La vuelta de los Héroes, la gratitud de la gente y la desidia total por parte del Gobierno
La Guerra de Malvinas será recordada por siempre como una guerra que no tuvo razón de ser. Un conflicto bélico que no tuvo ganadores ni vencedores, solo víctimas. Este 2022 se cumplen 40 años de esta contienda donde se enfrentaron las Fuerzas Armadas Argentinas y el Ejército inglés.
En un contexto político y económico complicado, el país atravesaba la dictadura más sangrienta de la historia de Argentina. Leopoldo Fortunato Galtieri, presidente de facto de aquel momento, realizó un discurso soberbio en abril del 82. Un discurso que será recordado por siempre y que fue el inicio de una guerra nefasta. "Si quieren venir que vengan", sostuvo Galtieri ese día ante una multitud de argentinos en la Plaza de Mayo.
El 2 de abril de 1982 comenzó la contienda. Las Fuerzas Armadas Argentinas con miles de jóvenes inexperimentados entre sus filas, se transformaron de un día para el otro en hombres con el peso de una guerra en sus hombros.
El "estamos ganando" era la noticia que la dictadura militar hacía llegar al pueblo argentino. Lo cierto es que, nada más alejado de la realidad. Las tropas argentinas estaban en una desidia total en cambio, el Ejército inglés estaba mucho más preparado, experimentado y tenía el total apoyo de su gobierno.
Pese a todos los esfuerzos de los soldados argentinos de combatir, no solamente contra las tropas inglesas, sino también, luchar contra el hambre, el frío y el abandono total del Gobierno, el 14 de junio de 1982 la guerra llegó a su fin con el triunfo de Inglaterra.
La rendición y la vuelta de los combatientes no fue nada fácil. A pesar de que se sentían derrotados, a su regreso, los soldados tuvieron su merecido recibimiento y el cariño de la gente. Esa muestra de afecto que tanto les faltó durante esos duros meses en las Islas Malvinas.
El 19 de junio de 1982, el Canberra, un enorme buque inglés, arribó a la ciudad de Puerto Madryn con 4136 soldados argentinos. Los militares tenían la intención que la vuelta de los combatientes sea silenciosa pero durante el camino, una multitud se acercó con banderas argentinas flameando y haciéndoles llegar la gratitud por haber defendido con honor al país.
Ese recibimiento y ese día en la ciudad de Puerto Madryn fue recordado como el día que "Madryn se quedó sin pan".
La negligencia por parte de la dictadura militar quedó en evidencia el día que los Héroes de Malvinas pisaron Argentina.
En una entrevista realizada por el medio Infobae, Luis Daniel Bigot, excombatiente y soldado del Regimiento 7 comentó: "La gente nos recibió como si hubiésemos ganado. Se acercaban, nos daban comida, pan, nos tiraban chocolates a los camiones. Paramos en un club, nos daban sándwiches y mate cocido. Venían a vernos todos, nos pedían algo, un recuerdo, lo que fuere: yo entregué el sombrero y un rosario a una familia que me había invitado a su casa. No sé quiénes eran, vivían en la esquina del club".
Por su parte, Miguel Galloto, otro joven que le tocó combatir en Malvinas y protagonista de una de las fotos más impactantes, expresó en una entrevista realizada a Telefe Noticias en el año 2015 que se fue con 18 añosa la Guerra pesando 75 kilos y volvió con 38. "Del 1 de mayo al 25 era comer constantemente un vaso de agua con cuatro fideos".
Oscar Rojas, médico voluntario en Malvinas fue quién le sacó la fotografía, dejando expuesto el total abandono de las autoridades gubernamentales para con los soldados. "Estaban abandonados, pude comprobarlo en relación a cómo los habían tratado los ingleses en el Hospital San Carlos. No tengo dudas que los ingleses los trataron mejor, los soldados llegaron con placas, historias clínicas, es como si los hubiera tratado yo en una clínica de la ciudad", expuso Rojas en declaraciones a Telefe Noticias.
Asimismo, Mabel Outeda, fue una fotografa que retrató el regreso de los combatientes a la ciudad de Madryn: "Me mandé para sacar las fotos, la gente estaba a los costados de la calle para recibirlos. Las lonas de los camiones que los traían estaban bajas porque los militares les habían dicho que el pueblo los esperaba para apedrearlos porque habían perdido en Malvinas pero eso no era cierto", relató a Rodolfo Barili en una entrevista realizada este 2022.
"Era un jardín de infantes destrozados. Se sentían culpables de que habían perdido en Malvinas. Los llevaban como ganados. La gente los recibió, los llevaban a la casa para darles de comer. Las familias le daban milanesas, pizzas pero ellos pedían pan", detalló.
En ese contexto, José María Iker, excombatiente de Malvinas, soldado clase 62 y que fue parte del Regimiento de Infantería 12 en la ciudad de Mercedes, Corrientes, afirmó a Diario Chaco que "eran momentos muy difíciles los que se vivieron". En esa sintonía subrayó: "Había falta de logística de nuestras tropas, falta de armamento, comidas, sumado a las bajas de nuestros compañeros, fueron momentos muy difíciles de no saber si vivirías o no. No tuvimos ningún contacto con autoridades. Ya como prisionero, nos llevaron a Uruguay, nos entregan a la Cruz Roja Internacional y nos reciben autoridades argentinas que nos llevan en barcos a Buenos Aires. Allí estuvimos una semana en Campo de Mayo, luego fuimos a Mercedes en Corrientes a nuestro Regimiento 12 de Infantería. Permanecimos una semana y luego la baja definitiva. Ahí comenzó otra historia".
La Guerra de Malvinas fue una guerra que no tuvo razón de ser. Un conflicto que dejó como saldo la muerte 649 soldados argentinos, 1687 heridos y muchos más que sufrieron las consecuencias años posteriores.
Una guerra que fue utilizada por la dictadura para tratar de reavivar el espíritu patriótico, una guerra empleada para desviar la atención del pueblo argentino, una guerra que, solamente dejó víctimas.