Bolsonaro apuntó contra las "depredaciones e invasiones" en Brasil y repudió las "acusaciones sin pruebas" de Lula
Este domingo, cientos de bolsonaristas invadieron el Congreso Nacional, el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema de Brasil, exigiendo la intervención militar de las Fuerzas Armadas para derrocar al presidente electo, Lula Da Silva.
En el marco de las violentas manifestaciones contra el gobierno de Lula Da Silva en Brasilia, con la toma del Congreso Nacional, el Palacio de Planalto y el Supremo Tribunal Federal de Brasil, el expresidente Jair Bolsonaro criticó las movilizaciones y desligó su responsabilidad en los hechos.
El exmandatario criticó "las depredaciones e invasiones de edificios públicos" en Brasil y sostuvo: "Las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla".
En esa línea, agregó que "a lo largo de mi mandato, siempre estuve dentro de la Constitución, defendiendo y respetando las leyes, la democracia, la transparencia y nuestras sagradas libertades".
- Manifestações pacíficas, na forma da lei, fazem parte da democracia. Contudo, depredações e invasões de prédios públicos como ocorridos no dia de hoje, assim como os praticados pela esquerda em 2013 e 2017, fogem à regra.
— Jair M. Bolsonaro 2️⃣2️⃣ (@jairbolsonaro) January 9, 2023
"Además, repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del Ejecutivo de Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva)", escribió el ex mandatario en un hilo de Twitter.
Alrededor de 400 bolsonaristas fueron detenidos este domingo por la toma de los edificios constitucionales en Brasilia. "Vengo a informar que más de 400 personas fueron detenidas y pagarán por los crímenes cometidos, trabajamos para identificar a los que participaron de los actos terroristas", aseguró el gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha.
Según lo informado por la agencia TELAM, el Congreso, el Supremo Tribunal Federal y el Palacio del Planalto fueron desocupados luego de una operación que contó con la tropa de choque y el lanzamiento de gases lacrimógenos desde helicópteros.
Finalmente, los detenidos fueron llevados a las sedes de la Policía Civil de Brasilia.