Amenazas, drogas y un crimen: Belén Gauna fue estrangulada y su "amigo" es juzgado por su muerte
Rubén Romero es el acusado en el juicio por la muerte de la joven de 18 años en julio de 2020, y este jueves un jurado popular podría condenarlo por el crimen.
Este jueves, un jurado popular podría condenar a Rubén Romero por el crimen de Liliana Belén Gauna, una joven de 18 años que fue encontrada muerta en un pastizal a la vera del río Paraná, en inmediaciones de la ex fábrica Molino en Puerto Vilelas.
Esta mañana se llevaron adelante los alegatos finales en el juicio por jurados en relación a la muerte de la joven. Y por el hecho Romero está siendo juzgado, acusado de haber asfixiado a la joven. La Fiscalía y la querella apuntan a su culpabilidad, la primera por el delito de homicidio simple, la segunda por "homicidio agravado por haberse cometido en un contexto de violencia de género". La defensa busca la absolución.
En sus alegatos finales, la Fiscalía remarcó las conclusiones del médico forense, sobre la muerte de Belén Gauna. "Liliana fue golpeada y estrangulada hasta morir, eso es lo que nos dice la evidencia", señaló el fiscal de Cámara: Nº 1 Sergio Cáceres Olivera, detallando la presencia de golpes zona de los dientes, que fueron descubiertos en la autopsia.
Sobre el día que ocurrió el crimen, Cáceres Olivera reconoció que el médico forense "no pudo determinar en una línea de tiempo la fecha de muerte, nos dijo de 7 a 10 días". Sin embargo, para la Fiscalía la fecha está clara: "La autopsia fue recibida el 21 de julio del año 2020, Liliana desapareció el 11 de julio del año 2020. Sus familiares, conocidos y amigos la vieron por última vez esa fecha. El 11 de julio fue cuando fue asesinada Liliana Belén Gauna".
Aquel 11 de julio, según describió la Fiscalía, Belén se encontraba en una "vivienda precaria" junto a "Mojo", quien habitaba el rancho, otra persona de apodo "Cachorro" y el acusado, Rubén Romero, a quien apodaban "Porky", todos ellos "consumiendo alcohol, tomando vino y cocaína".
Según declaró una testigo, amiga de la víctima y quien la encontró sin vida esa noche, "Belén era una chica que tenía problemas de consumos con las drogas y que para conseguir droga se prostituía". En esa línea, la hipótesis de la fiscalía sostiene que la joven "ingresó en el rancho con Rubén Eduardo Romero probablemente para tener relaciones a cambio de droga". En ese contexto, la joven de 18 años habría sido asesinada, apuntan.
La amiga de Belén, testigo en el juicio y quien la halló muerta esa noche, no denunció lo ocurrido "por miedo". "Rubén Eduardo Romero la había amenazado que si contaba algo de lo que había visto le iba a pasar algo a su hermanita. Dijo ella ´no me animaba a contar porque todavía estaban en libertad´. Es totalmente entendible", elaboró Cáceres en sus alegatos finales. Nueve días habían pasado de aquella noche, cuando Belén fue hallada sin vida.
Para la Fiscalía, así ocurrieron los hechos. Belén, de 18 años, se fue con el acusado para conseguir drogas y fue en ese momento que, "producto del alcohol, de la cocaína, de la personalidad violenta que él ya tenía", Romero le quitó la vida. "Ya nos dijo la testigo como las trataba de "putas", era una persona agresiva. Lo cierto es que una persona de una contextura física importante, un hombre de más de 42 años con una joven de 18, la golpeó, la ahorcó y la asfixió hasta matarla", sostuvo el fiscal.
Y concluyó: "Luego con el encubrimiento de "Mojo" y "Cachorro" no le fue muy difícil transitar alrededor de 200 metros, en la zona del terraplén, del otro lado del mismo en la zona del ex Molino, arrojarla y dejarla ahí. Eso fue lo que pasó. 9 días después, encuentran el cuerpo del Belén por el alto estado de descomposición.
La fiscalía pidió que Romero sea declarado culpable por el delito de "homicidio simple". En tanto, la querella pidió "homicidio agravado por haberse cometido en un contexto de violencia de género".
Por su parte, la defensa de Rubén Romero, alias "Porky", de la mano del abogado Juan Mario Fernández, sostuvo que "estamos ante una fabricación de un culpable", y pidió la absolución del acusado.
"Lo único que no está en discusión es que Belén Gauna fue hallada muerta, y la causa de la muerte. De todas las pruebas vertidas y colectadas no existe ninguna prueba de certeza de realmente quien haya matado a Belén Gauna", comenzó Fernández sus alegatos.
Y sostuvo que en el crimen de Liliana Belén Gauna "el cuándo no está acreditado, solo el cómo. No hay motivo, no está el por qué, y mucho menos el quién".
En esa línea, planteó la duda de "si realmente Belén murió ese día". Y se refirió a las declaraciones de los testigos que confirmaron haber consumido drogas aquel 11 de julio, "incluso Belén". Sin embargo, "en el informe toxicológico dice que no había sustancias, como las drogas, en las muestras de Belén Gauna, Tampoco muestras de ADN en las uñas o en las prendas", señaló el abogado defensor.
A su vez, cuestionó el testimonio de la amiga de Belén, que declaró haberla visto sin vida el 11 de julio de 2020. "No hay una prueba fehaciente que conduzca directamente al señor Rubén Romero. Es cierto que coincidía, que era amigos, todo el mundo reconoce que eran amigos. Pero acá la única situación que podría generar dudas es el testimonio de una mujer que evidentemente hay muchas cuestiones contradictorias que son inventadas", sostuvo.
Para la defensa, el testimonio fue un "acting, una puesta en escena", entendiendo que con el consumo de alguna sustancia aquella noche, la testigo podría haber estado fabulando.
El abogado defensor se dirigió al jurado y pidió que Rubén Romero se absuelto. "No hay prueba física, no hay prueba química, no hay una real connotación que lo vincule de forma directa".
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