Rodrigo Luna, el recorrido desde el comienzo de la campaña solidaria hasta cómo vive su vida hoy
Rodrigo Luna es un joven de 20 años que hace un año se enteró que tenía un tumor en la nasal y que debía operarse inmediatamente porque estaba llegando a su cerebro. La intervención quirúrgica valía aproximadamente $1.000.000, según le informaron los médicos, y solamente se la podía realizar en Buenos Aires.
Fue así como de inmediato su familia y amigos comenzaron una campaña de donación y otras actividades, como venta de pollos. Además, el para poder solventar el costo de la operación, trabajó como albañil durante el día y como moto mandado de noche.
Así fue como con la ayuda de toda la gente en tres meses pudieron juntar todo el dinero para que Rodrigo viaje a Buenos Aires.
El 11 de noviembre fue el día en que Rodrigo "volvió a nacer", según las palabras de Claudia, su madre. El joven se sometió a la operación durante 6 horas en la Clínica Favaloro.
Una vez realizada la misma, la familia pudo saber recién si el tumor era benigno o maligno, ya que antes no se le podía tocar porque era un tumor sangriento. Por esto, mediante una biopsia se determinó que el tumor era benigno y según su madre el medico les explicó: "Suele salir en los niños, pero a él se re retraso y le salió de más grande".
El joven después de la operación estuvo un mes internado en la clínica y tras recuperar el alta volvió a Chaco. Una vez acá, su médico de cabecera es quien le realiza los chequeos de control, cada 3 meses.
Hoy, a poco tiempo de que pase un año de la cirugía, Claudia expresó a Diario TAG: "Como padres fue muy duro descubrir lo que tenía, pero no bajamos los brazos siempre con fe de que podíamos de que íbamos a llegar".
"Fue una campaña muy larga para nosotros, por tres meses nos pusimos a vender comida, a hacer todo para recaudar plata, queremos agradecer a cada corazón grande que fueron ayudando en diferentes formas", agregó.
Por otro lado, con respecto a la vida que lleva Rodrigo hoy, su madre comentó que puede llevar una vida "completamente normal", por lo que continúa haciendo delivery y, además, comenzó a limpiar piscinas, "es lo que más le gusta", exclamó.
Por último, Claudia explicó que en enero le darían el alta definitiva, pero que espera tener la posibilidad de que nuevamente el médico cirujano de Buenos Aires antes de fin de año le esté haciendo un control.