Entre el "homicidio" y la "defensa propia": la muerte de Hugo Niveiro en una balacera en Villa Prosperidad
Hoy finaliza el juicio por el crimen de Hugo Niveiro. La causa tiene como único imputado al dirigente social Germán Ariel Espíndola, cuyo destino se debate entre una sentencia por "homicidio agravado" o el reconocimiento de la "legítima defensa".
En la mañana de este jueves se realizaron los alegatos finales en el juicio por la muerte de Hugo Niveiro en la madrugada del pasado 25 de diciembre de 2019 en Villa Prosperidad, en Resistencia. Entre las distintas versiones y las dudas que rodean el crimen del hombre de 35 años, hoy un jurado popular decidirá si el único imputado en la causa, Germán Ariel Espíndola, es culpable o no de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego".
La defensa del dirigente social asegura la existencia de la legítima defensa en el violento enfrentamiento que terminó con la vida de Niveiro.
Para la Fiscalía, a cargo de Sergio Cáceres Olivera, en tanto, en esta causa no se puede hablar de la defensa propia. "No fue defensa, no fue accidente, fue un homicidio. En algunas zonas de Resistencia, y en Villa Prosperidad, las cosas se resuelven a los tiros y esto fue lo que pasó" , comenzó el fiscal ante el jurado popular.
Lo ocurrido en la madrugada del 25 de diciembre de 2019 en la intersección de Alicia Le Saige y Nicolás Rojas Acosta, en pleno brindis, "inició por el reclamo por los bolsones navideños", comenzó reconstruyendo la Fiscalía.
"Hugo Niveiro no era ningún santo, no fue a reclamar o pedir tranquilamente con las otras personas los bolsones navideños. Fue a reclamar en forma violenta, hubo cascotazos a la vivienda, hubo una persona lesionada, eso está fuera de discusión.Lo que ustedes en su función de jurado tendrán que ver es si esto está justificado", expresó Cáceres Olivera en sus alegatos.
Luego de este primer enfrentamiento, se daría el hecho que terminaría en la muerte de Niveiro. "Hugo caminaba hacia su domicilio por Nicolás Acosta cuando fue interceptado por Marcelo y Ariel Espíndola, quienes lo persiguen y allí el imputado dispara varias veces hasta matarlo".
Los hechos se debaten entre distintas versiones. El imputado aseguró que los disparos efectuados esa noche contra Niveiro fueron para "asustar", luego de que el hombre de 35 años lesionara a su hermano, Marcelo Espíndola, en su reclamo por los bolsones navideños.
Sin embargo, la Fiscalía y la querella hablan de "una revancha, una venganza", según lo afirmado por el abogado querellante Alberto Eduardo Virasoro en sus alegatos, planteando un bache de algunas horas entre ambos enfrentamientos.
"No se pudieron diferenciar los horarios, desde las 21 cuando habría ocurrido la primera agresión, hasta las 23:50 que ocurrió la muerte. No fue una legítima defensa en favor de un tercero. Están acreditadas las lesiones (de Marcelo), pero no está acreditado que ocurrió en ese momento", expuso el abogado.
"Él salió a hacer justicia por mano propia. Salió a demostrar que con él no se juega, que él es el dueño del barrio. Que a él no le pueden hacer nada" , concluyó.
En la misma línea elaboró su reconstrucción el fiscal Cáceres Olivera. "Esto fue un homicidio, fue un ajuste de cuentas y fue venganza. En Villa Prosperidad las cosas se resuelven a los tiros".
En tanto, pidió un veredicto de culpabilidad por "homicidio agravado por el uso de arma de fuego". Lo mismo solicitó el abogado querellante Alberto Eduardo Virasoro, quien insistió que la víctima fatal no tenía ningún elemento consigo que pueda provocar heridas letales.
La defensa, a cargo de Miguel Barceló, por su parte, habló de "legítima defensa" y pidió un fallo de "no culpabilidad".
"¿Mi cliente negó que ocurrió el hecho? No. ¿Mi cliente negó que cometió el hecho? No. Él se presentó voluntariamente", dijo el abogado defensor. Y reconstruyó el violento hecho como una situación que "se inicia a la tarde y se va agravando con el paso de las horas".
Producto de esto, se registra que el hermano del imputado, Marcelo Espíndola, resultó lesionado en la espalda. Sobre estas lesiones se apoya la hipótesis de legítima defensa que impulsa Barceló: "Legítima defensa, exceso de la legitima defensa. Cuando una persona es atacada por otra tiene la posibilidad material de utilizar los medios al alcance para defenderse. Defendió a su hermano".
Y dijo que la lesión que dio muerte a Hugo Niveiro era "de abajo hacia arriba": "¿Qué nos hace presumir esa circunstancia? Que pudo estar peleando, con una persona tirada en el suelo que se defiende".
La versión del dirigente social, Germán Ariel Espíndola
El imputado abrió la jornada de alegatos finales con su declaración, dando su versión de los hechos y posicionándose como "victima" de un hostigamiento por más de dos años por parte del fallecido, Hugo Niveiro, y su entorno.
"Estos chicos se dedicaban a tirar basura, las discusiones comenzaron por ese tema. Yo les pedía que por favor no me tiren la basura en la esquina de mi casa", relató el imputado, y aseguró que sufría cascotazos en su vivienda y que intenten ingresar a su casa con arma blanca y con tumberas.
"Muchas veces me salvé de que me baleen. Muchísimas veces yo trate de evitar este quilombo", dijo.
"Soy un dirigente social, alguien que se encarga de gestionar para poder conseguir algo para mis compañeros, para mí no son gente son mis compañeros, mi familia", expresó y añadió: "Tuve la posibilidad de armar un barrio".
Luego de varios minutos, el dirigente social, que negó ser "un puntero político", se refirió al reclamo de los bolsones navideños en la jornada de aquel 24 de diciembre que tuvo un desenlace fatal.
"El día del hecho yo iba a mi casa alrededor de las 18 horas, entro, me baño, pongo el auto en mi garaje y agarro mi moto, y me voy a avenida Sarmiento donde está el gaucho. Apagué mi cel y en ningún momento prendí mi celular, había sido que mientras yo estaba tomando mate, los hermanos González junto con el señor Niveiro se habían ido a mi casa a pedirme bolsones de mercadería que no les corresponden", dijo.
Y contó que cuando regresó a su casa encontró los vidrios, la puerta y la luneta de su auto rotos. Por ello, Espíndola dijo volvió a salir en motocicleta para hacer la denuncia cuando fue interceptado por Niveiro y "los gonzalitos".
"Me salen con casera, con tumbera y me tiran una botella de Coca", contó, aunque dijo que logró evadir el ataque para denunciar el hecho, pero que le negaron ese derecho.
Según relató Espíndola, él le daba mercadería a Niveiro pero que este se iba y la cambiaba "por una bolsa de cocaína". "Yo no tenía por qué darle, porque para eso tenemos una planilla donde rendimos todos los meses a quien se la damos", continuó.
Y agregó: "Todo tenía un protocolo a través de Desarrollo Social, yo no puedo pedir firmas y presentar en Desarrollo. Yo tengo un cupo de 230 bolsones de mercadería por mes, las cuales se las reparten a compañeros de la agrupación. La que nos queda a nosotros, tenemos merenderos y comedor en Tirol, Fontana y en nuestro barrio", contó.
Luego de que se le fuera negado el derecho a realizar la denuncia, según dijo, Espíndola volvió a su casa, y se reunió con su hermano Marcelo. Todo esto mientras que Niveiro y los hermanos González "seguían ladrillándome la casa".
"Uno de ellos sacó un arma y le metió un escopetazo (a su hermano). Fue la desesperación lo que a mí me llevó hacer lo que hice, no fue la intención de matar a una persona" , comenzó a narrar la secuencia que terminó con la muerte del hombre de 35 años.
"Empecé a tirar sin mirar tiraba, nunca me quedé parado apuntando hacia una persona para ver a quién le podía pegar un tiro, porque no era mi intención. Estoy muy arrepentido de lo que hice, no soy nadie para quitarle la vida a otra persona", concluyó.
Este jueves se conocerá el veredicto del jurado popular.