"Me apoyó el arma y gatilló tres veces": el relato de la jueza asaltada con su bebé en brazos
Natalia Kuray, jueza de la Cámara Primera en lo Criminal, fue víctima de un violento robo a mano armada durante el fin de semana, mientras descendía de su auto afuera un bar, ubicado la esquina de Lestani y Pellegrini, en Villa San Martín.
Según relata la jueza en declaraciones a Diario TAG, los delincuentes estaban armados y llevaban las caras tapadas con "cascos y pañuelos".
El pasado sábado 3, a las 21:30 horas, la magistrada fue a cenar al bar céntrico, acompañada de su esposo y su bebé de seis meses. Cuando la familia descendió del auto, ocurrió el robo: "Nos bajamos, mi marido arma el cochecito del bebé que yo lo llevaba conmigo, porque se me había dormido en brazos, y cuando lo estamos poniendo en el cochecito yo escucho que mi marido dice ´no, no por favor te damos todo´ y ahí veo que venía una moto contramano y que ya se tiró uno que iba de acompañante con un arma de fuego".
En esa línea, la jueza detalló que les había llamado la atención que no había movimiento de gente en la zona cuando llegaron al lugar, sin embargo, "uno nunca imagina que le va a pasar".
"Viene a mí, me agarra y le doy la cartera. Me apoyó el arma y me gatilló tres veces", relató la jueza Kuray en comunicación con este medio. "Mi marido quedó en shock y después el de la moto dice ´al vago también sacale´". En ese momento, según detalló, ella le pidió a su marido que corra y justo llegó otro hombre, "venía un señor que cuida una obra en construcción que está a 15 metros, bien al frente del bar". Ante esto, los ladrones huyen del lugar.
"Fue terrible", expresó la magistrada, y explicó que "no es la primera vez que soy víctima de un delito, no es la primera que me roban con arma, pero honestamente yo no pude reaccionar porque encima yo lo estaba poniendo a mi bebé en el coche y no alcancé a sujetarlo, tiene 6 meses, no se sostiene solo".
"Nos pasa a todos", continuó. "Creo que la realidad del país nos afecta a todos y cada vez hay más inseguridad, cada vez son más violentos los casos, cada vez se animan a más, están dispuestos a todo".
En esa línea, desde su lugar como jueza, considera que no hay "una puerta giratoria" ni "jueces garantistas". "En la mayoría de los casos, por los menos que yo tuve que juzgar, siempre los familiares se han ido conforme, yo respeto la voluntad de la víctima. No doy penas leves, debo ser la más estrictas de todos. Tengo hasta denuncias y amenazas de denuncias de abogadas por mis criterios severos y justo me viene a pasar a mí, pero bueno, soy una ciudadana más", sostuvo.
"Somos ciudadanos comunes que somos víctimas de delito al igual que nuestros padres, hijos, hermanos. Nos pasa a todos por igual y no se trabaja distinto acá porque yo sea la juez", añadió.
En ese contexto, habló sobre el curso de la investigación en este tipo de delitos y, en particular, del que su familia fue víctima: "En mi caso es poco lo que pude observar porque son instantes donde está en riesgo tu vida, la de un bebé y entonces vos no estás percatándote de detalles de vestimenta, más allá de que estaban bastante cubiertos los delincuentes".
"Si bien hay muchas cámaras de seguridad por la zona, de domicilios particulares, no todas funcionan, no todas son nítidas, entonces quizás pese a todo el trabajo de la fiscalía y del departamento de investigaciones complejas, que no dudo que están trabajando mucho, no porque sea yo sino porque lo hacen siempre, hay casos en los que lamentablemente no se pueden encontrar pruebas", agregó.
Y explicó: "No tenemos todo lo tecnológico a nuestra disposición para ver instantáneamente lo que sucedió en tal o cual lugar. Se hace lo que se puede con los recursos que hay".
"Quizás quede impune, no por falta de trabajo de la fiscalía o de la Policía, sino porque a veces no hay pruebas y no se puede recolectar. Yo no pude ser una buena testigo", concluyó.