La casa de Rodríguez Peña: el búnker político de la Revolución
Todos los 25 de mayo una de las imágenes más importantes y que se encuentra en el telón de cualquier acto es la del Cabildo, allí se realizó la histórica votación del 22 de mayo y donde se anunció la Primer Junta. Pero un lugar clave en la Revolución fue la casa de Nicolás Rodríguez Peña, así como también una de sus empresas.
Rodríguez Peña nació en Chile, en abril de 1775, fue gobernador de Montevideo, intendente de la Paz y formó parte del Segundo Triunvirato. Además, era comerciante y con esta actividad pudo generar dinero que incluso, aseguran algunos historiadores, ayudó a financiar lo que sería más tarde la Revolución de Mayo.
Una de sus empresas era una jabonería, la cual compartía en sociedad con Hipólito Vieytes fue, durante mucho tiempo, lugar de encuentro entre políticos, pensadores y militares. Hoy en día no existe ese lugar, pero según expresó Gabriel di Meglio, historiador, investigador del Conicet y director del Museo Nacional del Cabildo a Télam, estaba en lo que es la intersección de Venezuela y la Avenida 9 de julio en Buenos Aires.
Según el mismo historiador, la casa, por otro lado, también era lugar de reunión, quizás el más importante. Ese hogar, si se pretende ubicarla en el siglo XXI estaría en Callao, entre Paraguay y Marcelo T. de Alvear, allí hay una plaza que lleva su nombre.
La casa de matrimonio Rodríguez Peña se transformó en un lugar clave para la historia argentina, ya que allí se realizaban planes y operaciones revolucionarias. Tal es así que fue allí cuando Juan José Castelli, junto al Síndico Leiva, Manuel Belgrano y Cornelio Saavedra decidieron pedir un Cabildo Abierto.
La reunión clave
El 24 de mayo se creó una junta de la cual participaban Saavedra y Castelli, pero también Cisneros, quien pretendía tener funciones presidenciales e incluso juraron "desempeñar con honor su mandato".
Una vez terminada esa reunión, Saavedra y Castelli recibieron un mensaje: debían ir al "búnker", la casa de Rodríguez Peña, donde estaba, entre otros Manuel Belgrano, crucial para que estos presentaran su renuncia luego.
Según escribió Tomás Guido, el creador de la bandera "lanzando una mirada en derredor de sí, y poniendo la mano derecha sobre la cruz de su espada dijo: ‘Juro a la patria y a mis compañeros, que, si a las tres de la tarde del día inmediato el virrey no hubiese renunciado, a fe de caballero, yo le derribaré con mis armas’ ".
Tras esta frase, los vocales fueron a exigir la renuncia de Cisneros, se disolvió el gobierno y se llamó a un nuevo Cabildo Abierto para el 25 de mayo. Allí, los patriotas ya tenían una nueva lista que presentar en para la Primera Junta, la que finalmente fue, y que se decidió en la casa de Rodríguez Peña, "el búnker político de la revolución".
De todas manera, la historia no termina allí, según explica el historiador Daniel Balmaceda en un artículo de La Nación, "la ciudad giraba entorno a esa casa", ya que también redactaron "una serie de principios" para la conformación del gobierno, las cuales decían cómo se iba a conformar el gobierno, prohíbia los titulos nobiliarios o que lo miembros debían renunciar al mando militar, entre otras características.