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Viernes 31 de Enero, 2025
 
 
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Melina López

Periodista

Mientras se quemaba el cuerpo de Cecilia, César elaboraba su coartada: la declaración de Obregón

La "mano derecha" de Emerenciano Sena, Gustavo Obregón, aportó los detalles más impactantes de la cronología de aquel viernes 2 de junio: la frialdad de César Sena y la invitación al "pool" mientras descartaban el cuerpo.

Cecilia Strzyzwoski, de 28 años, fue vista por última vez con vida el pasado 2 de junio, ingresando en la casa de la familia de su pareja, César Sena. Allí, para el Equipo Fiscal que investiga su crimen, entre las 12:13 y 13:01 horas, "Emerenciano Sena, Marcela Acuña y César Sena procedieron a dar muerte a Cecilia". 

Son casi 200 pruebas incorporadas en el expediente al que pudo acceder Diario TAG, que llevarían a la Fiscalía a concluir que la joven de 28 años fue asesinada en la casa de Santa María de Oro al 1460, en Resistencia. Para los fiscales, el crimen fue planeado por la familia Sena, sin embargo, aún se investiga el móvil y la modalidad.

Fue la "mano derecha" de Emerenciano Sena, Gustavo Obregón, quien aportó los detalles más impactantes de la cronología de aquel viernes 2 de junio. En sus tres declaraciones indagatorias ante los fiscales, en las que no se descarta que pueda haber mentido, Obregón detalla la frialdad y la normalidad de la familia Sena, tras el terrible crimen.

A su vez, los dichos de Obregón son los que más se condicen con la hipótesis elaborada por la Fiscalía. 

La "mano derecha" de los Sena, el hombre de confianza de Emerenciano, declaró por primera vez el pasado 16 de junio. Y sus dichos pusieron en marcha una serie de rastrillajes en el campo de la familia, en una zona rural de Puerto Tirol: la famosa "chanchería"

Si bien Obregón no logró aportar datos sobre el momento del crimen, su intervención comenzó en la tarde del 2 de junio, en el descarte de los restos de Cecilia. 

"A eso de las 17:00hs, me llega un mensaje de la señora Marcela Acuña, de WhatsApp, donde me escribe: ‘Andá a ver a casa, parece que hay un cuerpo y tengo miedo porque a César lo vi lastimado, nosotros estamos por salir con Emerenciano, nosotros nos vamos al barrio"", declaró Obregón el pasado 16 de junio. 

Ante la orden directa de su líder, el hombre dijo que se dirigió a la casa de los Sena y comenzó la búsqueda del cuerpo. Cuando llegó, entró a la casa y se encontró con una mujer que estaba planchando, le preguntó si vio "algo raro" y, ante la negativa de la mujer, siguió su camino. 

"Me voy, miro por atrás, por el fondo, estaba buscando por todos lados y me imaginaba mil cosas por esto que me había dicho Marcela sobre este cuerpo", explicó a los fiscales. Dijo también que revisaba las habitaciones de la planta baja de la casa a oscuras, con la linterna del celular prendida

En determinado momento, mientras buscaba en una de las habitaciones, Obregón se encontró con lo peor. "Puedo observar un bulto largo, todo envuelto, parecía en una toalla o una frazada. Era un bulto largo, envuelto, que no tenía forma. Por lo que yo vi, parecía un cuerpo". 

Ante la escena, Obregón dice que salió "disparando" de la casa y se contactó con Marcela Acuña: "Si, señora, parece que hay un cuerpo". 

"Esperalo a César, no le digas nada porque no quiero que se asuste. Si tenés que hablar con Fabiana (González, su pareja), hablá. Que no se entere de esto Emerenciano", fue la respuesta de la líder piquetera. Además, le dijo que le pida a la mujer que se encontraba planchando en el lugar, que se vaya. 

"Fabiana, vení urgente a la casa del jefe", fue el mensaje que Obregón le envió a su pareja. Fabiana González arribó en la casa de Santa María de Oro 1460 alrededor de las 17:12 horas, reconstruyó la Fiscalía. 

"Le cuento lo que yo había visto, y le digo si quería pasar a mirar, pero Fabiana me dice que no. Yo le insisto para que ingrese y vea, a lo cual ella accede, entramos los dos de vuelta, despacito con miedo, con la linterna del celular nuevamente. Le digo está ahí, marcando donde estaba. Fabiana mira, se asusta y salimos los dos para afuera otra vez", declaró Obregón. 

Fabiana se fue del lugar a bordo de su moto, y a los pocos minutos arribó al lugar César Sena, acompañado por una mujer. El joven de 19 años, hoy imputado por el presunto femicidio de su pareja, le pidió a Obregón que lleve a su acompañante, "Rita" al barrio Emerenciano y vuelva a la casa. 

"Fui y vine como tiro. Estaba nervioso y no sabía qué hacer. La camioneta de él, ya estaba metida en el garaje de cola. Ahí César me dice: ‘Gusti, ayudame a sacar esto, tenemos que ir al campo’", relató Obregón. 

Según añadiría más adelante, en su declaración del día 28 de junio, el día en que el Equipo Fiscal le leyó las pruebas en Fiscalía, ese viernes 2 de junio por la mañana había visto a César en el barrio Emerenciano, sin lesiones. Sin embargo, alrededor de las 19 horas, cuando el joven llegó a la casa por Santa María de Oro, tenía "rasguños". "Rita", además, le había contado a Obregón que "las chicas del barrio le tuvieron que curar".

La "mano derecha" de los Sena declaró que ese 2 de junio, cuando llegó por segunda vez a la casa, César Sena "ya tenía el bulto en el suelo, atrás de la camioneta, extendido a lo ancho". Según detalló, que se negó a ayudarlo a subir "el bulto" porque estaba "muy asustado y nervioso". 

César le dijo que iba a ir al campo, a la chanchería, pero que primero tenían que cargar un bidón de nafta. El joven de 19 años se subió a la camioneta y le instruyó a Obregón que vayan por calles distintas, "por el tema de las cámaras".

Mientras el hombre de confianza de Sena manejaba su auto, ambos se dirigieron a la zona rural de Puerto Tirol hablando por llamada con César, durante todo el camino. ""Andá mirando el camino, diciéndome si no hay moros en la costa", algo así me dijo", declaró Obregón.

A las 20 horas, César y Obregón llegaron al campo. Allí, enfrente de una virgen, aproximadamente a ciento cincuenta metros de la casa, César apiló todo lo que llevó: bolsas de basura y "el bulto", declaró Obregón. Además, sumó leña y prendió fuego los objetos. 

"Se me cruzo todo el tiempo que lo que estábamos quemando podría ser un cuerpo de una persona".

Allanamiento realizado en la chanchería de los Sena. Imagen Ilustrativa.

En su declaración del 20 de junio, Obregón amplió su relato y habló de la tranquilidad de César Sena, mientras el cuerpo de su pareja, Cecilia Strzyzowski, se quemaba a unos metros de él. 

"Me decía: ‘Fijate que no venga nadie’; y pude observar que estaba manipulando dos celulares. Él escribía en uno y después escribía en otro". Presumiblemente, uno de esos celulares sería el de Cecilia y, en ese momento, César elaboraba su coartada.

"Él me hablaba tranquilo, no le pregunte nada. Inclusive me decía ‘Gusti, tenemos que jugar un pool". Estaba tranquilo. Yo estaba asustado, tenía miedo, tenía respeto y todo junto", declaró Obregón ante el equipo fiscal. 

"Nos quedamos ahí aproximadamente media hora, cuarenta minutos, y Marcela me llamaba constantemente. Cuando nosotros nos fuimos, ese fuego estaba al rojo vivo. Yo sentí olor, pero no sabría especificar, era olor feo", contó.

Luego de descartar "el bulto", ambos se dirigieron a Barranqueras, donde se estaba llevando adelante el "guiso militante". 

No fue hasta el martes 6 de junio, el día en que Gloria Romero denunció finalmente la desaparición de su hija, que César volvió a pedir la ayuda de Obregón para culminar con la tarea de deshacerse de los restos. Para la Fiscalía, durante esos 4 días, fueron Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso quienes supervisaron el fuego en el campo

Alrededor de las 13:00 horas, Obregón buscó a César de la casa familiar y comenzaron el viaje hacia la chanchería. Pero primero, "tenemos que comprar bolsitas de consorcio", le habría dicho César. 

Llegaron al campo aproximadamente a las 14:00 de la tarde del martes 6 de junio, Obregón le pidió a Melgarejo una pala, por pedido de César, quien se dio a la tarea de cargar las dos bolsas de consorcio con las cenizas que quedaron de la quema. "Cuando se cargaban las bolsas, en ningún momento vi huesos grandes, pero si podía observar que había huesos chiquititos", declaró Obregón.

Con las dos bolsas cargadas, manejaron hasta el río. "Llegamos a la costa del río, César desata una y larga todo el contenido de la bolsita, en el límite del agua y la costa. Y después con la otra bolsita, lo mismo, la desata y larga el contenido-Finalmente, César deja las dos bolsitas en la orilla del río, y le prende fuego a las dos bolsitas, con un encendedor". 

Luego del descarte total del cuerpo, todavía quedaba algo por hacer, según la declaración de Obregón. "Ese mismo día a la tarde, a eso de las 20:00hs, me llama César Sena". El joven de 19 años le pidió que lo lleve a buscar "unas cosas" a la casa de Santa María de Oro y se dirija al barrio Emerenciano: era una valija y ropa. 

"En la última calle asfaltada del barrio César me dice ‘frená’. Se bajó, y ahí en la banquina nomas, prendió fuego con un encendedor".

"Habrá tardado cinco minutos aproximadamente en agarrar el fuego, se ve que era todo ropa, pero ni esperamos que agarre completamente. Cuando vio César que estaba prendiendo más o menos me dijo: ‘Vamos’", declaró Obregón. 

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