Juicio por el atentado a CFK: Sabag Montiel dijo que quiso llevar adelante "un acto de justicia"
Inició el debate en el que se prevé el desfile de unos 277 testigos, incluida la ex vicepresidente. En la audiencia participan el hombre que apuntó a la ex jefa de Estado, junto a Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.
Este miércoles, el Tribunal Oral Federal 6 comenzó a juzgar a los tres acusados de haber intentado matar a Cristina Kirchner en septiembre del 2022. En el banquillo están sentados Fernando Sabag Montiel, el atacante que apuntó con un arma a la cabeza de la entonces vicepresidente; y Brenda Uliarte, su ex novia, ambos señalados como coautores de tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego.
No obstante, la fiscalía anunció que también buscará aplicar el agravante de violencia de género. Asimismo, se encuentra Nicolás Carrizo, el jefe de ambos y señalado como un partícipe secundario. Los encargados de dar un veredicto serán los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari. La seguridad del edificio fue reforzada.
Una hora más tarde de lo previsto, los camarógrafos y fotógrafos entraron a la sala para registrar a los acusados. Sabag esperaba con un cuaderno en la mano y un mensaje: "Me tienen secuestrado", escribió. Del otro lado, estaba Brenda. Cuando una periodista le preguntó si estaba arrepentida, la joven la miró de reojo y le contestó: "qué pregunta más pelotuda". Carrizo miraba el desfile de los cámaras en silencio y con atención.
De esta manera, se dio formalmente inicio al debate. Lo primero que se hizo fue leer la elevación a juicio que hizo la querella y luego la fiscalía. Y luego llegaron lo que se llaman las cuestiones preliminares. El abogado de Carrizo planteó que este caso debió haber sido un juicio por jurados. La fiscalía y la querella lo rechazaron. También el tribunal. Luego llegaron más planteos, algo que generó las críticas del Ministerio Público.
Sabag se ubicó frente al micrófono cuando le preguntaron si quería declarar. Llevaba el mismo cuaderno en el que había hecho anotaciones sobre lo que había oído hoy en el tribunal. La jueza Namer le explicó que no iba a poder hablar con su defensora. Dio su nombre, su apodo "Nando", los detalles de los nombres de sus padres y contó que había estudiado dos años ingeniería en la UBA. "Antes de su detención ¿con quién vivía?", le consultó Namer. "Con Uliarte", respondió. La fiscalía quiso saber si también reconocía los apodos de "Negro", "Nana" y "Tedy", algo que también admitió.
Cuando la jueza dio lugar a sus dichos, el joven de 37 años no coordinó una idea clara y buscó opinar sobre lo que terminaba de discutirse momentos antes sobre cuestiones jurídicas. Dijo que Carrizo trató de inmiscuirse en el atentado y que el arma que él ofrecía nunca apareció. Después dijo la jueza María Servini lo había llamado a declarar como testigo (la de la rotura del teléfono) y la trató de una magistrada "que libera a manifestantes kirchneristas".
Del mismo modo, detalló que a Brenda la conocía desde hace siete años y no compartían ideas políticas. Y que la relación con Carrizo era solo laboral. "El y su mujer son cobradores de planes sociales, él tampoco tenía una mirada contraria al kirchnerismo", afirmó y hasta un conocido en comun iba a marchas del Polo Obrero. "Yo no llevaba una discusión con ellos". "Yo jamás le conté a carrizo lo que iba a hacer. Yo me lo guardé", subrayó.
"Estoy acá porque una parte de la justicia argentina no funciona. Me cargué una mochila, traté de pagar el precio de lo que otros no hicieron", afirmó. Y sobre Cristina Kirchner añadió: "no me gusta de que es corrupta, de que roba, de que hace daño a la sociedad y demás cosas que son sabidas".
Rechazó haber llevado adelante el atentado por dinero o estar ligado a Revolución Federal. Afirmó que él llevó adelante su plan "por valores" y no por dinero. "Es un acto de justicia y no fue un acto del cual traté de favorecerme económicamente o por otro lado. Tiene una connotación más etica y más comprometida con el bien social que otra cosa", dijo.
"Quizás ella (Brenda) lo tomó com un juego de niños (...) Y si bien eso la complicó, de ciertas manera creo que no midió las consecuencias (...) No cualquier persona dice vamos a matar a alguien", sostuvo.
Cuando la fiscal quiso avanzar, Sabag lo dejó aún más claro: "Yo la quería matar (a CFK) y ella quería que muera. Yo nunca le di el arma diciendo hacelo vos. Ella quería ser más una espectadora que una partícipe".
En la acusación está la fiscal Gabriela Baigún junto a los abogados de CFK, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal. Las dos partes buscaron, y no consiguieron, sumar a este debate pruebas sobre la causa Revolución Federal y el tramo que aún sigue en instrucción para saber si hubo autores intelectuales detrás del atentado. Se estima que en los interrogatorios apuntarán a esa hipótesis.