Patricia Bullrich busca terminar con el narcotráfico y apuesta por una "Ley Rico" como la norteamericana
La ministra de seguridad necesita de una herramienta similar a la norma estadounidense que permitió acabar con el poder de la mafia italiana en Nueva York.
Junto al gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hizo importantes anuncios en Rosario para combatir el crimen y el delito producto del narcotráfico en una de las ciudades que en las recientes fiestas navideñas, volvió a sufrir hechos de sangre.
En una escala menor a la crisis de seguridad en Nueva York durante la década del "70, una ciudad manejada entonces por el poder de cinco familias mafiosas de origen italiano, Rosario vive una pesadilla producto de la comercialización de estupefacientes y la lucha sin cuartel entre clanes que intentan manejar el negocio ilegal de manera monopólica.
En ese contexto, Patricia Bullrich expresó, "Vamos a trabajar en una ley similar a la Ley Rico norteamericana", al tiempo que aclaró: "Se trata de una ley que hace que cuando uno sabe perfectamente que una persona pertenece a una organización, el delito recae sobre todos sus miembros".
Se trató de un párrafo de anuncios, entre varias medidas legales, como analizar la ley de seguridad interior, para permitir al ejército actuar en el territorio nacional ante situaciones de crisis, y anuncios de refuerzos de personal de Gendarmería para destinar a las calles de Rosario, como el grupo motorizado "Los Linces".
Sin embargo, el anuncio en el que están trabajando sus asesores legales para crear una herramienta jurídica similar a la Ley Rico de los EE.UU. que es una base legal para desarticular bandas mafiosas y extorsivas, fue el anuncio más sustancioso para contar con herramientas legales que permitan combatir el crimen organizado, aunque fue explicado de manera rudimentaria por la ministra.
Lo primero que hay que decir es que la Ley Rico es una amplia base legal, cuyo acrónimo significa, Racketeer Influenced and Corrupt Organizations o, en castellano, Ley de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Corruptas, aprobada en 1970 por el Congreso de los Estados Unidos, sancionada por Richard Nixon e implementada por el entonces, fiscal, Rudolph Giuliani y permite la persecución y sanciones civiles por determinados actos delictivos realizados en una empresa.
En la lucha contra las operaciones de la mafia en Nueva York, hubo un antes y un después de la aplicación de la Ley Rico.
Antes, el FBI, la Justicia y el fiscal perdían por goleada contra los integrantes de la Cosa Nostra americana. Sencillamente, los mafiosos estaban siempre un paso por delante de las autoridades y, si bien se detenían algunos "soldados" y, unos pocos "lugartenientes", las operaciones seguían y los grandes mafiosos eran intocables.
Ante el descontrol de la vida diaria en "la gran manzana" en la década del "70, los políticos de Washington D.C. recordaron que el profesor Robert Blakey continuaba enseñando leyes en la Universidad de Cornell y que había sido el propio académico el creador de la norma federal.
Para los jefes del FBI en el terreno se trató de una revelación porque, según recordó el supervisor de los federales, Jim Kosller, "…Nueva York estaba en manos de la mafia, el gobierno no podía controlar mucho y la gente no creía que la policía pudiera hacer algo con la mafia, iban a estar ahí por siempre".
Algunas de estas declaraciones podrían extrapolarse a la actualidad rosarina y al pensamiento profundo de sus habitantes. Y, si bien, el poder de los mafiosos neoyorkinos no puede compararse ni por casualidad con los clanes que utilizan desclasados para el narcomenudeo y el sicariato, si se viven días de tragedia por el aumento y la difusión de las armas letales entre los grupos en pugna.
El profesor Blakey los orientó en su accionar: "…les decía, tienen que derribar la organización, y no derribarán la organización si no se concentran en ella. Al establecer a las personas como jefes y miembros de la organización, ahora están vinculadas. Gracias a la Ley Rico podían condenar a una persona por haberle ordenado a otra que cometiera un crimen. Así se podía procesar a un grupo de personas por cometer los crímenes en conjunto. Así podías ir contra toda la organización. Deben poder probar que este crimen estuvo relacionado con una organización que se dedica a estos actos. Deben procesar a los mafiosos no como personas individuales, sino como un grupo de personas que comete crímenes como negocio".
Adaptar esta ley norteamericana al ambiente normativo argentino será un desafío para los asesores de Patricia Bullrich, pero tienen visto bueno de Javier Milei para avanzar con la herramienta legal que puede derribar cualquier organización de narcomenudeo en cualquier provincia nacional.
Lo que la historia reciente demuestra es que el poder de la poderosa mafia ítalo-estadounidense se desmoronó al aplicarse este corpus legal, pero, además, esta norma federal fue reglamentada en los distintos estados norteamericanos y, en algunos casos, la ley se volvió más estricta y posibilitó que se la utilizará más allá del ámbito del crimen organizado.
Con la ley RICO en la mano, los demócratas de Georgia, lograron que un gran jurado acusara a Donald Trump y, a otros 18 de sus partidarios, de conspirar para revertir los resultados de la elección presidencial en ese estado, en el que Trump perdió por poco menos de 12.000 votos contra Joe Biden. Paradójicamente, su abogado defensor es Rudolph Giuliani que también ha sido objeto de controversias judiciales y al que se lo acusa bajo la ley RICO.
Otro caso importante donde se utilizó esta plataforma legal fue la investigación contra las autoridades de la FIFA. A fines de 2017, la fiscal general de los Estados Unidos, Loretta Lynch, ordenó el arresto de 14 dirigentes de la FIFA de ese entonces, bajo la acusación de tejer una red de corrupción que operaba desde Estados Unidos, donde además recibían los pagos por actividades corruptas.