Periodista
Los tiempos de la justicia: ¿Cómo es el proceso judicial para los menores que cometen un delito?
La jueza de Niñez, Adolescencia y Familia Nº 4, Vilma Almirón explicó los pasos a seguir cuando son jóvenes menores de edad los que cometen un delito.
Los tiempos de la justicia son otros, hay procesos que seguir cuando se cometen delitos y cuando están involucrados menores de edad no es muy diferente. Hay procedimientos y pasos a seguir que la mayoría de los mortales desconocen.
Vilma Almirón es la jueza de Niñez, Adolescencia y Familia Nº 4 de Resistencia y es una de las personas que mejor conoce los procesos antes mencionados. Ella trabaja en el juzgado de Niñez, Adolescencia y Familia ubicado en la avenida Las Heras. El mismo es penal juvenil, eso significa que atienden causas de adolescentes en conflicto con la ley penal o infractores de la ley penal.
Almirón explicó que lo correcto es nombrar a los jóvenes que tienen problemas con la ley como adolescentes o bien personas menores de edad. "Porque la palabra menor de por sí conlleva una cuestión peyorativa, una cuestión, una carga negativa, porque capaz es adolescente, el chico que va a la escuela o que va al club y es menor el que está marginado o el que está incluido en la escuela. Entonces, como para igualar a todos y ser todos iguales ante la ley, es adolescente o persona menor de edad".
Los procedimientos comienzan cuando ingresan las causas a través de las denuncias que se realizan en la fiscalía o bien por un hecho puntual que se comunica al celular del turno y ahí ya comienza la intervención. "El turno es, por ejemplo, un domingo a las cuatro de la tarde o un sábado a las tres de la madrugada y eso a nosotros nos notifican y ahí disponemos", comentó la jueza.
La ley 2951-N es el proceso penal aplicable a los adolescentes y fue sancionada en 2019. La misma establece que las personas menores de edad pueden permanecer solamente 12 horas en comisaría. "Ese es el plazo que nosotros tenemos para disponer qué hacemos con ese adolescente. Entonces, provisoriamente se lo aloja en la Aldea Tres Horquetas, que tiene un protocolo para su admisión", relató Almiron.
Aldea Tres Horquetas
El nombre real es Centro Socioeducativo Juvenil Aldea Tres Horquetas. El mismo se ubica en Ruta Nacional N° 11 a la altura del kilómetro 1018. El centro depende del Ministerio de Desarrollo Humano, más precisamente de la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia, Familia y Adultos Mayores.
Allí se alojan chicos que tienen entre 16 y 18 años, tanto de Resistencia como del interior de Chaco. Además, es el único centro de este tipo en la provincia, tiene una capacidad para 20 personas y un amplio espacio de esparcimiento. Los adolescentes ingresan por disposición de los juzgados provinciales y la orden judicial viene acompañada de un certificado de salud pública.
A la Aldea se derivan los casos más graves, por ejemplo homicidios, tentativas de homicidios, robos con armas, reiteración de hechos delictivos o abuso sexual. La ley antes mencionada, la 2851-N, tiene tres medidas para aplicar: habitación y protección, libertad vigilada y como último recurso, el alojamiento en la aldea Tres Horquetas. "Cuando son hechos no tan graves, que es un encubrimiento, por decirte, nosotros disponemos la entrega a los progenitores e igualmente se hace el seguimiento desde el juzgado", resaltó la jueza.
Sin embargo, no se puede considerar a Tres Horquetas como un centro de reinserción y Almirón brindó su punto de vista al respecto. "Para mí, además de tener más presencia de educación, debería tener capacitación de oficios. Electricidad, mecánica, carpintería, panadería, peluquería, salidas laborales accesibles para los adolescentes.
"Una vez que comienza el proceso, tenemos las actuaciones policiales, formamos expediente y se da intervención al equipo interdisciplinario. Si el caso sucedió en el turno se da intervención al defensor oficial en turno y a la asesora de niñas, niños y adolescentes en turno comunicándole la situación de este adolescente", relató Almiron en relación al proceso judicial.
También se lleva a cabo una evaluación integral con trabajadoras sociales, psicólogos y se realiza un amplio informe socio ambiental. Esto último se hace para saber cómo está constituida su familia, cómo es el barrio donde vive, cómo es su casa, cómo es su vida, si está escolarizado, si consume o no.
Al recibir el resultado de dicho informe y conocer qué delito le atribuyó la fiscalía al adolescente, se procede a adoptar una medida. Almirón explicó que: "Esta medida se controla cada 30 días conforme a nuestra ley, mediante audiencia o mediante vistas a la asesora y a la defensa".
El juzgado de niñez solo se encarga del trámite legal siempre y cuando la persona tenga entre 16 y 18 años, una vez que cumple la mayoría de edad se lo trata de manera diferente ante la ley. Por ende el tiempo de actuación es muy corto. Además, cuando están por debajo de esa edad son inimputables, no están sometidos a un proceso ni a una investigación penal. Es decir, que esos niños quedan fuera del sistema y se los deriva a la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia, Familia y Adultos Mayores para que continúe con lo que estipula la ley de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la N° 2086-C.
Por otra parte, en causas relacionadas a menores de edad también se ejecutan juicios."Acá se hace juicio como se hace en las cámaras, con fiscalía, con defensa, con la asesora y con querellante. Las audiencias son orales, son reservadas, no están abiertas al público, porque justamente tiene el adolescente su derecho a la intimidad, a la reserva", aclaró Almirón.
Luego se dicta sentencia y la misma puede ser absolutoria o condenatoria. "Nosotros sopesamos, ponderamos, vemos, estudiamos, analizamos si fue su primer hecho o es una reiteración, si es una conducta que tiene o pudo resocializarse. La ley me da la facultad, no es un invento, no es algo que yo lo hago porque tengo ganas, la ley me da la facultad de absolver o de aplicar pena. La ley mediante este trabajo que se hizo previamente puede darme la posibilidad de absorberlo de pena porque el chico ya se resocializó, porque está escolarizado, porque no volvió a cometer nuevos delitos, etcétera", manifestó la jueza.
Allí reside la diferencia con un adulto, a la persona mayor de edad que comete un delito se le aplica una pena. En cambio, cuando los que se ven envueltos en este tipo de procesos judiciales son adolescentes existe la posibilidad de absolverlos porque se trata de personas en procesos de desarrollo. "Son chicos de 16, 17 años, que quizás su primer contacto con el Estado es a través del delito, porque no tienen documentos, o porque nunca fueron a la escuela, o porque son analfabetos. Tienen necesidades básicas insatisfechas desde su primera infancia. Entonces, esta puerta de entrada, que no es la ideal, para que el Estado lo visibilice por primera vez, incluye que el adolescente pueda escolarizarse, hacer tratamiento o acceder a una beca".
La familia de los adolescentes es una parte fundamental en los procesos y protagonistas desde el primer momento porque en muchos casos no están presentes en el desarrollo de los chicos. "Se empieza a trabajar con la familia, se le hace un seguimiento, a la familia se la compromete, puede ser mamá, papá, una hermana, una prima, una abuela, una tía, un padrino, alguien, un referente afectivo, que se haga cargo de la situación de este adolescente y acompañan el proceso. Si nosotros no tenemos esta familia acompañando, es muy difícil que esto resulte", explicó la jueza.
Caso "Manito de miel"
"Manito de miel" fue uno de esos adolescentes que entró al sistema por cometer delitos. Ingresó a los 14 años siendo inimputable, con una familia que no ejercía su rol como tal y una comunidad que lo expulsaba. También tenía hermanos que delinquían. Además, el consumo de drogas también fue un factor determinante
Edad de imputabilidad
En este último tiempo, se planteó la posibilidad de bajar la edad de imputabilidad. Actualmente es de 16 años y la intención es bajarla a los 14. Almiron aseguró que: "La edad de imputabilidad no se podría bajar. No es porque lo digo yo como jueza, sino que nuestra ley no lo permite". Además, agregó: "Lo que pasa es que hay que cambiar los paradigmas, entender que se tiene que trabajar en educación, se tiene que trabajar en salud, se tiene que trabajar con la comunidad, con la familia y no ser la pena de prisión la respuesta al delito cometido por adolescentes".
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