El preso que salpicó con su sangre en el rostro y ojos a una médica dio positivo para HIV
El hecho ocurrió la semana pasada en la localidad de Machagai, cuando un detenido que había iniciado una riña en su lugar de detención debió ser trasladado al Hospital de dicha localidad para ser asistido por una herida en el brazo izquierdo. Mientras una médica de guardia lo estaba asistiendo, el detenido identificado como Erick Cabrera, detenido por un supuesto robo, salpicó con sangre en el rostro y ojo a la médica.
Ante esta situación, se activó el protocolo de bioseguridad para enfermedades infecto-contagiosas, atento al riesgo por la salud de dicho personal de contagio de HIV, hepatitis B y C, sífilis y gonorrea.
Asimismo, el juez de Cámara Rodolfo Lineras había dispuesto que "ante la gravedad de la situación, el Juez de Cámara Rodolfo Lineras tras recibir los informes de la Comisaría y Hospital de Machagai y atento al contenido del mismo, resolvió correr vista al Fiscal de Investigación en Turno para que se investigue la posible comisión de delito de acción pública, tanto en la Comisaría como en el Hospital".
Por otro lado, dispuso que "en caso de ser necesario se deberá solicitar la colaboración de la Oficina del Médico Forense de Sáenz Peña e incluso proceder de manera compulsiva a la toma de muestra que se está pidiendo en el supuesto caso de no mediar consentimiento del detenido".
Este medio pudo saber por fuentes consultadas al respecto que el resultado de los análisis realizados al detenido en cuestión dio positivo para HIV, generando una gran preocupación en el sector de salud y modificando además el tratamiento realizado a la médica afectada. El informe en esa oportunidad señalaba que "si el resultado fuese positivo, el tratamiento de la médica se deberá modificar dentro de las 72 horas de ocurrido el accidente, por eso solicito su urgente intervención".
Cabe señalar además que por seguridad, la médica que estaba atendiendo al preso inició quimioprofilaxis de retrovirales durante 28 días debiéndo practicar también una serología similar al detenido.
Esta situación deja al descubierto la vulnerabilidad en la que trabajan los médicos y enfermeros de los hospitales públicos ante este tipo de situaciones, y algunos de ellos e incluso los mismos efectivos policiales que deben realizar el traslado al hospital señalaron que deberían contar con un protocolo de actuación para estos casos, como una forma de protección no sólo para ellos sino también para la gente que los rodea.