"Jamás asesinamos a nadie": la nueva carta que Marcela Acuña envió a Emerenciano Sena
La madre de César Sena y también imputada en el femicidio de Cecilia Strzyzowski le envió una nueva carta al referente piquetero.
En la tarde del jueves, salieron a la luz nuevas cartas que Marcela Acuña envió a su esposo Emerenciano Sena. El escrito criticó a los medios "hegemónicos" y enalteció la figura del fundador del barrio. Todo esto se conoció en el marco de la manifestación que tuvo lugar en la ciudad de Resistencia donde un grupo reducido de personas pidió la liberación del padre de César Sena.
Asimismo, realizó un paralelismo con lo sucedido en Jujuy, puntualmente con el caso de Milagros Salas. "El castigo de Emerenciano de haber construido, casas, bibliotecas, escuelas, jardín de infantes, centros recreativos, es el mismo castigo que le dan a Milagros Salas en Jujuy es todo lo mismo, la diferencia es el adjetivo calificativo; Milagros es chorra; Emerenciano es "asesino"", expuso acuña en su escrito.
Por otra parte, enalteció el trabajo que realizó su esposo y lo manifestó como un "símbolo" para los pobres. "Hoy Emerenciano es un símbolo porque lo que nunca van a poder es sacar la utopía que sembró en los pobres, porque saben ¡ya que él les enseño que pueden ser capaces de desear otra porción del mundo distinta de aquella que les tocaría en parte en su condición de pobres; esa enseñanza nadie les va a sacar y será con lo que tendrán que lidiar los gobiernos", continúa la epístola.
"Se bien que el duro látigo de la criminalización va contra el liderazgo de Emerenciano por todo lo expuesto anteriormente ya que, su significación incomprendida por muchos, si es vista por los medios hegemónicos y oposición, ya que Emerenciano enfrenta con su simbología el ayer y el hoy atacando directamente el poder real", sentencia Acuña.
LA CARTA
Quiero expresar por la presente carta algunas cuestiones que no hacen a la causa en sí, pero que son causales importantes de señalar considerando la injusta detención de mi marido y compañero Emerenciano Sena, y quien escribe.
Quiero además dejar en claro que la causa jurídica está a cargo de nuestros jóvenes y excelentes abogados y abogadas quienes la llevan adelante, y son ellos los que deben dar detalles de la misma, tema que escapa a mi persona.
Aclarado este punto me parece importante comenzar con una frase de León Gieco: "Ya aprendimos con los años que la justicia sólo se hace con el corazón".
Bajo ningún concepto, desde todo punto de vista, ni Emerenciano ni yo tenemos las manos manchadas de sangre; no hay antecedentes ni historias que puedan justificar semejante barbaridad, pero al parecer la justicia parece desconocer no sólo nuestra forma de pensar y de vivir, que da testimonio de lo que somos; sino que también desconoce las pruebas que muestran, a las claras, nuestra inocencia.
Ahora, si la Fiscalía supiera o sabe que somos inocentes, ¿Por qué desde un primer momento instaló contra Emerenciano y quien escribe, otras versiones?
El montaje mediático mostraba una y otra vez nuestra casa, "la del terror", y paralelamente el Barrio Emerenciano, criminalizando cada imagen, quedando en claro que más allá del hecho "investigativo", la funcionalidad de los medios de comunicación hegemónicos era otra. Ni que hablar de algunos detractores locales (que no llegan a ser periodistas, sí policías con antecedentes penales), quienes destrozaban la información bajo un claro tufillo fachista.
El sistema utilizado por los medios corporativos fue el similar al usado en el caso que se disfrazan de izquierda o de derecha. Se unieron en el mismo discurso.
Se dio lo que siempre decimos cuando se despolitiza la política. Es cuando se judicializa la historia y así lo están haciendo: matar el símbolo de "Emerenciano"; su significación es la principal tarea de los medios hegemónicos bajo la excusa del caso Cecilia.
Cabe recordar que Emerenciano lideró la oposición contra Rozas – Nikisch junto a la coordinadora de Gremios estatales enfrentando toda la creciente desocupación, la caída del nivel adquisitivo, la implementación de los bonos quebrachos que hambreaba a todo nuestro Chaco en pleno Gobierno radical. Esta actitud de lucha de Emerenciano contra el derrumbe de los radicales del gobierno es lo que no se olvida ni muchos perdonan. Por este motivo, los mismos que estigmatizan a Milagro Sala, periodistas, medios, políticos, corporaciones, son los que se encargan de mostrarlo como un criminal a Emerenciano.
Se dijo "en algún medio hegemónico que las casas del barrio no eran de la gente sino de "Emerenciano y Marcela", tema que hizo que los vecinos salgan aclarar mostrando sus papeles donde estaba el nombre de cada uno de ellos, esto casualmente no salió en casi ningún medio.
El castigo de Emerenciano de haber construido, casas, bibliotecas, escuelas, jardín de infantes centros recreativos, es el mismo castigo que le dan a Milagro Salas en Jujuy. Es todo lo mismo, la diferencia es el adjetivo calificativo; Milagros es CHORRA; Emerenciano es "asesino", que aunque demuestre que no lo es, igualmente es el padre del que podría ser "asesino". Sería entonces, digamos, asesino por una cuestión antropológica y/o familiar; la condena social ya está plantada. Milagros no robó. Construyó, creó, dignificó, lo mismo Emerenciano. Luchó y lucha por las dos vidas, pero al parecer livianamente lo tipican como otra cosa; construcciones desde el poder; en mi caso, mujer de un piquetero, plebeya; asesina, por ser mamá de César, y se puede seguir mostrando el exceso de las caracterizaciones y a la vez, la fragilidad en las cual asientan.
Emerenciano y quien escribe jamás asesinamos a nadie, pero los medios sensacionalistas así lo señalan.
Igualmente podrán querer criminalizar a Emerenciano, pero todavía, ¿por qué no? Pueden existir todavía fiscales-jueces que sean valientes, hagan historia y actúen conforme a derecho.
Hoy Emerenciano es un símbolo porque lo que nunca van a poder es sacar la utopía que sembró en los pobres, porque saben ¡ya que él les enseño que pueden ser capaces de desear otra porción del mundo distinta de aquella que les tocaría en parte en su condición de pobres; esa enseñanza nadie les va a sacar y será con lo que tendrán que lidiar los gobiernos.
Somos conscientes que, tras la excusa de este hecho policial, incriminando sin pruebas a Emerenciano, hay también una acción política destinada a aniquilar una expresión particular (Emerenciano) para poder aleccionar a los de abajo (que se terminen los piquetes). Todo un símbolo que se propone extirpar del imaginario popular, un ensañamiento donde se una la vía judicial.
Si bien el caso en sí me señaló como mamá de César, el ser mujer de un piquetero, esclava más los prejuicios de clase, lo cual soy consciente, pero sé bien que el duro látigo de la criminalización va contra el liderazgo de Emerenciano por todo lo expuesto anteriormente, ya que su significación incomprendida por muchos sí es vista por los medios hegemónicos y oposición ya que Emerenciano enfrenta con su simbología el ayer y el hoy, atacando directamente el poder real. Y me atrevo a decir que Emerenciano no es rehén insignia de una revancha oligárquica que nunca tendrá piedad y que siempre nos va a odiar.