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"El mayor daño a los ingleses se hizo en el continente y no se nos reconoce", la historia del soldado que no llegó a Malvinas
A 42 años de la Guerra de Malvinas, Héctor Mangini uno de los movilizados, para ser parte del conflicto, pero que no estuvo en las islas se presentó en la redacción de Diario TAG, para recordar su etapa en combate y exponer su lucha por la veteranía completa.
La primera semana de abril de 1982, Héctor Mangini tenía 19 años, cuando tocaron la puerta de su casa, su mamá le avisó que lo buscaban, él fue a la entrada y se encontró con un policía que le entregó un telegrama donde le ordenaban que se presente de inmediato al cuartel. Héctor debía ir a la guerra a defender la soberanía argentina de las Islas Malvinas.
No sintió miedo, todo lo contrario, su cuerpo estaba repleto de patriotismo y entusiasmo, según contó al igual que el del resto de los soldados, quienes sufrían eran sus padres. De inmediato se presentó al cuartel, preparósu bolso, lo armaron, le dieron una pequeña instrucción y quedó a la espera.
Allí se formó la Compañía de Comunicaciones 7 de la Liguria Chaco, y a las doce de la noche partieron desde el aeropuerto de Resistencia, sin saber a donde, a las cuatro de la mañana arribaron a Río Gallegos y el grupo de soldados fue dispersado por distintos pueblos del sur argentino. No llegaron a las Islas Malvinas, aunque siempre estuvieron disponibles para ello.
Desde el continente se realizaron actividades logísticas para defender el territorio, los soldados realizaban patrullas, guardias, se encargaban del servicio de comunicaciones, se planeaban estrategias y según relató Héctor es desde donde más bajas se les produjo a tropas inglesas. Hoy los combatientes que no llegaron a Malvinas, son denominados movilizados y luchan por el reconocimiento de una veteranía completa, en reconocimiento a su labor desde el territorio argentino y en memoria de los 17 héroes nacionales que perdieron la vida allí.
"La mayoría de los soldados que cargaban las bombas no son reconocidos"
Héctor, movilizado al igual que un gran número de excombatientes sostiene que "se reconoce solamente al piloto y no al personal que venía con la bomba en la mano. La mayoría de los soldados que cargaban las bombas no son reconocidos".
Y destacó: "Se premió más la acción territorial que operacional. Con el sólo hecho de haber pisado Malvinas, por más que hayan sido dos días sos veterano. Pero si estuviste todo el tiempo en el continente no, por una cuestión política y de dinero".
TAG: ¿Cómo fue el momento en qué los convocaron para la guerra?
-Estaba en casa, viene mi mamá y me dice, te buscan, yo salí y había un policía con un telegrama, que me ordenaba presentarme de inmediato al cuartel. Me presenté y ya no volví a salir y ya me armaron, empezamos a hacer el bolso, todo lo que se iba a usar, mochilas, cosas para comer, carpas, nos dieron una mini instrucción y quedé en el cuartel a la espera. Tenía 19 años.
TAG: ¿Qué pusiste en ese bolso para ir a combatir?
-Teníamos mucho patriotismo estábamos muy entusiasmados, no pensábamos en nada, quienes sufrían eran nuestros padres, nadie quería quedar afuera. Acá tuvimos una despedida con un cura y nos dieron un rosario, un pasamontañas, que no se podía usar porque te tapaba los oídos, guantes que tampoco porque el dedo no podía entrar en el fusil.
TAG: ¿Cómo fue partir a la guerra?
-Y salimos del aeropuerto de Resistencia, una noche tarde a las 12 de la noche. 4 de la mañana estábamos en Río Gallegos, al principio no sabíamos donde estábamos porque nos fuimos sin un rumbo certero, no sabíamos dónde nos llevaban, nos bajamos y nos encontramos con todo eso nuevo, aviones, pilotos y mucho más. Llegamos, desayunamos ahí debajo de los aviones y después nos dispersaron en distintos pueblos. Hubo mucha actividad.
TAG: ¿Cómo fue estar ahí?
- Padecíamos el frío porque tuvimos casi 30 días de nieve, que no paraba, los lugares que hacíamos guardia se llenaban de hielo, no tuvimos tiempo ni siquiera de bañarnos, algunos dos meses no se bañaron. No se pensaba y se extrañaba mucho sobre todo uno extrañaba su pieza, su cama, dormíamos en bolsas de cama, pero casi no dormíamos, teníamos mucha actividad, que un día hacíamos guardia, al otro patrulla o llevábamos todas las documentaciones, las difundíamos por los distintos campamentos que había en la zona. Donde yo estaba había muchos corresponsales de guerra, yo les llevaba las noticias y ellos las difundían, muchas de las fotos que se difunden hoy son del sector donde nosotros estábamos.
TAG: ¿Se acuerda alguna de esas noticias?
-No, las desconocíamos totalmente, no veíamos revista, estábamos en un campamento donde casi no se dormía, nuestra reacción de comida era una bolsita con un corneed beef, masitas cubicadas, una carta, un pedazo de chocolate o un paquete de cigarrillos, nunca los dos juntos, así que nos canjeábamos, estuvimos todo ese tiempo bajo órdenes de hacer patrullas. Estábamos en permanente movimiento.
TAG: ¿Tuvo miedo de perder la vida?
-No, en realidad sí, en dos oportunidades: una cuando tuvimos alerta roja y otra cuando salimos a detener a unas personas que parecían sospechosas, porque había oscurecimiento, después de las 6 de la tarde, nadie podía sacar luz, todos tapaban las ventanas en el pueblo que era muy chiquito. Nosotros acostumbrados al calor allá había mucho viento, frío y nieve, ahí salimos a patrullar porque se detuvo a unas personas que después se dijo que eran chilenos, espías y esas cosas, ahí tuve mucho miedo.
TAG: ¿Qué rol cumplieron en ese pueblo?
-Fuimos un escalón muy importante que por ahí la gente se olvida, cuando se empieza desmenuzar por intereses no quieren dejar de lado, quieren subestimar lo que se realizó en el sur y no es así. Nosotros durante el conflicto realizamos muchas acciones, no estábamos ahí viendo que pasaba... Yo estuve 60 días sin dormir, porque hacíamos muchas cosas, se custodiaba principalmente la comunicación y lo teníamos que resguardar, porque en un conflicto lo más importante es la comunicación, cortas eso y cortas todo.
TAG: ¿En su rol tenían tiempo libre?
-No. Podíamos a la noche escribirles a nuestros padres, pero imagínate, era una cosa que no se podía leer y nos daban solo un ratito. También recibíamos cartas, era lo más sagrado, pero no de nuestra familia, nunca recibí la carta de un familiar, eran de otros, las cartas que escribía la gente, nos peleábamos por ellas, llegaban y las repartían, tal es así que yo conocí mucha gente después, buscando la carta, conservo muchas de esas cartas. La gente le escribía "al soldado en Malvinas" y eso venía en la bolsita con la comida, así teníamos algo para leer. La mayoría eran de aliento, escribían chicas y muchachos jóvenes, la mayoría mujeres las que estaban alentando, los muchachos como que no querían escribir. Eso servía muchísimo porque acortaba un poquito la cosa.
TAG: ¿Cómo murieron 17 soldados?
-No pasó en nuestro sector, sino en otro pueblo, es un helicóptero que sale por órdenes de los jefes, salen porque había peligro de desembarco inglés, no lo hicieron porque estábamos muy protegidos o por tropas o por el mal clima. El mayor daño a tropas inglesas se hizo desde el continente lo hicieron los aviones, los aviones salían destruían y volvían al continente, ellos querían destruir pistas, porque ahí estaban los aviones que salían a combatirlos a ellos.
TAG: ¿Se acuerda cuando fue que volvió?
-Sí, fue un primero de julio, y fue traumático, porque el aeropuerto acá estaba colapsado así que los aviones no podían bajar, creo que llegamos tres aviones juntos, también venían regimientos de Corrientes con nosotros.
TAG: ¿Cómo fue la vida después de la guerra?
-Yo creo que todos los primeros meses nos olvidamos de todo, nos enfocamos en buscar trabajo y el tema Malvinas era una cosa que no se hablaba. Se retomó mucho después, se empezaron a armar distintos grupos, para protestar por un reconocimiento, el primer reconocimiento fue para todos, después pasaron cosas donde se reconoció también a los militares, porque en principio se reconocía solamente a los soldados, cuando se reconoce a los militares ahí es donde quedamos afuera (los movilizados), dejaron afuera a los que estaban en el continente y hasta el día de hoy seguimos con esa lucha. Actualmente, hacemos videoconferencia con 50 legisladores, los 50 te dicen que sí, pero después la cabeza dice que no y bueno... dicen que sí, que nos merecemos, que las pruebas están a la vista, pero...
TAG: ¿Por qué no se hablaba el tema de Malvinas?
-Porque el país estaba en otra cosa, entre que se iba el gobierno militar, venía el democrático y había cosas más importantes. Malvinas había quedado como una cosa dolorosa que nadie quería hablar, no era importante porque se había perdido, a medida que fue pasando fue tomando más fuerza, igual es una cuestión que no se habla mucho, solamente una semana antes del 2 de abril, el hacer y el hablar es más entre los ex soldados, donde además hay una grieta ente los que estuvieron en Malvinas y los que estuvieron en el continente. Es una grieta muy grande que ha desunido familias y amigos. ¿Cuándo volvieron seguía el entusiasmo patriótico, se sentían héroes? -Al principio sí. Ahora vamos a dar charlas en las escuelas, nos invitaron ahora a hacer nuestro muestrario en el interior, nos invitan a desfilar, el gobierno de la provincia nos reconoce con una pensión, una mutual y una contención a través del IPRODICH.
TAG: Cuando hablan de veteranía completa ¿Qué se pretende alcanzar?
-Queremos lo que nos corresponde, donde nos incluyeron en las leyes madres, porque nos dejaron afuera por una cuestión de presupuesto, se priorizó la cuestión territorial, se olvidaron de todos los que operaron en continente y a eso se los castigó, se los dejó afuera, pero todos fuimos parte del conflicto, todos operamos para defender la patria, ninguno se escondió todos fuimos a ver qué pasaba con mucho orgullo. Después te das cuenta de que no sabes de qué sirvió tantas muertes y que tantos chicos den sus vidas.
TAG: ¿Cómo es su vida hoy?
-Nos seguimos juntando desde hace 42 años, no nos separamos, seguimos unidos y ahora incluimos a las familias que es lo más importante.
TAG: ¿Qué rol cumplió su familia?
-Mi familia fue importantísima, porque están orgullosos y yo les hablo muchísimo y me acompañan.
Actualmente, a 42 años de la Guerra de Malvinas, Héctor Mangini al igual que otros ex soldados que formaron parte de Teatro Operaciones Atlántico Sur, donde defendieron el litoral marítimo patagónico, luchan por ser reconocidos con la veteranía plena bajo el lema "no todo pasó en Malvinas".
Su legado continúa no sólo contando su historia a su familia, en escuelas y en desfiles, además comentó que este 2 de abril junto a sus compañeros del grupo de Comunicaciones 7, realizarán una muestra en conmemoración al conflicto del Atlántico Sur donde se expondrán pertrechos militares y habrá una galería de fotos con entrada libre y gratuita en Remedios de Escalada 555 de 11 a 18 en la ciudad de Resistencia.
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