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Viernes 7 de Febrero, 2025
 
 
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Con 13 años cosechaba uvas para ayudar a su familia y ahora se recibió de ingeniero

Joel Sánchez tenía apenas 13 años cuando perdió a su papá. A partir de ese momento tuvo que salir a trabajar junto a sus hermanos en fincas de Mendoza.

Está claro que al llegar a este mundo cada persona tiene un destino marcado, que pueden estar totalmente diferenciado de cosas buenas, malas o ambas, inclusive. Y cuando suceden hechos que nos marcan, nuestra cabeza a veces juega de manera negativa, pero pese a eso hay historias que demuestran superación y ganas de seguir adelante.

Joel Sánchez tenía apenas 13 años cuando perdió a su papá. A partir de ese momento tuvo que salir a trabajar junto a sus hermanos en fincas de Mendoza. "Fueron años muy duros, pero pudimos salir adelante, aunque mamá nos recibía llorando cuando volvíamos", indicó el joven recibido a TN. 

Los Sánchez vivían en San Martín, a 45 kilómetros de la capital provincial. Jorge -mecánico- y Graciela -ama de casa- habían tenido cuatro hijos. Una diabetes que tenía a maltraer al papá finalmente se lo llevó. Corría el año 2010 y, en medio del dolor, una pregunta comenzó a preocupar a la familia: ¿cómo seguir, en adelante, sin la única fuente de ingresos?

De esa manera, Joel y sus hermanos siendo adolescentes decidieron salir a cosechar uva para poder subsistir. Joel tenía 13 años. Rubén tenía un año más y Sofía, uno menos. Ignacio (6, por entonces) era el más chico de los hermanos.

Los hermanos se levantaban a las 4 de la mañana y se subían a la caja de un camión que los trasladaba a las fincas. Allí los esperaba un trabajo muy exigente y, al mismo tiempo, una hostil competencia por el sustento diario. "Te pagan según la cantidad que coseches. Si hay 1000 tachos en total para llenar, tenés que ser rápido porque te puede pasar que vos hagas 100 y otro 900. Al principio, de hecho, nos sucedía eso″, relataba Joel.

Con el pasar de los años, Joel nunca perdió pisada a los estudios y mucho menos se le pasó por la cabeza abandonarlos. Es por eso, que cada vez que terminaba la temporada de cosecha, Joel retomaba sus estudios en la escuela secundaria y hacía changas: "Trabajaba en el taller de chapa y pintura de un hombre que me ayudó mucho y me gustaría mencionar: Mario Barzola".

En 2015, consiguió una pasantía en José Cartellone Construcciones Civiles S.A, una empresa pujante en la provincia. El trabajo en la cosecha ya era parte de su pasado. "Al mismo tiempo iba a la secundaria y ya estaba cursando el preuniversitario para ingeniería electromecánica en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN)", mencionó.

Sin embargo, un nuevo obstáculo se interpuso en su camino. "Cuando llegué a tercer año me despidieron de Cartellone. Por una crisis financiera, la empresa decidió deshacerse de 30 empleados y yo caí en la volteada. Éramos 90 y muchos compañeros eran sostenes de familia. Yo era joven, estaba estudiando y me tocó a mí", rememora.

Tiempo después, Joel consiguió trabajo en Cartocor, una empresa del grupo Arcor que le permitió empezar a adentrarse en la profesión de ingeniero. Y en el segundo semestre de 2021, finalmente, obtuvo el título. En esos días, a través de una publicación en LinkedIn, expresó la emoción por el logro conquistado y exhibió una foto que lo mostraba trabajando en la cosecha.

"Luego de 5 años y 4 meses, mi vida cambió para siempre. Todos los prejuicios quedaron atrás: que era una carrera infinita, que perdería tiempo y que se necesitaban recursos. Nunca olvidaré que al calor del sol y con la ropa sucia en una finca me imaginé un día levantando el cartel de ingeniero electromecánico", escribió. A las pocas horas, el posteo ya había alcanzado los 25 mil likes y los 1000 comentarios.

El flamante ingeniero se mudó el mes pasado a la Ciudad de Buenos Aires para trabajar en Ternium, una compañía productora de acero que pertenece al Grupo Techint. "Me alquilaron un departamento hermoso y me dieron todo para venirme. Me estoy acomodando y no sé ni el barrio donde vivo", dice y suelta una carcajada: "Cuando llegué a la ciudad de Mendoza para estudiar y trabajar me pasó lo mismo: una sola vez la había visitado. Yo nunca había salido del barrio Municipal de San Martín".

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