Asociación ilícita lavó dinero con cajas de ahorro prestadas para comprar dólares en Paraguay
Los integrantes de una asociación ilícita que lavaba dinero en Chaco entre 2012 y 2015 se encuentran procesados y a un paso del juicio oral, luego de que la investigación judicial determinó que el monto lavado fue de $79.600.000, el cual fue utilizado para comprar dólares en Paraguay.
El fiscal Federal de Resistencia, Patricio Sabadini, afirmó que esta asociación captaba personas de bajos recursos que eran titulares de cajas de ahorro y de tarjetas de débito y, a cambio, les daban un pago mínimo como retribución, según pudo saber este medio.
Los procesados por lavado de activos agravado por asociación ilícita son Miguel Strzyzowski y Rodolfo Borda, como autores; mientras que María Alegre, Víctor Hazzi, Juan Freccia, Alfredo Alegre, Bettiana Borda y Cintia Bordón lo están en calidad de partícipes necesarios.
Estas ocho personas depositaban un máximo de $40.000 sin declarar, monto que no requería de una prestación al banco para justificar su origen. Con ese dinero, simulaban compras en comercios de Paraguay a través de transferencias que en realidad eran para comprar dólares en casas de cambio de ese país.
La operatoria seguía con viajes a Paraguay, donde pagaban un porcentaje de comisión a las casas de cambio, retiraban los dólares, volvían a Chaco con ese dinero físico, lo vendían como dólar blue en ese momento en el que estaba vigente el cepo cambiario y, por último, con las ganancias compraban vehículos de alta gama e inmuebles.
Los viajes que realizaron tres de los imputados fueron 684 en ocho meses (entre el 1 de enero de 2015 y el 16 de septiembre de ese año) y su estadía duraba entre tres y cuatro horas.
De acuerdo con los testimonios, las víctimas conocían de la infancia a los procesados o por alguna persona en común, quienes les proponían ganar dinero a cambio del uso de sus cajas de ahorro y de sus tarjetas de débito, con la excusa de que tenían problemas para cobrar honorarios o alguna venta.
Una de las víctimas dijo que conocía a Miguel Strzyzowski de cuando era chico porque vivía frente a su casa y que él le dijo que había comprado un terreno y le pidió prestada su caja de ahorro para depositar el dinero para pagar que era de un juicio que había ganado y que le estaban abonando de a poco; la cuenta iba a ser usada unos tres o cuatro días en el mes en los que el imputado iba a pedirle la tarjeta; por lo que la víctima accedió en un acto de confianza.
Otra de las víctimas contó que prestó su tarjeta de débito a Rodolfo Borda, pariente lejano de su padre. Al tiempo quiso recuperar su tarjeta pero no encontró al procesado, por lo que fue al banco para darla de baja. En ese lugar, el gerente le dijo que su tarjeta era usada para depositar y extraer gran cantidad de dinero.
Otros de los datos de esta causa son que cuando el banco detectaba una inconsistencia, reportaba la operación como sospechosa y que los imputados fueron al banco con los titulares de las cuentas y decían que eran sus prestamistas y que el dinero provenía de una financiera céntrica de Resistencia, cuyo dueño era Miguel Strzyzowski.