Alila quiere volver a su casa: volvió a pedir la domiciliaria porque "sufre ansiedad y ataques de pánico"
Ariela Alila, quien cambió su identidad de género durante el proceso judicial, se encuentra detenida tras ser condenada por delitos sexuales y lavado de activos. Ahora, su defensa volvió a pedir la prisión domiciliaria porque su celda no tiene "comodidades" y sufre ansiedad.
Mediante un hábeas corpus presentado ante el Juzgado Federal N° 1 de Resistencia, la defensa de Alila, encabezada por el abogado Néstor Abel Cáceres, pidió que se le otorgue el beneficio de continuar cumpliendo su condena desde su casa.
Según argumentó Cáceres en el escrito, la condenada atraviesa un "delicado estado de salud" debido al "gravísimo régimen de aislamiento" en el que se encuentra durante su detención. Además, afirmó que la celda de la detenida defendida "es un lugar pequeño, sin comodidades y en el que apenas se pueden dar uno o dos pasos".
Estas condiciones, argumentó Cáceres, "pone en riesgo" la vida de la condenada por delitos sexuales y lavado de activos: "Su estado empeora cada día".
Alila "sufre de ansiedad y ataques de pánico" afirmó el defensor, "por lo que debe permanecer en un lugar que asegure su aislamiento cuando los ataques se presentan", argumentó en el pedido de arresto domiciliario.
En el mismo escrito, la defensa de Alila se opone a una opción que antes ellos mismo habían solicitado: un posible traslado a la cárcel de Ezeiza para mujeres. Ahora, consideran que dicho traslado "solo posibilita que el problema se reproduzca en otro espacio físico".
En primera instancia, el Juzgado Federal rechazó el hábeas corpus por considerar que no se encuentran satisfechos los recaudos que habilitan el procedimiento. En el mismo sentido, afirmaron que las condiciones descriptas en el planteo de Alila "no presentarían situaciones de extrema urgencia que ameriten adoptar un temperamento en contrario".
Sin embargo, el pedido recayó en la Cámara de Apelaciones a modo de consulta y las juezas Rocío Alcalá y María Delfina Denogens señalaron que se omitió la posibilidad de que Ariela pueda ser escuchada, y que la decisión de la jueza fue "prematura".
En ese contexto, el Juzgado Federal deberá ahora seguir el trámite de la audiencia presencial antes de admitir o rechazar el hábeas corpus.