participó también el intendente de la ciudad Bruno Cipolini, acompañado por funcionarios municipales y concejales.
Monseñor Barbaro en su homilía en honor a San Roque, recordó parte de la vida del Santo quien "se apoyaba en los Sacramentos, acudía mucho a la Virgen y así transmitían paz incluso en medio de dificultades y acercaban a mucha gente a Dios".
"Así fue la vida de San Roque, por eso nos lo puso la Iglesia como ejemplo al proclamarlo Santo, nos aseguró que está en el cielo y podemos pedirle auxilio, por falta dinero o trabajo, quizás salud o paz en las familias, acudimos a Dios a través de nuestro Santo Patrono", dijo el Obispo de Sáenz Peña.
En su mensaje, monseñor Barbaro pidió a la comunidad "volver a San Roque", quien a pesar de su enfermedad "nos lo imaginamos triste, en rebeldía con Dios; tenía la paz de quien cumple la Voluntad de Dios. Roque había hecho lo que señaló Jesús como necesario para entrar al cielo".
Dijo que "la vida cuando se vive en un clima de relación cercana con Dios; se ven las cosas de otro modo y, como en el caso de San Roque, o el de San Juan Pablo I, las circunstancias hablan, en el dolor que tanta rebeldía podría ocasionar, y también en la alegría al sentir la cercanía de Dios, como nos cuida".
Pidió monseñor Barbaro que se debe seguir el camino de San Roque, el de todos los santos, "no descuidar la oración diaria, la ayuda de los Sacramentos, acudir a la Santísima Virgen María. Escuchar a Dios que habla al corazón y también a través de circunstancias que nos tocan vivir".
Por último, el obispo recordó que la vida de San Roque parece sencilla y podría haber acabado en el olvido, "un muchacho bueno que ayudó a enfermos, pero tuvo mucha fuerza su sintonía con Dios y el modo en que cumplió su voluntad lo hizo fuerte, no había redes sociales ni medios de comunicación, pero rápidamente se extendió su devoción, y mucha gente en muchos sitios lo tenía por santo y acudiendo a él conseguía favores".
