Alberto Fernández en Comodoro Py: "No hubo reparto arbitrario de fondos"
De forma presencial, el mandatario declaró como testigo en el juicio oral por las presuntas irregularidades en las obras públicas que recibió el empresario Lázaro Báez y en el que la principal acusada es la vicepresidenta, Cristina Kirchner.
El jefe de Estado fue el único testigo de la audiencia. Fue convocado por haber sido jefe de Gabinete de Cristina Kirchner cuando era presidenta de la Nación y en ese rol intervenía en la redistribución de partidas presupuestarias, entre ellas de la obra pública, uno de los temas que se investiga en el juicio.
En un tramo del interrogatorio, el fiscal del juicio, Diego Luciani, le exhibió al Presidente una planilla e insistió en preguntarle sobre un anexo del presupuesto, especialmente sobre la circunstancia de una obra. Las defensas, mientras tanto, objetaban la línea interrogatoria de Luciani.
"Usted no me escuchó bien antes o tiene un problema de comprensión", le recriminó Fernández al fiscal. El presidente del tribunal Jorge Gorini intervino y Fernández recalculó: "De ningún modo quise faltarle el respeto al doctor", dijo en alusión al fiscal que impulsa la acusación contra Cristina Kirchner.
En varios tramos del interrogatorio, el Presidente se quejó de estar gobernando sin presupuesto. Los intentos del oficialismo de aprobar el proyecto de ley de presupuesto para este año se frustraron en una sesión caliente en la Cámara de Diputados, en la que Máximo Kirchner dio un discurso durísimo contra la oposición, y que dinamitó la votación en el recinto.
En el largo tramo de la declaración de Alberto Fernández dedicado a contestar cómo se aprobaba, administrativamente, una obra pública, el Presidente dijo que había "una fantasía" en la idea de los investigadores que impulsaron este juicio.
Consultado sobre los criterios para repartir la obra pública nacional entre las provincias, Alberto Fernández dijo que se trata de criterios "absolutamente discrecionales".
"Es lo que uno entiende que está necesitando el país", dijo el Presidente y puso como ejemplo lo que pasa hoy con la producción de gas. "Tenemos una superproducción de gas en Vaca Muerta, entonces lo que más aprovecho es la obra que me permita sacarlo", relató. "Me ahorro un montón de recursos que hoy destino a la importación de gas", explicó el Presidente, que dijo que no tiene en cuenta, al priorizar esa obra, el número de habitantes de las provincias que atraviesa.
"No hay una regla que diga que a una provincia le toca una cantidad de dinero por los habitantes que tiene", afirmó el Presidente, que insistió: "No hay una regla que diga cómo se reparte la obra pública".
Y afirmó: "La obra pública es un enorme motorizador de la obra pública".
El primer cruce de la mañana se produjo a partir de una pregunta del abogado de Cristina Kirchner a Alberto Fernández. Carlos Beraldi consultó al Presidente sobre si se buscó enriquecer a Lázaro Báez y el fiscal de juicio, Diego Luciani, se opuso: "Es una pregunta indicativa. Está direccionada a buscar una respuesta. Me voy a oponer a este tipo de preguntas", anunció el fiscal.
Berladi le contestó: "Le estoy preguntando sobre lo que dice el requerimiento de elevación a juicio, sobre la acusación… La acusación habla de que se sancionaban leyes para que Lázaro Báez se enriqueciera y quiero saber si el testigo, que fue jefe de gabinete, tiene algo para decirnos en relación a esta acusación".
En medio de este intercambio, el abogado de Julio De Vido, Maximiliano Rusconi, pidió hacer uso de la palabra, a lo que el juez Jorge Gorini respondió: "No vamos a entrar en esto", y dio vía libre al Presidente para que respondiera a la pregunta que había sido objetada por el fiscal.
"Definitivamente no me consta que algo así haya pasado", respondió Fernández.
Alberto Fernández dijo, en su declaración como testigo en el juicio contra Cristina Kirchner: "Me llama mucho la atención lo que estamos discutiendo en este juicio". Según el Presidente, "lo que se está discutiendo son decisiones políticas no judiciables".
Fue en respuesta a una pregunta del abogado de la vicepresidenta, Carlos Beraldi, que lo consultó haciendo referencia a la condición de profesor de derecho penal del Presidente.
"No existe ninguna norma que ponga limitaciones a cómo se distribuye el gasto de la obra pública -contestó Fernández-. Eso es, a mi juicio, una decisión de carácter político no judiciable, lo he dicho públicamente y por eso me animo a decirlo en este juicio. Me llama mucho la atención lo que estamos discutiendo en este juicio."
Fernández dijo que esa era su respuesta "en condición de profesor de derecho penal".
"Digo que definitivamente no existe una norma que diga cuánto se puede destinar a la obra pública ni existe una norma que diga de qué modo esa inversión debe ser distribuida", afirmó.
En la imagen que se ve en la transmisión de la audiencia, que es por Zoom, Alberto Fernández está sentado frente al tribunal en una sala de los tribunales de Comodoro Py donde detrás de él, que está en la primera fila, no hay nadie más. Solo un custodio, junto a la puerta.
Sus primeras declaraciones fueron sobre cómo era su relación con Néstor y Cristina Kirchner. "Conocí a Néstor Kirchner primero, allá por el año 96, 97. Él era gobernador de Santa Cruz yo era vicepresidente ejecutivo del grupo Bapro, y lo conocí a raíz de una nota que publiqué yo en esos días y que él había leído y le había parecido interesante, cenamos y a partir de allí tejimos un vínculo político y de afecto que duró por el resto de los años. A través de Néstor la conocí a Cristina, casi inmediatamente después, y con ella también tejimos un vínculo político y de buena relación más allá de diferencias que son públicas y que hemos tenido durante algún tiempo".
El presidente Alberto Fernández llegó a los tribunales federales de Comodoro Py para declarar como testigo en la causa Vialidad, donde se juzga a Cristina Kirchner. Llegó minutos más tarde de lo previsto, acompañado por la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, y por el diputado Eduardo Valdés.
El auto del Presidente ingresó por el subsuelo de los tribunales de Retiro. Fernández eludió a la prensa y entró a la sala de audiencias donde se lleva adelante el juicio, en la planta baja del edificio de Comodoro Py 2002. La Casa Rosada había informado esta mañana que el Presidente "no hablará con la prensa ni antes ni después" de su declaración.