Izquierda, derecha y chau: una kiosquera impidió un robo a lo "Maravilla" Martínez
Un ladrón intentó sustraer un kiosco 24 horas ubicado en la avenida Avalos al 525, pero la persona que atendía el comercio frenó el accionar del delincuente a puros golpes de puños.
En la madrugada del miércoles, un intento de robo ocurrió en un kiosco ubicado sobre la avenida Avalos al 525, en la ciudad de Resistencia. Gracias a las habilidades marciales de una empleada, el ladrón no logró llevarse nada.
En la mañana de este jueves, Diario TAG se dirigió hacia el comercio y habló con Antonella, la encargada del kiosco, relató los hechos y cómo pudo su compañera evitar el robo. Según su relato y las grabaciones de las cámaras de seguridad, el incidente involucró a un conocido trapito de la zona que solía comprar cigarrillos sueltos en el lugar.
"Primero pidió agua en una botellita. Le cerró la ventana para ir a buscar el agua y, mientras tanto, se veía en las cámaras que él estaba afuera mirando para todos lados, muy incómodo, viendo si venía alguien", explicó Antonella. "No había mucho tránsito en ese momento, no había nadie. Cuando le acercó el agua y abrió la ventana, él metió la mitad del cuerpo e intentó manotear para robar".
La empleada que fue intercedida, reaccionó de inmediato y comenzó a golpear al agresor. "Por suerte, es una chica que hace kickboxing o lucha libre, no sé bien, pero atinó a pegarle puñetazos, propio del entreno de ella", comentó la encargada.
El ladrón no logró llevarse nada y se retiró del lugar. Los dueños del kiosco decidieron no presentar una denuncia, creyendo que, si el agresor fuera arrestado, sería liberado rápidamente. "No hicimos denuncia porque creemos que, si va preso, va a salir a las dos horas, como todos en este país", explicó Antonella.
Sobre la empleada que sufrió el intento de robo, explicó: "Quedó asustada, le sangraron un poco las manos, pero esta todo bien", cerró.
La encargada del kiosco explicó que la zona del Carrefour es conocida por su alta incidencia de robos y delincuencia. "Ya sabemos quiénes son los delincuentes, en cualquier momento del día existe un robo", señaló.
Finalmente, y como medida de seguridad, el kiosco planea reforzar la vigilancia eliminando los barrotes donde el ladrón se pudo colgar, instalando más cámaras de seguridad y manteniendo una mayor atención. Además, se decidió adquirir gas pimienta para la defensa personal de los empleados, con la esperanza de "evitar el uso de armas más peligrosas como cuchillos".