"Tuve que aguantar maltratos de su gobierno": Alberto Fernández apuntó contra Bolsonaro y defendió a Lula Da Silva
Ya serían alrededo de 150 los detenidos por el intento de golpe de Estado a los tres poderes en Brasilia y para estas horas la Policía Militar del Distrito Federal ya retomó el control del Congreso Nacional, el Palacio de Planalto y el Supremo Tribunal Federal de Brasil que habían sido tomados.
En el marco de las violentas manifestaciones contra el gobierno de Lula Da Silva en Brasilia, con la toma del Congreso Nacional, el Palacio de Planalto y el Supremo Tribunal Federal de Brasil, Alberto Fernández ratificó el apoyo a su par brasileño en declaraciones a medios del país vecino.
El presidente argentino habló con la prensa brasilera y detalló que estuvo en contacto con Lula Da Silva durante toda la tarde de este domingo, mientras se llevaban adelante las manifestaciones de cientos de bolsonaristas, que exigían la caída del gobierno del presidente electo.
"Sabe de mi compromiso con la democracia y del respeto y afecto personal que le tengo. Sabe que me dice lo que necesita y tendrá mi apoyo", dijo Alberto Fernández a la prensa de Brasil.
Este domingo, un centenar de simpatizantes del expresidente brasileño Jais Bolsonaro tomaron los edificios constitucionales en Brasilia, exigiendo la intervención militar de las Fuerzas Armadas para derrocar al presidente electo, Lula Da Silva.
En esa línea, el mandatario argentino apuntó contra el gobierno de Bolsonaro y admitió haber vivido "maltratos" por parte del expresidente brasileño.
"Brasil y Argentina tienen un destino en común más allá de los presidentes. Cuando Bolsonaro gobernó, aunque muchas veces tuve que aguantar maltratos de parte de su gobierno, siempre preferí guardar silencio a riesgo de que me tilden de ‘blando’ o ‘tolerante’ solo por preservar el vínculo entre los dos países", sostuvo Fernández.
Y añadió sobre las manifestaciones de este domingo: "Sucesos como estos no se generan de la nada. Movilizar semejante cantidad de personas o permitir el acceso a edificios públicos, que se supone que deben estar custodiados, solo es posible con la anuencia de parte del poder".
Luego de horas de violentas manifestaciones, la Policía Militar del Distrito Federal ya retomó el control del Congreso Nacional, el Palacio de Planalto y el Supremo Tribunal Federal de Brasil que habían sido tomados.
Según confirmaron medios brasileros, los manifestantes que encabezaron el ataque fueron expulsados "con bombas con efecto moral" (gases lacrimógenos) y están en la plaza ubicada en las afueras de los edificios. Además, se habla de alrededor de 150 detenidos por el intento de golpe de Estado a los tres poderes en Brasilia.