Recordaron la historia de la Plaza España de Resistencia
Roli Pérez Beveraggi es periodista, escritor e iniciador de la Fundación Resistencianos y, por sobre todas las cosas, un apasionado de la historia chaqueña y su cultura. Constantemente publica en sus redes sociales pequeñas historias, biografías y apostillas de lo mas variadas sobre Resistencia, su gente, sus instituciones, sus espacios y su arte.
Hoy hizo un repaso por la historia de la Plaza España, y recordó que "desde su fundación se llamó Libertad al espacio determinado para una de las cuatro plazas, que acompañarían a la plaza principal 25 de Mayo. El 18 de diciembre de 1918 pasa a llamarse 5 de Abril, el comisionado municipal Hipólito Briolini accedió a una solicitud de la Asociación Centro Cultural (en recordación a la victoria del General San Martín en la batalla de Maipú)", y agregó que "aunque desde esa fecha solo tenía nombre y localización, porque el lugar físico de la Plaza fue ocupado por más de 30 años por el Club Chaco For Ever y su famosa cancha de chapas".
Continuando con su posteo, expresó que "el 23 de junio de 1956, en una reunión de vecinos solicitaron la construcción de la Plaza '5 de Abril'. El 24 de abril, mediante el artículo 6º de la Resolución 269 de 1958, se le impuso el nombre actual de España, con la firma del escribano Edmundo Avalos, presidente del Consejo Municipal y de José María Corsi, secretario".
En una misma sintonía, remarcó que "esta plaza, tan cara a los sentimientos de los resistencianos, tiene ubicada una de las esculturas más bella de la ciudad y es la de Don Quijote y Sancho Panza, de nuestro genial artista plástico Eddie Torre, inaugurada el 12 de abril de 1980".
Asimismo, comentó que este lugar tan especial de la ciudad desde "el 8 de septiembre de 1989 se prenden ‘los fogones de la Amistad’ en memoria del cantor chamamecero Zitto Segovia y los músicos desaparecidos en la tragedia de Bella Vista, donde murieron ocho personas", y amplió rememorando: "Organizados por su gran amigo de la vida, Manolo Bordón, en homenaje a este juglar, que levantaba fogones y guitarreadas, llegando a los escenarios para triunfar. Su presencia era imponente y su calidez nos traslucía ese ser humano emocionante, que transmitía a su público toda su sensibilidad y llegaba a su gente como nadie".
"Manolo nos contaba en su despedida ‘ésta es la somera síntesis de una vida que no cabe en letras de molde, porque late en la sangre de este pueblo. De ese pueblo que lo acompañó vivo, que le rezó desaparecido y que lo lloró inconsolablemente, muerto’", indicó Roly.
En su escrito, el periodista señaló que "estos festivales de homenaje, donde siempre la entrada fue libre y jamás se comercializaron espacios de publicidad, fueron imponentes y emotivos, hasta la desaparición física de su inspirador".
Por último, comentó que "esta plaza hoy remodelada para beneficio de los ciudadanos de Resistencia y en especial para los niños, que siempre la tomaron como propia, con la tradicional calesita y el trencito, es parte fundamental de la ciudad".