El lado B de los conflictos por las bombas de desagote: los resistencianos que padecieron la inundación
A más de una semana de la gran lluvia del primero de mayo, los afectados por la inundación aun no pueden salir de sus casas sin pasar por el agua y el barro.
El día del trabajador llegó aparejado con una gran lluvia que dejó toda la zona sur de la capital chaqueña bajo agua. Una semana después, siguen los inconvenientes en la accesibilidad a las viviendas y la circulación de los vecinos del barrio 6 de Septiembre.
Diario TAG logró comunicarse con familias que se vieron perjudicadas por la situación. Una de ellas es Hilda Mabel Pérez, encargada de llevar adelante un merendero. "Nosotros poníamos la mercadería al hombro o pedíamos un carrito. Cuando las personas no podían llegar al merendero, las chicas salían para llevarle los alimentos a la casa", explicó.
A la vez, manifestó que el conflicto con el agua es algo recurrente "cada vez que llueve, poco o mucho esto es lo que pasa, no hay desagües", dijo en relación al espacio que existe entre el barrio y el asentamiento del exCampo de Tiro.
"Acá en esta parte están las personas que fueron reubicadas, las que Tierras fue y las sacó de sus lugares donde vivían, donde incluso había gente que tenía sus viviendas de materiales y los reubicaron en esta zona", comentó.
A lo que agregó: "Sus casitas son precarias porque están esperando sus viviendas. Son de chapas, de nylon negro y de tierra obviamente el piso. Hay gente que hace más de un año está esperando por su vivienda".
"Una de las chicas del merendero todavía no pudo volver a su casa, ella tuvo hasta la rodilla el agua y ahora eso es un barrial", profundizó.
A la problemática ya presente, Peréz resaltó que los mosquitos en la zona transformaron al escenario en algo todavía más adverso. "Se vuelve una situación muy complicada", contó.
En referencia a las personas que asisten al centro de asistencia, dijo "en mi merendero y comedor hay 60 chicos anotados todos de 2 a 10 años, pero igual, nosotros damos a más personas. Esto es todo un asentamiento, tenés desde la Hernandarias hasta la Dónovan todos asentamientos, todas casitas precarias".
Por su parte, Débora Gisela Gómez, también del 6 de Septiembre, explicó cómo vive al estar aún rodeada de agua. "Nosotros hasta ahora estamos con agua en lo que es todo el patio, no podemos salir afuera, lo que es adentro está todo húmedo. Tenemos tres hijos y tenemos una sola piecita".
La madre de tres niños relató la situación de sus hijos y fue crítica en cuanto a lo educativo. "Se nos mojaron todas las cosas, hasta ahora no podemos ir a la escuela por el tema que ni siquiera nos quedó algo seco, se nos mojaron todas las cosas", replicó.
En una seguidilla de videos enviados al medio, uno de los vecinos mostró cómo fue su realidad desde el lunes de la semana pasada cuando las lluvias empezaron a inundar el barrio.
A la vez, Gómez agregó: "Las calles son horribles, encima no tenemos ni una bota, pero acá nosotros nos manejamos descalzos y esto es un problema por ahí se le mete un clavo o tantas cosas que hay en el piso".
Exactamente a 8 días del hecho, el agua todavía se encuentra presente en el sector creando dificultades para la circulación y en el desarrollo de las personas que aun intentan secar sus pisos de barro y pertenencias.
