"La Patrona del pan": una mujer montó un emprendimiento y hoy es el motor de su familia
Rosa creó una actividad en la que participan su marido y sus hijos y que creció gracias al esfuerzo de todos. Hoy ya tiene cuatro puestos y hasta cumplió el sueño de irse de vacaciones.
Se llama Rosa, está casada y tiene diez hijos, pero sus ganas de salir adelante económicamente hicieron que emprenda en el rubro de la panadería haciendo churros, rosquitas y pan casero.
Comenzó haciendo panes para venderles a sus vecinos y obviamente contar con la ayuda de sus hijos que se tomaban el tiempo de ofrecer en casa por casa. Con el paso del tiempo y poco a poco fue aumentando su variedad de productos, siempre por pedido de sus clientes. De esa manera pudo instalar varios puestos de ventas en la calle.
Gracias a ese esfuerzo, Rosa logró irse hasta de vacaciones. Sus ventas hicieron que hoy en día ya cuente con cuatro puestos. Su familia está comprendida por Carlos quien es su marido, y sus diez hijos. Lo lamentable de esta historia es que la mayoría había perdido su trabajo durante la pandemia.
Pero ese no fue un motivo para bajar los brazos, ya que de manera conjunta decidieron crear "La Patrona del pan". "Todos los días siento la responsabilidad de que, si yo no hago nada, nadie trabaja, y eso me pesa", contó a Telenoche.
Con la llegada de la pandemia y tras las duras restricciones por el COVID-19, Rosa comenzó a perder clientes, por lo cual tuvo que emplear un nuevo método de venta. "Ahí se me complicó muchísimo porque no podíamos vender en la calle", explicó.
La policía de Merlo, en varias oportunidades, les levantó el puesto, y con él, la posibilidad de ganarse el mango del día. "Me daba mucha bronca, porque nosotros somos gente honrada, merecemos el pan de cada día", remarcó la "Patrona".
Pero como todo sobreviviente, Rosa y su familia encontraron la forma para mantener su rebusque. Comenzó a publicar en las redes y a hacer delivery en bicicleta o caminando.
"El sol da para todos", es el lema bajo el que se maneja esta familia. Tanto es así que llegaron a ceder dos esquinas para otros puesteros. "Ellos tenían el mismo derecho que nosotros de sobrevivir", reflexionó.
"La Patrona del pan" y su familia se caracterizan por su fuerza de voluntad para salir adelante. Y, gracias a esto, Rosa pudo cumplir uno de sus sueños: "Una vez en mi vida me fui de vacaciones, estaba nerviosa y feliz a la vez, porque me lo merecía", contó.
