La importancia de la educación financiera
El sistema financiero internacional es una compleja red de instituciones públicas y privadas repartidas alrededor del mundo y entrelazadas en todo momento por sistemas informáticos de avanzada. Muchas personas trabajadoras pueden pensar que familiarizarse con todo este entramado económico escapa de sus necesidades y aspiraciones.
Esto no podría estar más lejos de la realidad. Vivimos en un mundo verdaderamente globalizado e interconectado, en el que menos de un 20% de las transacciones se realizan con efectivo (Insider Intelligence, 2022) y cada vez es más común trabajar de forma remota para empleadores variados de todos los rincones del planeta.
El consumo tampoco conoce fronteras. Se ha vuelto cotidiano ordenar productos desde países lejanos, recibir pagos o depositar ahorros en criptomonedas, afiliar tarjetas de crédito internacionales a páginas de juegos como VulkanCasino Ya no basta con depositar nuestro cheque de quincena en el banco y retirar efectivo para hacer las compras.
En esta coyuntura se vuelve indispensable conocer los principios básicos que rigen la economía para poder desenvolvernos con soltura, tanto en el mundo profesional como en nuestras vidas personales. Sigue leyendo para informarte acerca de la vital importancia que tiene la educación financiera en la vida moderna.
Alfabetismo financiero
Se entiende por educación financiera al conjunto de conocimientos y habilidades que requiere un individuo para manejar adecuadamente las herramientas financieras de uso común. Es indispensable estar bien versado en estos conceptos para poder tomar las decisiones correctas en lo que respecta a nuestra economía personal.
En inglés se utiliza el término financial literacy para referirse a esta idea. Su traducción literal es alfabetismo financiero. Quizás parezca un poco drástico comparar las deficiencias en conocimiento económico con la incapacidad para la lectura, pero el paralelismo es apto. Hoy en día, la falta de educación financiera pone a un individuo en una situación tan desventajosa como no saber leer.
Un problema global
La falta de educación financiera es un problema que trasciende fronteras. Estudios han estimado que tan solo un tercio de la población mundial maneja los conceptos básicos necesarios para el manejo de la economía familiar. Algunas de las sociedades con índices de desarrollo más elevados, como los países nórdicos, Canadá e Israel cuentan con las tasas más altas, cercanas al 70% de la población.
El problema es más grave en los países en vías de desarrollo. Las investigaciones sobre el tema realizadas en Chile demuestran que el país está rezagado en la materia. En una encuesta dirigida a estudiantes solo el 30% logró superar el valor medio de los países de la OECD (grupo al que pertenece Chile). En otro estudio, solo un 18% de los encuestados entendía el concepto de inflación.
Ventajas de contar con una buena educación financiera
Las personas que cuentan con una buena base de conocimientos económicos al momento de entrar al mercado laboral pueden tomar decisiones que les beneficiarán a largo plazo. Poder aprovechar al máximo los años productivos puede ser la diferencia entre una vida segura y próspera y una marcada por las carencias.
Comodidad en los años dorados
Ahorrar para la vejez debería ser una prioridad para todos los trabajadores. Lamentablemente se estima que ni siquiera la mitad de la población mundial cuenta con un plan de retiro. Hacer una pequeña, pero constante, contribución mensual a un plan de jubilación que gane intereses suficientes para contrarrestar la inflación podría permitir a muchas personas disfrutar de sus últimos años con mayor tiempo libre.
Ahorros en impuestos
Los códigos tributarios de la mayoría de países son documentos bastante complejos que pueden intimidar al neófito. Muchas personas terminan pagando más impuestos de los que deberían. Estudiar las normas y conocer la terminología necesaria permite identificar las distintas cláusulas y estipulaciones que permiten reducir la contribución personal.
Creación de riqueza
Para la mayoría es difícil acumular capital sin recurrir a los préstamos bancarios. Para utilizar estos instrumentos financieros es necesario entender el funcionamiento de las tasas de interés y los distintos tipos de préstamos disponibles. Aprovechar estos mecanismos permite realizar inversiones que aumentarán a largo plazo el patrimonio familiar, como viviendas y negocios.
Conocer el valor del trabajo
Los derechos y beneficios deben exigirse. Las empresas buscan maximizar su rentabilidad y con frecuencia logran esto otorgando lo menos posible a sus empleados. Conocer los privilegios que les otorgan las leyes y contratos colectivos permite a los trabajadores negociar con sus patronos desde una posición más sólida y bien argumentada, incrementando así sus probabilidades de recibir una compensación salarial justa.
Una responsabilidad del estado
La educación financiera de los jóvenes es una responsabilidad que tiende a recaer sobre sus padres y familiares. Desafortunadamente son pocos los que cuentan con el conocimiento necesario para instruir a sus hijos en la materia.
Esta situación motiva a muchos a plantear que se comiencen a incluir cursos de alfabetización económica en los programas educativos nacionales. Brindarle las herramientas a cada ciudadano para que pueda tomar buenas decisiones financieras podría darle el impulso que hace falta al desarrollo de la sociedad en general.