Dolarización: a qué tipo de cambio se podría dolarizar la economía
Un estudio publicado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, que analizó esta propuesta que se viene debatiendo hace unos meses, indicó cuáles serías las ventajas y desventajas de la puesta en práctica de la dolarización.
Si bien esta propuesta surge con la intención de poner fin a la acelerada inflación que enfrenta nuestro país, que se ha mantenido por encima del 50% en términos anuales desde junio de 2020, dolarizar la economía es una decisión que debe ser tomada con gran precaución, ya que conllevaría "acuerdos y reformas institucionales profundas".
Según este informe de la UBA, presidido por Emiliano Yacobitti, "con la cantidad de dinero circulante y de pasivos del BCRA, dolarizar la economía con el nivel actual de reservas netas implicaría valuar salarios y precios a un tipo de cambio aproximadamente de $4.315 por dólar" . Y, para evitar esto, "habría que pedir prestados USD 41.000 millones para dolarizar a un tipo de cambio de $200 y luego devolverlos". En este sentido, la dolarización funcionaría como "una solución rápida a un problema de larga data en nuestro país, aunque supone el abandono de cierta soberanía económica, al mismo tiempo que requiere de acuerdos y reformas institucionales profundas".
Ventajas
La dolarización es una propuesta que preseta grandes ventajas, como lo detalla el informe. Entre ellas se encuentra la eliminación de la inflación: "ante la imposibilidad de emitir, no se generan excesos de dinero que presionen sobre los bienes existentes y ello lleve a un aumento de los precios". En cuanto a esto, el informe agrega que "la economía se convertiría en una especie de juego de suma cero. Ya no existiría bimonetarismo (peso-dólar) por lo que el mercado de dinero estaría en equilibrio."
Como otra de sus ventajas, la dolarización posibilitaría la eliminación de la indexación de contratos:"dado que todo el dinero circulante en la economía sería moneda dura, no se precisa incluir cláusulas de actualización". Además, los resultados externos (balanza comercial, incertidumbre política, etc.) no tendrían efecto en los precios locales. Por otro lado, se comprimiría la prima de riesgo cambiario contemplada por la tasa de interés que pagan los bonos. "Dolarizar eliminaría este componente, por lo que se abarataría el costo de endeudamiento. Esto aplicaría tanto para el sector público como privado".
Además, la dolarización podría generar altas tasas de crecimiento como resultado de la eliminación de la inflación y el riesgo cambiario: el crédito se abarataría exponencialmente y esto permitiría a la economía encarar nuevos proyectos productivos.
Desventajas
En primer lugar, mediante la dolarización desaparece el Banco Central que es el encargado de preservar el valor del dinero y garantizar la liquidez necesaria al sistema bancario. Si el Banco Central desaparece, "los bancos podrían quebrar, millones de pesos/dólares en ahorros desaparecer y se generaría una falta de liquidez global en el sistema que podría llevar a una severa recesión", detalla el informe.
Además se produciría un "ajuste de balanza de pagos a la Hume", en referencia al economista David Hume, que estudió los fenómenos monetarios durante el mercantilismo y concluyó que "cuando una nación vendía más mercancías a otros países, se generaban ingresos extraordinarios de oro, lo cual aumentaba la renta y el dinero circulante en la economía local, redundando en un aumento de los precios (la oferta no lograba aumentar su producción tan rápido a lo que crecía súbitamente la demanda, por lo que los mercados se vaciaban vía ajuste de precios)". En el siguiente período "las exportaciones disminuirían por el aumento de los precios y así los ingresos de oro al país, por lo cual en términos reales habría menos dinero circulando en la economía." Como resultado, se llegaría a una recesión que "deprimiría los precios y estimularía las ventas en el período subsiguiente".
Del mismo modo funcionaría una dolarización, y "los períodos de recesión se pagan con ajustes en el nivel de actividad: salarios o puestos de trabajo, lo cual tiene su impacto a nivel consumo y, consecuentemente, PBI."
Del mismo modo, según este informe, mediante la dolarización no se elimina el riesgo de default:"elimina el riesgo devaluatorio ‘priceado’ dentro de los bonos soberanos, pero no elimina el riesgo de incumplimiento de pago. Hoy los bonos soberanos rinden 28% en dólares (2800 bps), es decir, cotizan a valores de default". Como resultado, Argentina se quedaría sin financiamiento, por lo que "una dolarización sin reformas de fondo no sirve y trae aparejado problemas que pueden desembocar en situaciones irresolubles."
Este estudio de la UBA sostuvo, además, que para dolarizar se "requiere reformas paralelas (mercado laboral): Los consecutivos períodos de alta inflación argentina han sido pagados con una caída de los salarios reales. Es decir, la inflación licuó los aumentos salariales, disminuyendo el salario real. En tanto, los años de recesión son pagados, en parte, por los salarios (precio de la mano de obra). Al dolarizar, no se podría lograr este efecto en tal magnitud, por lo que el resultante sería el despido".
En este sentido, una dolarización como solución rápida, sin un contexto de acuerdos y reformas previas, "dejaría en evidencia un problema de igual envergadura que la inflación: la debilidad de nuestras instituciones", determinó el informe.