Un año clave para la Tracción a Sangre en Resistencia: sólo falta la recta final
La tracción a sangre sin dudas jugó un papel definitivo en la sociedad durante el 2022. No sólo a causa de nuevos accidentes y muertes que causó el sistema, sino también por su voluntad política y rechazo a la hora de ser tratada en el Concejo Municipal, mediante el nuevo Código de Tránsito de la ciudad.
La iniciativa del Código fue planteada desde comienzos de año por parte del intendente Gustavo Martínez. Al menos, públicamente. Como estandarte del mismo corrió siempre la posibilidad de que, con su aprobación, se erradicaría definitivamente en Resistencia la tracción a sangre.
A pesar de la voluntad política que mantuvo el proyecto desde comienzo de año, no sólo por la mayoría oficialista en el Concejo sino también por el apoyo social que demostró tener la erradicación del sistema de tracción a sangre; la iniciativa fue aprobada en primera lectura pero se debió convocar a Audiencia Pública para ser nuevamente tratada.
He aquí la primer disputa: el artículo 132 del proyecto, el que contempló la descripción acerca de la prohibición del sistema de tracción a sangre en todo el ejido municipal, causó discordias entre los concejales.
Y es que, en su mayoría, el oficialismo buscaba aprobar el proyecto y de una vez por todas dar por finalizado el tema, sin importar las consecuencias. Por otra parte, la oposición y sus referentes en el Concejo manifestaron una posición contraria: afirmaban que no era posible la erradicación del sistema debido a que se tenía que tener en cuenta la situación socio-económica de aquellas personas que utilizaban la tracción a sangre como método de trabajo.
La situación nunca pasó a mayores y desde la oposición intentaron frenar el avance del proyecto la mayor cantidad de tiempo posible hasta que se modifique el artículo 132 y se establezca algún sistema para sustituir la tracción a sangre y así no "abandonar" a lo que la usaban.
Una de las exponentes de este tema fue la concejal oficialista Soledad Villagra, quien ya el pasado 29 de abril había sostenido que se llevaría adelante una "gestión social por parte del Ejecutivo Municipal" y que les darían herramientas a los que se vean perjudicados. Además, afirmó en aquel entonces que luego de las vacaciones de julio, el oficialismo preveía que comience un proceso de adaptación para los "carreros", que demandaría alrededor de seis meses.
Desde las declaraciones y discursos de los concejales y el intendente se realizaron numerosas manifestaciones en redes sociales y junta de firmas en la peatonal de Resistencia para apoyar la erradicación de la tracción a sangre. Una de las organizaciones clave en la provincia dentro de la protección de equinos es la Fundación Libera Chaco, que en todo momento dio el visto bueno para el avance del proyecto.
La Audiencia Pública sobre el nuevo Código de Tránsito se llevó a cabo el 2 de junio. Para la fecha, la Municipalidad invitó a vecinos para que formen parte de la audiencia. En las afueras del recinto, sobre la avenida Italia, se encontraron las agrupaciones protectoras de caballos. Y luego llegaron los movimientos sociales, que representaron los contrario: el rechazo al artículo y la manifestación de apoyo a los carreros. ¿El resultado? Violencia piquetera que terminó en la huída de los que apoyaban el proyecto.
En los días previos a la Audiencia Pública, como en la fecha y los días que siguieron hubo piquetes por parte de los que utilizan la tracción a sangre. Decenas de caballos deshidratados y con el carro sobre la espalda invadieron las afueras del Municipio y las calles cercanas.
La postura de la gestión de Gustavo Martínez fue contundente: no ceder. Los representantes y autoridades municipales hicieron caso omiso a las manifestaciones y ordenaron seguir a pie de cañón con la aprobación del nuevo Código.
Y así fue. El 14 de junio, semana y media más tarde, el Concejo aprobó el nuevo Código con nueve fotos a favor. El proyecto contemplaba 249 páginas y 554 artículos. La imposibilidad de frenar el avance causó el consenso entre los bloques y la posterior celebración incluso de la oposición.
Carla Cantero, de la UCR y SUMAR -el espacio de Leandro Zdero- afirmó que el bloque logró "que se trabaje en la sustitución" ya que "no debemos dejar de lado ni desatender a las más de 1000 familias que se encuentran atrás del equino, ni a los protectores de animales que bregan por el bienestar del mismo".
Una vez aprobada la prohibición del sistema de tracción a sangre, vino la parte más longeva: su reglamentación. Desde el Municipio aseguraron que el paso a seguir era una resolución de intendencia para que las precisiones generales "tengan el alcance particular y determinen los casos, méritos, procedimientos que instrumenten cada uno de esos artículos".
"Hay que hacer una definición de cuáles son los casos que están prohibidos, cómo se van a instrumentar los procedimientos, a dónde va a ir a parar el animal. Con qué norma del Código de Faltas lo sanciono", reconocieron desde el Ejecutivo a Diario Chaco.
Tal es así que, a más de cinco meses de su aprobación y posterior promulgación, el nuevo Código de Tránsito todavía continúa "en mantenimiento" bajo ciertos aspectos. Algunas normas clave, como la "alcoholemia cero", no tardaron en implementarse y fueron efectivas al corto tiempo.
Debido a la profundización de la tracción a sangre y el delicado trato social que conlleva, desde el Municipio continúan reuniendo directivas e instrucciones para delinear cómo tratar cada caso particular y establecer lineamientos generales.
La expectativa, según pudo saber Diario TAG, es que este proceso culmine durante los primeros meses de 2023. Sólo entonces se podrá saber, finalmente, qué camino tomará la tracción a sangre en Resistencia y de qué manera se la erradicará de una vez y para todas. El 2022 trajo consigo una definición prometedora y específica: su prohibición. Ahora, sólo resta el toque final.