Cultivos de girasol en Chaco se ven amenazados por falta de lluvia
El girasol es una especie de gran importancia a nivel mundial. En Europa, el cultivo de girasol es una de las rotaciones más relevantes de secano en países como España. Anualmente, se siembran cerca de 700.000 plantaciones en comunidades como Castilla y León, Andalucía y Castilla La Mancha.
La planta de girasol es considerada un cultivo con bajos requerimientos de humedad y lo aprovechan principalmente para la obtención de harinas proteicas y aceites alimenticios, como el famoso aceite de girasol. Según la plataforma especializada en nutrición SUNDT, este producto contiene ácidos grasos poliinsaturados, como omega 6, una sustancia que reduce el colesterol y los triglicéridos en la sangre. Pero no puede producirse naturalmente en el cuerpo y debe adquirirse a través de la dieta.
En América Latina, el aceite de girasol es el más consumido en la alimentación tradicional de Argentina y representa el 80 % del consumo total de aceites vegetales. La región destina al mercado interno alrededor de 540.000 toneladas de esta leguminosa, es decir, un 26 % del total elaborado.
Sin embargo, los efectos del calentamiento global han multiplicado los fenómenos climáticos extremos, como las sequías y olas de calor, que suponen pérdidas generalizadas de biodiversidad, agravando específicamente los cultivos de girasol en el Chaco.
Campañas de girasol
El cultivo de girasol en el Norte del país, especialmente en el Chaco, representa un movilizador de la economía en los meses finales de cada año, sobre todo diciembre. El girasol se cultiva desde la década del 60 y el Norte espera la temporada de lluvias para iniciar una nueva campaña girasolera.
El Ministerio de Producción de la provincia estimó unas 366.000 hectáreas para la campaña 2021/2022. A día de hoy, zonas como Hermoso Campo, Villa Ángela, Sáenz Peña y Pampa del Infierno ya sembraron unas 27.850 hectáreas.
Fontana (localizada al sudeste del Chaco) y Chacabuco (ubicada al noreste de Buenos Aires) son las ciudades que más sembraron en lo que va de esta campaña, con un total de 11.000 hectáreas aproximadamente.
Desafortunadamente, la falta de lluvias, acompañadas con las intensas heladas de junio y prominentes olas de calor en julio, les ponen un paro a las perspectivas de siembra y cultivo del sector.
Las campañas de cultivo han variado a lo largo de los años. Durante la campaña 2011/2012, en el Chaco se implantaron 237.835 hectáreas de girasoles, para repuntar fuertemente en 2012/2013 con 447.100 hectáreas.
En la campaña 2013/2014 el número de hectáreas disminuyó a un total de 153.2010, mientras que en 2014/2015, 160.650 hectáreas. En la temporada 2015/2016 hubo un repunte de 240.000 hectáreas.
En 2016/2017 se sembraron 318.000 hectáreas. En 2017/2018 alrededor de 412.620 hectáreas y en 2018/2019 se implantaron 468.800 hectáreas. En el período 2019/2020 se sembraron 253.290 hectáreas y la última campaña 2020/2021 un total de 74.540 hectáreas.