La historia de Lautaro Martínez
Nacido en 1997 en Bahía Blanca, Buenos Aires, desde muy pequeño Lautaro Javier Martínez mostró su pasión por el fútbol y poco a poco se fue dando cuenta de que ahí estaba su futuro. Cuando regresaba del colegio, lo primero que hacía era dejar la mochila y preparar la bolsa de deporte para ir a entrenar. Además de Argentina, también puedes usar en Colombia este enlace para descubrir toda la información y estadísticas de los mejores jugadores de sudamérica y el mundo.
Desde joven siempre se mostró como un profesional, sabía incluso que comida era la que se recomendaba para los jugadores antes de un partido y así se lo hacía saber a su madre para que se la preparase, se ocupaba de todos los detalles mostrando un interés inusual para un chico de tan solo ocho años. Esa pasión la heredó de sus abuelos que de jóvenes habían destacado como futbolistas en su juventud.
A los 16 años debutó en la Liga del Sur jugando para Villa Mitre, y aunque hoy todos lo conocemos como un gran goleador, en sus inicios era lateral izquierdo aunque con claros dotes ofensivos, así en cada club en el que jugó fue logrando ascender progresivamente a pesar de que su natal Bahía Blanco es una ciudad de baloncesto, la capital de este deporte en el país, como lo demuestra su hermano que juega en la división nacional. Hubo un momento dónde Lautaro también se decidió por el basket pero ya era muy bueno en el fútbol, aunque como él mismo reconoce a día de hoy prefiere ver en la televisión un partido de baloncesto antes que uno de fútbol.
Su ascenso fue meteórico y el siguiente paso fue la Selección de Bahía sub 17 donde fue el máximo goleador. A pesar de las recomendaciones a los ojeadores de Boca, tras superar un año los 40 goles, Boca no lo vio claro y lo rechazó, a pesar de todo su familia y su representante no se rindieron y lo llevaron a las pruebas de Boca y de San Lorenzo. Nuevamente fue rechazado, pero la vida es muy caprichosa y cuando finalmente fichó por Racing tuvo un partido redondo en la Bombonera con gol y asistencia, además del destino europeo asegurado.
Antes, en la academia de Racing cuando fichó en el año 2014 logró anotar 26 goles en 26 partidos. Aunque sus lazos familiares eran tan estrecho que a punto estuvo de volver a Bahía, sin embargo, al igual que le ocurrió a Zidane cuando abandonó su hogar por el fútbol, una familia le abrió las puertas de su casa y de sus hijos lo que le ayudaron inmensamente y también gracias a su compañero Brian Mansilla que lo convenció para quedarse.
En su tercer partido ya con el primer equipo fue expulsado ante Argentinos Juniors y ese error de novato le dejó tocado y le hizo volverse un jugador más tranquilo sobre el campo.
Desde su debut en Racing todo fue deprisa y ya en 2016 sus actuaciones le abrieron las puertas de la selección con la que disputó el Torneo de L'Alcudia donde fue máximo goleador y figura del torneo. Al año siguiente en el Sudamericano sub 20 de Ecuador también fue uno de los máximos artilleros del equipo que se clasificó con lo justo al mundial. A la vuelta se hizo con la titularidad en Racing y ya no la soltó más.
Fue clave para la clasificación a la Copa Libertadores ese año y disputó el Mundial sub 20 en Corea del Sur. Tan solo una lesión en el pie demoró su convocatoria con la selección absoluta que no tardaría en llegar, concretamente en marzo de 2018 y eso que fue en una durísima derrota por 6 a 1 frente a España y finalmente se quedó fuera del Mundial.
Tras salir de Racing numerosos equipos se interesaron por él, pero fue el Inter de Milán el que se hizo con sus servicios, club con el que hasta la fecha ha anotado 49 goles en 132 partidos. Y la pasada temporada se proclamó campeón de la serie A, además acaba de ganar con su selección la Copa América. Sin duda uno de los cracks del futuro.