El Frente de Todos en medio de internas y cruces de cara a las elecciones del 2023
El Frente de Todos atravesó un año colmado de incertidumbres en el marco de las internas que se incrementaron este 2022.
Desde el comienzo de esta gestión, la relación entre el presidente y su vicepresidente estuvo en el foco de todos: falta de diálogo e ideas contrapuestas estaban como principales diferencias. Sin embargo, a lo largo del tiempo, se esforzaron por no admitir ese quiebre y aseguraron que había diálogo "para lo importante". Inclusive, Alberto Fernández la defendió públicamente en varias oportunidades, como durante las repercusiones del atentado contra la vida de Cristina Fernández y el juicio que la involucró en la Causa Vialidad.
Sin embargo, a comienzos de año, un desacuerdo en relación con la decisión del Gobierno de cerrar un acuerdo con el FMI desató la renuncia a la presidencia del Bloque del Frente de Todos en Diputados de Máximo Kirchner.
Fue el 1 de febrero cuando Máximo Kirchner hizo pública su renuncia, previa llamada a Alberto Fernández que anticipaba la dificultad que significaría remontar lo que muchos consideraron la firma de la ruptura en el Frente de Todos. El líder de La Cámpora alegó que no compartía el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sellado tan solo tres días antes por quien era el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Sin embargo, la renuncia llegó un día después de que el presidente afirmara: "Cristina tiene matices con el acuerdo con el FMI, pero el Presidente soy yo y tengo que tomar decisiones".
Máximo Kirchner dio una explicación concreta: "Lo del Fondo Monetario Internacional con Argentina es criminal. No está bien lo que están haciendo, es irracional, no es práctico. Cuando mirás la curva de vencimientos no hay una cuestión práctica, es impagable, está hecho para no pagarlo y si está hecho para no pagarlo es porque te van ir sacando más cosas, más cosas y más cosas en cada renegociación".
PASO SI, PASO NO
La intención de suspender las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) fue el otro tema crucial de diferencia dentro del Frente de Todos donde confluyen posturas contrapuestas.
La decisión, finalmente se toma dentro del Congreso a través de un debate y votación, espacio en el que el oficialismo no contaría con los votos necesarios para la eliminación.
Aún en un posible escenario de unificación, no queda margen político ni tiempos institucionales para un cambio de las reglas de juego electorales. Alberto Fernández, por su parte, piensa que la posible eliminación de las PASO es un debate que está abierto, pero evita dar una señal concreta sobre el tema.
El camino hasta esto se dio en medio de cruces de ambos lados, aquellos a favor suponían que "las PASO se han convertido en la primera vuelta y se trata de evitar que el voto útil que puede acompañar a Javier Milei se vaya a Juntos por el Cambio en la general". Entre estos, se encuentra la Liga de los Gobernadores que se manifestó más de una vez a favor de la eliminación.
Desde el sector opositor, el diputado Leandro Santoro, quien pertenece al entorno del presidente Alberto Fernández, dijo: "Me parece que no corresponde suspender las PASO para 2023, salvo que haya un acuerdo político de todas las fuerzas democráticas. Si ese acuerdo se da, yo no tendría problema".
Los más cercanos a Cristina Kirchner tampoco se han expresado públicamente sobre el tema y quizás haya sido el eslabón que faltaba. Cabe destacar que el de las PASO fue un proyecto creado y alentado por el expresidente Néstor Kirchner, cuando fue diputado, tras la derrota electoral sufrida ante Francisco de Narváez, en 2009.
"ALBERTISMO"
En medio de la discusión por las PASO y con el conocimiento de que Alberto Fernández iniciará su proyecto reeleccionista, ocurrió un fuerte cruce entre declaraciones del presidente y Máximo Kirchner.
El presidente, en varias oportunidades remarcó que nunca quiso "construir el albertismo" y que siempre acompañó un proyecto conjunto. Sin embargo, el mayor énfasis en esto lo puso después de ser acusado por Máximo Kirchner por haber usado la Casa Rosada como trampolín para "iniciar una aventura personal".
Lo dijo en el marco del Congreso del PJ bonaerense en Mar del Plata, donde añadió: "Tengo la esperanza de que se den cuenta y dejen de jugar a los ofendidos y a los tristes". "Triste está nuestra gente que no llega a fin de mes, ofendidos están los compañeros que quieren un gobierno que trabaje más todos los días. Nosotros estamos para rompernos el alma, tenemos que tener toda la polenta necesaria para salir adelante", remarcó.
La respuesta de Alberto Fernández también fue concreta: "Nunca quise construir el albertismo, cosa que es cierta, no creo en los personalismos, todos somos fungibles, algunos serán más necesarios que otros. Soy parte de un proyecto, me pueden acusar de cualquier cosa, menos de hacer aventuras personales". Y el cruce recrudeció cuando Fernández agregó: "Cuando un compañero habla mal de otro compañero empieza a dejar de ser peronista".
Estas divisiones en el Frente de Todos deja abierta la jugada de cara a las elecciones del 2023 donde los resultados podrían acomodarse a cualquier sector, incluso deja la puerta abierta para nuevos actores que quieran hacerse lugar. Sin lugar a dudas representa una debilidad ante un espacio que en las elecciones anteriores se mostraba con mayor unidad, la unificación en los próximos meses parece urgente, y el tiempo corre.