El entrenador argentino que ha ganado más en su carrera
Hablar de Argentina es hablar de fútbol, igual que en Brasil , a lo largo de la historia han dado al deporte algunos de los mejores jugadores de todos los tiempos y muchos de estos después se han convertido en directores técnicos con una carrera prolífica, en algunos casos con tanto éxito como jugadores y en otros consolidados como grandes estrategas sin haber precisamente destacado en el terreno de juego. Este es el caso de nuestro protagonista. El entrenador argentino más laureado de todos los tiempos, que no es otro que el gran Helenio Herrera mejor conocido como H.H.
Con 16 títulos o 18, si sumamos una Anglo-italian Cup y un Torneo Armando Pichi, el entrenador nacido en Buenos Aires es el entrenador con más títulos de la historia del país sudamericano seguido muy de cerca por el "virrey" Carlos Bianchi con 15, aunque también está ya retirado. No hay una fecha clara de cuando nació ya que él nunca lo decía con seguridad, algunos afirman que en 1910 y otros que en 1916. Era hijo de unos emigrantes españoles que buscaban mejores oportunidades, aunque muy pronto emigró, en esta ocasión a Marruecos, en concreto a Casablanca siendo muy joven, y fue precisamente en el país africano donde dio sus primeras patadas al balón. Tras su paso por varios clubes magrebíes, dio el salto a Francia, algo lógico en la época puesto que la ciudad era colonia francesa, primero rumbo al CASG París primero, después al Stade Francais y, posteriormente, a los norteños OFC Charleville y el Excelsior, aquí precisamente diversas fuentes afirman que llegó a jugar dos partidos con la selección francesa aunque en las fichas oficiales de la federación gala no aparece ningún registro.
Todos estos clubes, hoy desaparecidos o en categorías amateur, le abrieron puertas para regresar a París en los primeros años de la Guerra Mundial para recalar en el Red Star donde logró su único título como futbolista, en concreto la Copa de Francia de 1942, para después terminar su carrera en otros clubes de inferior categoría como el Puteaux donde firmó un contrato clave en su vida como jugador-entrenador que le dieron paso a los banquillos donde vivió sus mejores años.
Desde su retirada y tras compaginar su labor como jugador y entrenador su paso por el banquillo comenzó en el Stade Francais al que dirigió durante tres temporadas compaginando esta labor con la del staff técnico de la selección de Francia. De ahí dio el salto a la liga española donde dirigió al Valladolid, al Atlético de Madrid durante cuatro temporadas, al Málaga, al Deportivo de la Coruña y al Sevilla. En sus cuatro temporadas con el equipo colchonero conquistó dos ligas y una Copa Eva Duarte. Tras un año en Portugal dirigiendo a Os Belenenses volvió a la liga para entrenar al FC Barcelona.
Su fuerte personalidad y su duro carácter provocaron no menos de una polémica en Can Barca. Para él, el gallego Luis Suárez era un jugador que más se adaptaba a su esquema basado en una férrea defensa y unos contragolpes mortales, no en vano es uno de los principales exponentes del famoso "catenaccio". En aquella época él consideraba que la máxima estrella culé de aquel entonces Kubala estaba en el ocaso de su carrera y su físico ya no le servía para el sistema de juego que él quería desarrollar y apostó por Luis, dividiendo a la afición entre "kubalistas" y "suaristas". A pesar de todo con el equipo catalán conquistó también dos ligas, dos Copas y una Copa de Ferias, pero su ya mencionado carácter acabó por dar por cerrada su etapa culé.
El presidente interista Moratti vio en directo la eliminación de su Inter a manos culés en la Copa de Ferias y apostó por él. Con H.H. al mando del Inter, el conjunto milanesa vivió su mejor época y disfrutó del mejor jugador del momento que no era otro que Luis Suárez que tras un año más en Barcelona acompañó a Herrera al Inter. Allí logró tres ligas, dos Copas de Europa y dos Copas Intercontinentales volviéndose un ícono de la entidad.
Al abandonar el Inter, entrenó durante cinco años a la Roma, un nuevo regreso al Inter sin la gloria de antaño y por el Rimini de la serie B, volvió al Barcelona para conquistar una última Copa y finalmente acabar sus días en los banquillos. La leyenda nos dejó en 1997.