Déficit de empleo privado en la provincia y el desafío de generarlo
Hace un año, cuando se atravesaba uno de los momentos más críticos de la primera ola de contagios de coronavirus, había cierta esperanza de que a esta altura del 2021 la pandemia sea parte del pasado. No fue así, y sigue impactando en cada ámbito de la vida, de las gestiones, de las administraciones.
No solo que la pandemia no es parte del pasado, sino que ahora estamos tratando de surfear una segunda ola que amenaza con saturar los sistemas de salud públicos y privados, algo con lo que casi no se tuvo que lidiar en el 2020.
Esta amenaza hace que todo el tiempo esté sobre la mesa la determinación de restricciones más fuertes que obliguen a cerrar actividades para bajar la circulación de personas y a la vez del virus, pero que a la vez impacte de lleno con empresas de los sectores tocados.
Pero, claro, luego de la experiencia del año pasado, Jorge Capitanich considera que hoy es "inviable" volver a un sistema de restricciones totales, por lo que se propone un control focalizado de los contagios.
Es que a esta altura el famoso "aprender a convivir con el virus" ya es casi un hecho, y si Argentina no tiene tiempo para perder en lo que a reactivación económica refiere, Chaco mucho menos, teniendo en cuenta que es la provincia con mayor pobreza del país (53,6%).
A este contexto difícil y sinuoso hay que sumarle una administración pública poblada, ya casi sin lugar para grandes incorporaciones.
Así las cosas, para la provincia es menester la generación de empleo privado, genuino, que sirva para comenzar a mejorar todos los indicadores negros que ostenta Chaco hace ya mucho tiempo.
Con ese objetivo, que puede parecer redundante y repetitivo, pero no lo es, asumió Santiago Pérez Pons en el Ministerio de Planificación, Economía e Infraestructura el pasado 22 de enero. El joven funcionario marcó el día de su asunción que "la provincia tiene un problema estructural en la capacidad de generación de empleo privado registrado, especialmente en grupos vulnerables como mujeres y jóvenes".
En ese sentido, agregó que "creo que el diagnóstico acertado tiene que apuntar al déficit de empleo privado y no al exceso de empleo público. Esto no significa echarle la culpa a los empresarios, sindicatos o política, sino que evidencia la necesidad de poner en marcha un proceso virtuoso de generación y empleo registrado entre todos".
El panorama no es el mejor, aunque muestra signos interesantes de donde prenderse para encontrar una buena perspectiva.
El INDEC, en su último informe sobre la ocupación, aseguró que el Gran Resistencia, principal conglomerado de la provincia, terminó el 2020 con un 5,3% de desocupados, aunque un 12% de ocupados demandantes de empleo, 10,9% de subocupados (trabajan menos de 35 horas semanales) y 7,9% de subocupados demandantes de empleo.
Por otra parte, el mismo instituto nacional también refiere, en otro estudio, que Chaco lideró el crecimiento de empleo privado por 7 meses consecutivos, desde junio a diciembre del 2020, último mes estudiado hasta el momento. De forma interanual, el crecimiento de empleo formal del 6,54%.
El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, en base a un informe propio, sumó un mes más al buen registro provincial, indicando que en enero Chaco siguió por la buena senda y aumentó el 0,7% respecto al mes anterior, unos 496 puestos.
Cabe destacar que además la generación de empleo también recibió un incentivo por parte de Nación, luego de las gestiones del gobernador Jorge Capitanich como presidente pro tempore de Consejo Regional del Norte Grande. En marzo, el presiden Alberto Fernández anunció un programa de reducción de aportes patronales para las empresas que tomen nuevos trabajadores y trabajadores, con más beneficios en el caso de contratarse a una mujer o travesti, transexual o transgénero.
El camino muestra buenas señales, aunque claramente queda mucho por hacer y avanzar. El 5,3% de desocupados no integra al interior provincial, mientras que la pobreza sigue haciendo estragos en los sectores más postergados. A la vez, la mayor cantidad de pobres son niños. La situación demanda también otro tipo de soluciones.
