Resistencia
Martes 4 de Marzo, 2025
 
 
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La política sigue siendo cambiante, vertiginosa

Por Ayrton Teruel (*)

"The King in the North, the King in the North", envalentonaban los soldados de Robb Stark y luego de Jon Snow cuando la noche más oscura se avecinaba, y cuando entre todas las fuerzas tuvieron que alinearse para combatir en una guerra que parecía tener un resultado irreversible.

El denominado "Rey del Norte", quien luchó arduamente en una guerra contra los del Sur y luego contra los Caminantes Blancos o "White Walkers", fue una especie de líder norteño que la serie Game Of Thrones  se encargó de retratar, quizás con alguna leve idea de representación hacia algún personaje histórico real.

O quizás, en el mundo del más grande conspiranoico, la inspiración del premiado escritor George R.R Martin y los creadores David Benioff  y Daniel Brett Weiss nació a raíz de la situación política en el norte de un país llamado Argentina.

Se pudo tratar hasta de un advenimiento o un acto profético. ¿Sabían los creadores de Game Of Thrones, que los líderes norteños del país latino, realizarían actos similares a los de los protagonistas de Hollywood?, ¿fue, en todo caso y a nivel local, una imitación del gobierno chaqueño a la idea histórica planteada en la galardonada serie que acumula 59 estatuillas como premios?

Visto a regañadientes, nos guste o no, lo ocurrido tuvo su grado de similitud en algunas provincias como Santiago del Estero, Chaco e incluso Formosa acorde a los encuestadores.

Sí, Jon Snow y Robb Stark alinearon todos sus ejércitos y 'casas' -de manera separada y en tiempos diferentes- para combatir a muerte contra los Lannister, o también llamados "los del sur" pero, en lo real, actual y provincial, ¿alguien pensó en la estrategia llevada a cabo por el presidente del Consejo Regional del Norte Grande luego de la derrota electoral sufrida en las PASO?

Y es que todas las piezas parecieran encajar en su lugar. La guerra inicial de Game Of Thrones nació tras la fuerte derrota que sufrió la casa "Stark" a manos de los Lannister, quienes además de ser -casi- reyes, habían tomado de rehén a Ned Stark, cabeza y guardián del Norte. Fue entonces cuando su hijo, Robb Stark, logró ser proclamado por sus propios súbditos como "Rey del Norte", con la intención de hacer respetar a la región, sus voluntades, creencias y honor.

Volcado a la realidad y sin el título de la serie transmitida por HBO -si debieramos llamar Rey del Norte a alguien, Gildo Insfrán ganaría por goleada-, a Capitanich le tocó actuar de forma similar para el Frente de Todos.

Tras perder ampliamente en las urnas el pasado 12 de septiembre, respecto a los votos cosechados por la oposición en su interna, el gobernador chaqueño debió formar una estrategia, un cambio de paradigma, algo que le permita dar vuelta el resultado de un partido que durante el primer tiempo terminó en una humillación. Aún a sabiendas de que sobrevendría la crítica de la oposición por el uso del aparato oficial, hizo lo que la naturaleza del ejercicio gubernamental de nuestra cultura política indica: el poder es para ejercerlo. Y allí apuntó con contundencia.

De esta forma, todos sus generales y comandantes recibieron -algunos con la cabeza gacha- lo que una escena política que parecía irreversible ante los encuestadores y analistas, necesitaba: una especie de "Rey", por lo menos local, que junte todas las rivalidades y determine una sola línea a seguir.

Los principales candidatos del oficialismo a estas elecciones legislativas de 2021 abrieron camino desde entonces a las actitudes de su líder, gobernante y del único a quien la gente se podía limitar a escuchar. Por dentro, ellos reconocían sus propias debilidades políticas. ¿Opciones? No tenían.

Aquellos discursos de campaña arriba de un escenario en lugares emblemáticos que conllevaban las palabras de casi todos los oradores del Frente de Todos, cesaron. Desde las PASO en adelante, Jorge Milton Capitanich colocó todos los discursos sobre sus hombros y desplazó los de aquellos que consideraba débiles ante la población. La búsqueda de todas las "ovejas perdidas" que no depositaron su voto en la coalición del Frente de Todos durante las primarias, se intensificó.

Con su experiencia política y aguerrida, el gobernador chaqueño supo desde aquella derrota que la esperanza en sus votantes era lo último que debía perder. "La oposición está cerca de su techo electoral y nosotros del piso, por lo que la capacidad de rebote es nuestra", dijo ese día tras reconocer que, en comparación a la elección de 2019, había perdido al menos 105 mil votos.

Con ese pensamiento en mente, su determinación tuvo que cambiar en sentido de mejoría y esfuerzo, más aun teniendo todas las miradas puestas desde el Gobierno Nacional al ser Chaco un bastión peronista ininterrumpido desde 2007.

Y es aquí cuando, ya con esta mentalidad y voluntad de no perder a toda costa -aunque existan sacrificios a futuro-, Jorge Milton Capitanich deja de ser Robb Stark para convertirse en su versión final de Jon Snow, un hombre que, dentro de la serie, luchó las batallas finales que determinaban si el mundo entero se desmoronaba, o todo continuaba en color de rosas.

Capitanich reunió a toda la militancia y convocó a la dormida; inauguró, planeó, caminó, recorrió y mantuvo a disposición el Poder Ejecutivo, un lugar asegurado hasta 2023 y que le jugó un papel fundamental para "recuperar la cercanía" con la gente y así poder lanzar libremente todas sus estrategias.

Con 9 puntos por debajo de la oposición en las PASO, el Jon Snow chaqueño logró su cometido, por su cuenta, al vencer finalmente a Chaco Cambia + Juntos por el Cambio este 14 de noviembre con 1,53% puntos de diferencia promedio entre Nacionales y Provinciales,  y sin que la Lista opositora pierda votos. El Jon Snow de la televisión hizo lo mismo y venció a todos sus enemigos, aunque años atrás eso le pareciera algo inalcanzable.

En los sueños de ambos, en caso de que en alguna realidad paralela se conozcan entre sí, quizás se otorgarían mutuas felicitaciones y sentimientos de orgullo por el combate realizado.

A fin de cuentas, Jon Snow no llegó a ejercer el cargo de Rey que toda la audiencia de la serie quería que termine ejerciendo, pero como si no fuera poco, cometió una traición que le costó todo su honor recaudado y lo llevó una vez más a lo más bajo de la sociedad.

Con esto en cuenta, ¿hasta dónde llegará el paralelismo de Game Of Thrones con la política norteña argentina? y, por último, ¿en qué capítulo de la temporada final de la serie nos encontramos? Quizás deberíamos preparar snacks y observar minuciosamente lo que podría acontecer.

(*) periodista