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La vida universitaria en Resistencia: división de gastos, inflación y dificultades para llegar a fin de mes
Los estudiantes de la UNNE aseguraron que viven con los "justo", y que el comprarse ropa para ellos resulta, más que una necesidad, un "lujo".
El viernes pasado el Gobierno anunció un aumento del 42% de la Beca Progresar para los estudiantes argentinos, que pasará a valer $ 12.780: la inflación interanual nacional registró en marzo un 104,3%. El sector universitario cuenta con gastos de alquiler, comida y materiales de sus carreras que, por regla general, los dejan con los números en rojo.
Roció Salazar es una estudiante del interior de Chaco que llegó a Resistencia para estudiar Arquitectura. En su rutina diaria explica que, cada vez que va al supermercado "gastás mil como mínimo", dijo a Diario TAG. "En la carrera los gastos son muy importantes, todos los materiales son muy caros. Tengo la beca del comedor y ropa me compro muy de vez en cuando: dos veces al año", relató.
Para caminar en su meta de ser profesional, sus padres le ayudan para pagar el alquiler y los gastos en comida que conlleva vivir lejos de su casa. "Yo no trabajo, pero hay gente que lo hace y les lleva su tiempo (avanzar en la carrera)", dijo. En relación al Progresar, Rocío explicó que le ayuda para pagar internet y algunas cosas "pero no alcanza". "Gasto 15 mil pesos por mes en materiales", concluyó Zalazar.
Los estudiantes cuentan con diferentes becas que aplacan los gastos diarios y mensuales que implica vivir en Resistencia: becas de comedor, donde pueden almorzar de lunes a viernes; sube universitaria con descuentos para los pasajes de colectivos (pagan $ 20, poco más de 50 pesos menos que el resto de las personas); existen facultades que cuentan con becas de apuntes y otros beneficios.
Sin embargo y, a pesar de esto, por la suba constante de precios en alquileres y las comidas producto de la inflación, esto resulta aún insuficiente para vivir de forma cómoda.
Leonardo Martín Ruiz Díaz es oriundo de Villa Ángela, quien llegó a la ciudad para estudiar, recibirse y ejercer de contador. "Fotocopias transporte y alimentos, me manejo con la beca Progresar, que un poco me sirve, pero está muy por debajo lo que es la ayuda económica para los estudiantes", comentó. Díaz logró obtener una residencia estudiantil para evitar pagar un alquiler, que, según comentaron los universitarios, se sitúan entre 40 y 45 mil los más baratos.
"Tengo que viajar a Corrientes y gasto mil pesos, las fotocopias te piden muchos apuntes. Gasto 15 o 20 mil", dijo, y en caso de que no llegue, "me ayudan mis viejos, gran aporte", señaló. Producto de esto, Ruíz Díaz explicó que tiene como meta conseguir un trabajo e independizarse mientras continúa sus estudios.
Así como Rocío, también él no puede tener "el lujo" de comprarse ropa, ir al gimnasio y tener otras actividades recreativas porque "no me alcanza a fin de mes", declaró. Otro estudiante, por el contrario, si comentó que realiza actividades con la ayuda de sus padres, ya que lo ve como "un despeje de la cabeza" necesario para su vida.
Otra de las que también contó situaciones parecidas es Milagros Delgado de 23 años, que comentó que no tiene ningún tipo de beca y, para gastos fuera de la facultad no le alcanza, ya que vive con lo "justo".
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