El Gobierno cuestionó la huelga: "Un paro a base de piedrazos, de extorsión y amenazas, no es un paro"
El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó que hubo hechos de violencia para impedir que la gente llegue a sus lugares de trabajo.
El Gobierno nacional rechazó enérgicamente el paro general convocado por la CGT, siendo éste el segundo desde que Javier Milei asumió la presidencia en diciembre pasado. Se denunciaron actos de violencia destinados a impedir que los empleados pudieran llegar a sus lugares de trabajo. Además, se criticó a los líderes sindicales que, según el Gobierno, llevan décadas viviendo del esfuerzo ajeno y se destacó que la gestión actual enfrenta "más paros que leyes" sancionadas.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, expresó durante su conferencia de prensa en la Casa Rosada: "Es un paro absolutamente inentendible si intentamos buscar una explicación más allá de su carácter político. Un paro que involucra actos de violencia, como arrojar piedras y amenazas, no es simplemente un paro; es el resultado de un esquema sindical anacrónico que claramente ha quedado en otro tiempo".
Adorni detalló que "en varias esquinas, los conductores de colectivos fueron atacados con piedras y sus neumáticos fueron pinchados con clavos". También mencionó que "hubo grupos violentos del sindicato de Camioneros que impidieron el acceso de los trabajadores a las fábricas en Pacheco, Mataderos y San Martín".
El vocero expresó su preocupación por la dificultad de medir el nivel de acatamiento al paro cuando los trabajadores son impedidos de llegar a sus lugares de trabajo y se ven amenazados por la violencia y el amedrentamiento.
Adorni inició su conferencia de prensa agradeciendo a todos los argentinos que continuaron trabajando a pesar del paro, incluidos los conductores de colectivos, los empleados de Fly Bondi, los policías, los médicos, los trabajadores rurales, los comerciantes, los trabajadores independientes, los docentes particulares, los monotributistas y los autónomos.
Asimismo, informó que hasta el momento habían recibido 1.932 llamadas a la línea 134, el canal habilitado para denunciar extorsiones por parte de sindicatos y organizaciones sociales.