Apasionado por el body art se tatuó la cara, tiene implantes en el cuerpo y asegura "no voy a parar"
Se trata de Hans Mayer, un joven de 31 años, que vive en Córdoba y busca alcanzar la meta de cubrir la totalidad de su cuerpo con tatuajes y transformaciones, aunque este apasionado del "body art" se realizó otras transformaciones como la colocación de implantes y hasta se mutiló las orejas.
Según relató, todo inició hace 7 años, cuando se hizo las primeras perforaciones: "Con el tiempo le fui agarrando el gusto a las modificaciones corporales". Y en cuanto a las transformaciones, lo primero que se realizó fue la lengua bífida que consiste en cortar la lengua a la mitad como la de una serpiente.
Después fue por más y se puso implantes de silicona en el cráneo, se tatuó los ojos, y se sacó la punta de las orejas.
Respecto al tatuaje en los ojos, Mayer cuenta: "Es un procedimiento que acá no se ve. Hace por lo menos cuatro años que salió y consiste en la infiltración de tinta en la esclera". "Son aproximadamente dos o tres pinchazos por ojo y al paso de las horas se te va esparciendo y queda completamente negro".
Por otro lado, el hombre afirma que no tiene un por qué de todo lo que se hace: "Simplemente me gusta. Me apasiona el ‘body art’". Tampoco dice tener un objetivo que alcanzar con las transformaciones: "Uso mi cuerpo como un lienzo y plasmo el arte". Sin embargo, sostiene: "Hasta que no esté el 100% completo, no voy a parar".
La familia, por su parte, se acostumbró a ver a Hans de esta manera: "A mi vieja al principio le costó, lloró… Le daba vergüenza salir conmigo a la calle". Y si bien en la actualidad no tiene pareja, asegura que nunca tuvo "problema o dificultad en encontrar una persona" que lo acompañe.
Con información de radiomitre.cienradios.com