Un chaqueño fue estafado por WhatsApp, pero su amigo fue mucho más vivo y engañó al delincuente
"Que te sirva para algo, gil", fue la contestación de los estafadores ante el engaño.
En tiempos donde las estafas virtuales son cada vez más comunes, un joven de Resistencia demostró que con viveza que puede dar vuelta una situación y convertir a los estafadores en víctimas. El incidente comenzó cuando Braian, fue víctima de un robo de su cuenta de WhatsApp, utilizado por ciberdelincuentes para solicitar dinero a sus contactos.
Las estafas por WhatsApp se convirtieron en una táctica común para los delincuentes, quienes aprovechan la velocidad de las transacciones en billeteras virtuales y las vulnerabilidades de las plataformas para obtener dinero rápidamente. Sin embargo, esta vez, los delincuentes se encontraron con una sorpresa.
Sebastián, amigo de la víctima, recibió este martes un mensaje de su compañero Braian solicitando dinero. Al sospechar que la cuenta había sido hackeada, Sebastián decidió investigar. "Me di cuenta de que no era él y me puse en contacto con el papá para avisarle que le habían robado el celular o se lo habían hackeado", explicó el joven.
Decidido a enfrentar a los estafadores, Sebastián siguió la conversación con quien se hacía pasar por Braian y les dijo que no podía enviar dinero porque no tenía crédito en su teléfono. "No tengo crédito, por eso te dije que me cargues algo de crédito y te paso todo", insistió. Sorprendentemente, los delincuentes accedieron y le cargaron 1500 pesos de crédito en su teléfono.
Con el crédito acreditado, Sebastián decidió dar a conocer su engaño a los estafadores enviándoles una captura de pantalla de Mercado Pago con el mensaje "Re seco" en la sección de "saldo", acompañado de un sticker que decía "después te pago". Los estafadores, visiblemente enojados, respondieron con insultos y un irónico "Que te sirva para algo, gil".
Sebastián reveló al Diario TAG que la inspiración para su contraataque vino de una noticia previa donde a otro estafador le habían cargado 500 pesos de crédito en Buenos Aires. "Pensé que tenía que hacerlo un poco mejor y le pedí 1500. Y bueno, funcionó", relató.
Este acto puso la necesidad de estar siempre alerta ante las estafas virtuales y de buscar formas innovadoras para protegerse de ellas.
