Villarruel homenajeó a las víctimas del terrorismo: "El Estado garantiza la impunidad de los violentos"
La candidata a vicepresidente por La Libertad Avanza realizó el acto en medio del repudio de distintas organizaciones sociales en las afueras de la Legislatura porteña.
El polémico homenaje que se llevó a cabo en la Legislatura porteña fue impulsado por la candidata de la Libertad Avanza Victoria Villarruel con el objetivo de "homenajear a las víctimas del terrorismo". El acto estuvo enfocado en alusión a los fallecidos durante los ataques de organizaciones como Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
"Después de 40 años de una visión amputada de los derechos humanos y de demonizarnos, ya no les tenemos ningún miedo", enfatizó Villarruel ante el auditorio del Salón Dorado.
"El Estado en democracia nos está violando los derechos humanos para garantizarle la impunidad a un grupo de violentos que hoy gozan de libertad y de las garantías que les da nuestra democracia", sostuvo en su discurso.
A la vez continuó y criminalizó a la izquierda por los hechos ocurridos. "Durante 40 años las víctimas del terrorismo fueron barridas bajo la alfombra, se las negó. Ningunas de estas víctimas tiene justicia, no pueden saber la verdad de lo que sufrieron, no pueden tener una reparación, ni siquiera moral, de lo que sufrieron. Lo sufrieron de aquellos que quisieron imponer una tiranía de izquierda".
En relación a las manifestaciones, minutos antes de su homenaje, la abogada expresó vía twitter que "los DDHH son para todos. Invocar la democracia y a los DDHH sin dejar que podamos expresarnos o ejercerlos es la muestra más acabada de que son violentos, autoritarios y nos creen ciudadanos de 2da. Mi abrazo a todas las víctimas del terrorismo que son sometidas a este destrato"
Además, en el homenaje estuvieron presentes: Lorenza Ferrari, madre de una estudiante de 18 años que murió por la explosión de un coche bomba de Montoneros en 1975; Graciela Saraspe, hija de Héctor, encargado de un bar, asesinado en Santa Lucía (Tucumán) por el ERP, en 1974, y el de Arturo Larrabure, hijo de un militar secuestrado y asesinado por el ERP luego de pasar más de un año encerrado en un calabozo en 1975.
