El crudo relato de un soldado chaqueño que fue a Malvinas con 6 amigos
En 1982, Argentina atravesaba una dictadura militar, la más sangrienta de la historia de nuestro país. En ese contexto, el presidente de facto de aquel entonces, Leopoldo Fortunato Galtieri, en un discurso soberbio realizado en Plaza de Mayo en abril del 82 ante una multitud de argentinos, soltó una frase que quedó inmortalizada "Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla".
La desafortunada frase dicha por Galtieri sería el inicio de una guerra trágica, sin sentido y que, solamente, provocaría la muerte 649 soldados argentinos, 1687 heridos y muchos más que sufrieron las consecuencias años después.
A 40 años, los testimonios de excombatientes de Malvinas son cada vez más valiosos para que, con sus palabras, nos puedan hacer llegar de alguna manera lo que significó esa guerra.
En ese marco, Diario TAG dialogó con José María Iker, excombatiente de Malvinas, soldado clase 62 y que fue parte del Regimiento de Infantería 12 en la ciudad de Mercedes, Corrientes.
José María fue a la guerra con apenas 19 años y había finalizado el servicio militar tan solo cinco meses atrás. "Soy clase 1962, me incorporé al servicio militar el 10 de marzo de 1981 y el 10 de noviembre del mismo año fui dado de baja. El 2 de abril, cuando se produce el desembarco, ya hacía cinco meses que estaba de baja. Recibimos vía telegrama la orden de incorporarnos nuevamente", sostuvo José María.
Asimismo, comentó lo que sintió cuando le llegó la orden de reincorporarse: "Fue un mes de emoción, alegría, incertidumbre pero yo quería ir".
En ese sentido, fue consultado si tenía conocidos o amigos con los que le tocó ir a Malvinas y expresó: "Debemos ser un caso único en el país. Fuimos con seis amigos del mismo curso, del Colegio Nacional de Villa Ángela. Juan Areco, Alberto Areco, Martín Bacs, Guido Kindwerley, Mario Marcovitz y yo. Gracias a Dios, los seis estamos con vida".
Luego, recordó cómo fue vivir el día a día en la Guerra: "Los primeros días en Malvinas estuvimos bien a pesar del clima. Había muchas lluvias, lloviznas y mucho frío. Hay que tener en cuenta que estábamos viviendo en medio de la nada en carpas, sin luz, noches enteras", aclaró y añadió: "Todo el tiempo que estuvimos en la isla no tuvimos acceso a la higiene, nunca nos bañamos".
"El 1 de mayo, en Pradera del Ganso que es donde yo estuve, se produjo el primer ataque aéreo de los ingleses. A partir de ese día, todo cambió. Los ataques de los aviones fueron constantes. A mediados de mayo se produjo el desembarco de los ingleses y ahí eran combates prácticamente todos los días", aseveró.
José María manifestó que "hubo momentos muy difíciles", e hizo hincapié en los ataques de los ingleses: "Eran bombardeos aéreos, navales, terrestres constantes. En ese momento también la falta de logística de nuestras tropas, falta de armamento, comidas sumado a las bajas de nuestros compañeros, fueron momentos muy difíciles, no sabías si ibas a vivir o no".
Sobre el fin de la guerra y el momento de regresar, comentó: "Cuando se produce el final de la batalla en Puerto Darwin, Pradera del Ganso, donde nuestras tropas se rinden y fuimos prisioneros, fue un momento de alivio pero también de mucha bronca por no poder seguir".
"Ya como prisionero, nos llevaron a Uruguay, nos entregan a la Cruz Roja Internacional y nos reciben autoridades argentinas que nos llevan en barcos a Buenos Aires. Allí estuvimos una semana en Campo de Mayo, luego fuimos a Mercedes en Corrientes a nuestro Regimiento 12 de Infantería. Permanecimos una semana y luego la baja definitiva. Ahí comenzó otra historia", indicó.
José María señaló que él no tuvo ninguna secuela física de la guerra, pero que muchos compañeros suyos sí. "Hasta el día de hoy algunos todavía conviven con eso. No hay que olvidar que en los años posteriores hubo más de 600 suicidios de veteranos de Malvinas. Ellos no tuvieron contención médica ni psicológica de autoridades del Gobierno, fue un total abandono".
Además, resaltó: "No tuvimos ningún contacto con autoridades gubernamentales, salvo el día que fuimos recibidos en Uruguay a la vuelta".
Para finalizar, José María reflexionó lo que significó para él defender a su Patria: "Fuimos a una guerra con 18, 19, 20 años. Una guerra que en mi opinión no tuvo que haber ocurrido, ninguna guerra es buena. De todas formas, fuimos convencidos que lo hicimos para defender nuestros territorios y, a pesar de la derrota, nos sentimos orgullosos de haber defendido nuestra Patria".