Tras las denuncias por corrupción, la OEA despidió al ex fiscal Luis Moreno Ocampo
El ex fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, no seguirá a cargo de las audiencias de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que estudian si en Venezuela se han cometido crímenes de lesa humanidad.
Así lo confirmaron este domingo a EFE fuentes de la OEA. Sin embargo, no explicaron el motivo del despido del abogado argentino, ni se hace referencia alguna a las recientes polémicas en las que estuvo envuelto, en relación sus finanzas y su trabajo en la CPI.
"La OEA desea agradecer al asesor especial Luis Moreno Ocampo sus contribuciones en el diseño y puesta en marcha del proceso de investigación de la OEA", indica el organismo en un comunicado de prensa sobre las audiencias de los próximos días.
Tras su marcha, estarán al cargo de las audiencias de octubre y noviembre los tres expertos internacionales que tendrán que emitir el informe final sobre si hay base para llevar a Venezuela ante la CPI.
Se trata del ex ministro de Justicia de Canadá Irwin Cotler; el argentino Santiago Cantón, ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y el costarricense Manuel Ventura Robles, ex juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Moreno Ocampo fue nombrado en julio por el secretario general de la organización, Luis Almagro, como asesor especial para crímenes de lesa humanidad. Fue el encargado de entrevistar a los participantes de las dos audiencias públicas sobre Venezuela celebradas en la OEA en septiembre, dedicadas a la sociedad civil y a los militares
El pasado 30 de septiembre, la publicación de una investigación de medios miembros de European Investigative Collaborations (EIC), a partir de miles de documentos de la CPI y correos privados de Moreno Ocampo filtrados, sembró dudas sobre su trabajo y sus finanzas.
Según esas pesquisas, el ex fiscal aceptó una oferta de trabajo del empresario libio Hasán Tatanaki, millonario próximo a Muamar el Gadafi que al comenzar la revolución en Libia en 2011 se situó supuestamente del lado del general sublevado Jalifa Hafter.
La investigación periodística también señala que el exfiscal tuvo una empresa "offshore" (con ventajas fiscales) durante su mandato, extremo que él ha negado.