López Hnos: comenzó como un taller de bicicletas y hoy fabrica marcas líderes en el mercado
A pocas personas se les hubiera ocurrido abrir un comercio un viernes. Pero también son pocas las personas que apuestan todo por sus sueños, persistiendo con confianza y coraje.
Corría el año 1992 cuando Germán López, por aquel entonces de 21 años y Ariel uno de sus hermanos, que culminaba el secundario tomaban la decisión de abrir un pequeño comercio sobre la avenida Hernandarias, con techo de chapa, contrapiso y rejas un tanto oxidadas.
La primera bicicletería fundada por Germán y Ariel López
A pesar de ser hijos de comerciantes, aquellos adolescentes jamás se imaginaron el destino que forjarían al montar un taller de bicicletas, aunque Germán, inquieto y ambicioso, siguió desde pequeño los pasos de su padre: a los 7 años vendía gallinas por la calle , además de ayudarlo luego en el supermercado familiar.
Foto de 1982. En la casa que de la derecha se construyó, 10 años después de tomada esta foto, la bicicletería.
Los domingos, la familia López participaba de las carreras de bicicleta de la región y el día previo era el ritual donde se preparaban los velocípedos. Había ya un acercamiento al rubro y, sin saberlo, gracias a ese ritual, los hermanos marcaron la ruta de sus vidas.
El gustito a "valerse por sí mismo" siempre fue una vocecita presente en el fundador. Y así fue como hace 30 años, un viernes 21 de febrero de 1992 , fundaron la empresa que comenzó siendo un comercio minorista de repuestos para bicicletas bajo el nombre "bicicletería LÓPEZ", y que hoy fabrica marcas líderes en la industria nacional.
Quien mira a la cámara es Germán López en su adolescencia, cuando participaba de las carreras de bicicleta.
En 1995, a sólo tres años de su fundación, la desbordante demanda, atraída por la propia pasión, entusiasmo y dedicación, los llevó a comercializar como mayoristas a distintos talleres de Resistencia, algo que indudablemente los condujo por un único camino: expandirse en el mercado, primero a nivel regional y luego nacional. Sumado a esto, en 1997 incursionaron en la fabricación de sus propias bicicletas, además de seguir distribuyendo las bicis partes. Entraban ahora al mundo de la industria y lo hicieron de la mano de TOPMEGA, la marca emblema de López Hnos., que a la fecha se constituye como una de las marcas de bicicletas más vendidas del país.
La expansión continuó y al año siguiente dieron un salto trascendental: la primera importación, que los llevó a viajar a China con mucha frecuencia, sin conocer el idioma y mucho menos los proveedores, etapa cargada de aprendizaje que hoy los consolida y es una de sus ventajas competitivas.
El negocio se convirtió en una gran organización y, como tal, debió enfrentar incertidumbres, situaciones desafortunadas y varias crisis -como aquel incendio que en 1999 destruyó sus instalaciones y donde fueron ayudados por sus empleados, proveedores, clientes, familiares y amigos; a quienes están siempre agradecidos-. Frente a todo esto, lograron mantener la empresa a flote, debido a su gran equipo de trabajo y a una sana administración.
En el año 2002, pese a la profunda crisis que atravesaba el país, los hermanos decidieron invertir en un predio más grande al vislumbrar el crecimiento a futuro en el rubro,bicicletería López tendría ahora un predio de 3000 m², en Av. Hernandarias y calle Carlos Gardel.
La vorágine del rubro propició la incorporación de dos hermanos más: Eugenia y Rafael López, en los años 2003 y 2007, respectivamente. Eugenia, en ese momento cursaba la carrera de Ciencias Económicas, pero siendo también maestro mayor de obras, Germán le encargó que ponga a punto el nuevo local: se auguraba un gran crecimiento y alcance nacional. Tras su llegada, la empresa pasó a llamarse López Hnos y "Maru", como la llaman sus hermanos, encontró en la administración de la empresa su lugar. Tiempo después se sumó Rafael, quién suscitó las alianzas estratégicas y se convirtió en la mente creativa, enfocada al diseño de producto, el marketing y la innovación.
Para el año 2013 la empresa, ya consolidada, continuó apostando a la profesionalización y al crecimiento local e inauguró una nueva planta modelo en el país, con tecnología de avanzada, en la que operan en la actualidad: esta vez en un predio de 25.000 mt², con una superficie cubierta de 13.000 mt². La misma está ubicada sobre ruta nacional n°11 y posee una capacidad de producción anual de 180.000 bicicletas.
Hoy, con un equipo de 180 personas, 1000 clientes y varias marcas desarrolladas, continúan distribuyendo sus productos a todo el país, en vías de exportarlos a países limítrofes, algo que, como todo lo que se propusieron los López Hnos., seguro conseguirán.
Año 2017. Edificio actual con personal de la empresa. A la fecha se sumaron más trabajadores.
"Para mí la empresa es todo, a veces me replanteo si eso está bien", dice entre risas Eugenia. Es sábado por la mañana y con un mate en la mano nos confiesa "la empresa es mi vida, todo gira en torno a ella y el que sea familiar, lo completa. Soy muy agradecida, muy consciente de que hemos llegado a donde llegamos por la gente que tenemos y que tuvimos; tengo muy presente cuanto ha aportado cada una de esas personas en todos estos años".
En una breve comunicación con Rafael, la mente creativa, contó: "Para mi es una cuestión central, junto con la gente que trabaja allí, somos una gran familia. Es mi eje, cuando estoy desorientado, mal o tengo problemas, voy ahí, laburo, me encuentro con mis hermanos, y todo se acomoda. Es mi proyecto de vida".
A su turno, Ariel, la columna vertebral de la empresa, señaló: "No me imagino la vida sin la empresa, tengo 46 años y 30 años se la dediqué a ella. Recuerdo cuando mi hermano me pidió que lo acompañe para llevar adelante la bicicletería con escasos repuestos; nunca me imaginé que la empresa llegue a ser lo que es hoy. Estoy muy agradecido con toda la gente que nos acompañó y acompaña".
El nombre de la bicicletería lo predijo todo: la empresa estaba destinada a ser conducida por los cuatro hermanos. Cada uno con su rol específico, y su aporte particular y crucial. El hecho de tener perfiles distintos también ayudó: Germán, vendedor nato, negociador experimentado, poseedor de un olfato sutil y desarrollado para el negocio. Eugenia apasionada en formar equipos, constructora ordenada y eficiente, enfocada en el crecimiento y con amplia visión de futuro. Rafael custodio impecable de las marcas, orientado a la innovación y a crear relaciones de confianza y sustentables con los proveedores. Ariel con su presencia cercana acompaña los procesos logísticos y de abastecimiento, que son la columna vertebral de la empresa.
"Fuimos criados por nuestro papá con la unión como bandera"
"Nosotros fuimos criados por nuestro papá con la unión como bandera, y digo por nuestro papá porque somos 5 hermanos de 2 madres. Tenemos incluso esa particularidad. Mi papá desde chicos nos hizo compartir muchas cosas juntos, a pesar de ser hijos de distintas madres. Vendíamos cohetes juntos de chiquitos, a la siesta preparábamos bolsitas de papas y cebollas, que también vendíamos, todos juntos", recordó Eugenia en una charla llena de anécdotas a corazón abierto con Diario TAG.
Los hermanos López
López Hnos. demuestra que los sueños se pueden cumplir, que, si bien es trillado, con persistencia y esfuerzo se logran, pero acá se puede ver algo más que esos dos condimentos para tener éxito.
En López Hnos. hay pasión, amor por lo que hacen, amor por sus empleados y clientes. Hay corazón, además de esfuerzo, de manos haciendo la tarea. Y cuando una empresa tiene corazón, late fuerte y todos pueden sentirlo.
Quizás esa es la clave para lograr los sueños, poner el corazón en ellos…